La Seguridad Social se ha convertido, en los últimos tres años, en uno de los sectores que se ha mantenido en una crisis en crecimiento permanente.  Lamentablemente, las autoridades parecen no encontrar cómo enfrentar las demandas y su resistencia al cambio se constituye en el peor problema que enfrentan, pues evidencian que no han logrado conectar con el sentir del pueblo y en especial con las necesidades insatisfechas de los afiliados, quienes cada día incrementan su frustración e irritación.

Los afiliados sienten que son percibidos como enemigos y no como los sujetos de derechos, que son por demás el propósito central de la Seguridad Social, y que las autoridades tienen el deber de garantizar estos derechos.

La falta de empatía de las autoridades les hace encerrarse en las decisiones que anteriormente tomaron, mostrando que no consideran ninguna otra alternativa.  Su aislamiento de las personas afiliadas y de los sectores que demandan derechos incumplidos, no les permite entender el sentir de aquellos que reclaman sus derechos, quedando sin ninguna comprensión real de cuál es la problemática para poder identificar las distintas alternativas de solución.

El Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS) debe “salirse del cajón” para enfrentar la necesidad de modificación y eficientización que la seguridad social necesita.  Técnicamente se denomina fijeza funcional, a un “fenómeno cognitivo en donde la experiencia previa con los objetos, impide su utilización en formas novedosas para la solución de problemas.”  Es evidente que el CNSS está siendo afectado por una actitud que les aferra a la visión con la que anteriormente ese órgano interpretó y quizás trató de resolver cada problema.  Esta actitud, afectada por la fijeza funcional, puede ser una de las causas por la que más personas se sientan abusadas y frustradas por la desatención de sus derechos en la seguridad social.

La población dominicana ha ido tomando consciencia de la perversidad con que se construyó y ha operado el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS), no sólo desde la aprobación de la Ley 87-01, sino peor aún, en base a las normativas y resoluciones que se han ido aprobando en los más de 21 años de existencia de este nuevo sistema.

El empoderamiento de la población dominicana y en especial de las personas afiliadas ha sido lento, pero va en aumento sostenido y se vislumbra que cada año seguirá incrementándose, según las personas vayan acercándose a las situaciones en las que necesitan de sus derechos en la seguridad social, y estos sean incumplidos injustamente.

Aunque muchas personas que están conscientes de los problemas de la seguridad social deciden quedarse pasivos, irritados y sin expresar su disgusto, por temor a represalias.  Otras, superan sus miedos y se lanzan a reclamar sus derechos, se unen y se comprometen a luchar juntos, este es el caso de quienes conforman el Movimiento por las Pensiones de los Servidores Públicos (MOPESEP), agrupación que ha logrado no sólo atraer a los servidores públicos, sino involucrarlos en un proceso de toma de consciencia de los derechos que les están siendo conculcados y lo que es mejor, conquistar su compromiso y participación en las acciones de protestas y reclamos de los derechos que se les niegan.

El CNSS y todas las demás instituciones de la Seguridad Social deben entender y aceptar la responsabilidad de actualizarse permanentemente, o de lo contrario corren el riesgo de quedar obsoletas antes de tiempo y extinguirse por inefectivas.

Ante los reclamos de los afiliados a las autoridades de la seguridad social, el CNSS no puede pretender responder solamente desde las mismas posiciones que generaron el problema que motivan las demandas.  Si lo siguen haciendo, deberán prepararse para continuar recibiendo nuevas protestas y reclamos más fuertes, pues con su actitud el CNSS solo habrá logrado posponer la crisis que podría llevar a la solución del problema.

Veamos algunos ejemplos en donde el CNSS ha evidenciado estar afectado en sus decisiones de eso que llamamos fijeza funcional, es decir, que el CNSS no se permite cambiar la forma en la que concibe un problema, no permitiéndose analizarlo desde otra perspectiva en la que quienes reclaman sustentan sus reclamos.

Salud

En la actual crisis que ha producido el reclamo que mantiene el Colegio Médico Dominicano (CMD), las autoridades dan la impresión de que no quieren escuchar a nadie y como me decía un querido amigo, “en lo relacionado con el Colegio Médico Dominicano alientan una actitud de odio y repudio contra los médicos. Han asumido una valoración no correcta del "adversario" y se han entronado con ideas y posiciones absurdas y de vieja data, sin creatividad y poco efectivas.”

Mi amigo, un prestigioso profesional de la salud, me decía también “Llegó el momento de centrarnos en nuevos enfoques, plantearnos y poner en práctica formas distintas de hacer y solucionar los problemas presentes.  Thinking outside the box” (Pensar fuera del cajón) nos presenta soluciones diferentes a las ya empleadas, nos mueve a explorar alternativas u opciones distintas, a generar ideas innovadoras e instaurar cambios en los procesos, promoviendo más productividad y más creatividad.”  Estoy totalmente de acuerdo con su afirmación.  Las autoridades de la seguridad social necesitan Pensar fuera del cajón.

Le escuché decir “Este llamado a pensar fuera de la caja’ invita a romper con los enfoques y esquemas convencionales, situándonos con una perspectiva distinta e incluso hasta disidente a la dinámica presente si fuera necesario o si la evidencia así lo sugiere.”

No obstante, en su última afirmación, este médico amigo rescataba la importancia del pasado cuando me decía “Sin embargo, trabajar en ello concita recurrir a los conocimientos y experiencias previos, que nos facilitarán una construcción más eficaz y segura de lo esperado, de tal suerte que, con lo mejor que se recupere de la caja y de lo que está fuera de ella, logremos alcanzar los resultados esperados.”

Pensiones

En el tema de las pensiones el CNSS muestra también una fijeza funcional toda vez que insisten en ver los problemas por los que se les hacen los reclamos, desde la misma forma en la que los vieron antes y se mantienen dando las mismas respuestas.  No muestran la más mínima empatía con quienes hacen los reclamos.  No les confieren ninguna posibilidad de tener razón y el perjuicio les lleva a descalificarles sin ni siquiera escucharles.

La falta de flexibilidad que muestran los integrantes del CNSS se evidencia en la falta de respuesta que este órgano da a quienes le hacen reclamos sobre sus derechos, la incapacidad de diálogo que tienen, con lo cual pierden la oportunidad de conocer las apreciaciones que otros tienen al analizar el problema desde otros puntos de vista, que podría permitirles elaborar nuevas formas de responder a las demandas.

Un ejemplo lo constituye el reclamo de los servidores públicos a que se les conozca su derecho a permanecer en el sistema de reparto a todos los que trabajaban en el Estado desde antes del año 2003, estando amparados por la Ley 379-81 y la propia Ley 87-01.

Finalmente, el Movimiento por las Pensiones de los Servidores Públicos (MOPESEP) recomienda a las autoridades hacer empatía con los reclamantes y conocer las razones y argumentos de sus reclamos, valorarlos y analizarlos para aprovecharlos, asegurar que sus disposiciones estén apegadas a la ley y garanticen los derechos de la población.

El MOPESEP reitera la solicitud al CNSS de que reconozcan el derecho a permanecer en el sistema de reparto a todos los servidores públicos amparados por la Ley 379-81, sin importar la edad, como lo establece la Ley 87-01, y que dispongan la forma en la que deberá hacerse el traspaso a Hacienda de aquellos servidores públicos que lo soliciten y califiquen para ser transferidos.