El servidor público no es necesariamente un funcionario. Hemos tenido algunos servidores públicos que pertenecen al sector privado y con nacionalidad extranjera. Su contribución a nuestra comunidad merece un capítulo especial en la historia nacional. ¿Qué ministerio puede evaluar la labor educativa realizada a lo largo de los años por Jacobo Lama, el arquitecto del hogar?

Tenía un tacto impresionante para aconsejar y educar a los visitantes y a sus clientes. A menudo me encontraba con jóvenes estudiantes que venían a la Galería 128 para aprender. Esto fue en el Puerto Príncipe de los años 70 y 80. En 1974, Jacobo abrió una de las tiendas más hermosas de Haití, la Galería 128, en la avenida Lalue. En aquella época, Lalue era residencial, comercial e incluso diplomática, ya que allí vivía el decano del cuerpo diplomático (nuncio apostólico). En esta tienda compré mi primera sartén, mi cafetera italiana de 6 tazas y un juego de vasos (Cristal D’Arques). Siempre pensé que las parejas que visitan a Jacobo tienen un consejero que puede ayudarles cuando una tormenta amenaza el hogar. Nunca le pregunté si alguna vez le propusieron ser el padrino de boda, pero me imagino que bendijo varios hogares en Haití.
Tras la salida del embajador Rafael Julián a finales de los noventa, Jacobo me trajo en dos o tres ocasiones la tarjeta de Año Nuevo de la familia Julián. Un día llegó con el CD «Summer Time» de Tavito Vásquez, regalo de los Julián.