Desde hace unos años que nuestro país es líder en captación de inversión extranjera directa (IED) en toda la región del Caribe y Centroamérica. Casi una cuarta parte de esa inversión se ha hecho en turismo y los proyectos aprobados por CONFOTUR en lo que va de este año sugieren que ese valioso insumo seguirá creciendo. También crece la inversión en turismo de nuestros bancos, bolsa de valores, fondos de pensiones y empresarios individuales. Conviene enjuiciar entonces los pro y los contra del prodigioso crecimiento de la inversión turística.
En la última década nuestro país ha estado en la mira de los inversionistas turísticos. Durante los años 2010-2020 el total de la IED en turismo ascendió aquí a US$11,800 millones, con US$5,700 millones solo en el periodo 2016-2020 (lo cual representó un 41% de la IED total). El solo hecho de que en el 2019 CONFOTUR aprobara nuevos proyectos turísticos por la friolera de 192,000 habitaciones es prueba contundente de que, antes de arribar el gobierno del cambio, el país resultaba muy atractivo para los inversores turísticos, especialmente en hotelería. De ese total 166.800 habitaciones se ubicarían en La Altagracia, 6.496 en El Seibo y 6,476 en María Trinidad Sánchez.
En junio 2022 la prensa reportó la avalancha esperada de inversiones turísticas con cifras impresionantes. “En los próximos cuatro años el sector turismo de la República Dominicana estaría recibiendo inversiones aproximadas a los 34,331 millones de dólares en proyectos mixtos, hoteleros e inmobiliarios, aportando cerca de 9,026 habitaciones al mercado dominicano.” Pero cuando se escrutan otras fuentes y noticias las impresionantes cifras podrían quedarse cortas. Es sabido que no todos los anuncios y/o aprobaciones de proyectos de inversión se materializan, siendo la experiencia histórica que solo entre un 10 y un 20% lo hacen.
Según el Banco Central en 2022 el país captó US$3,802 millones en IED, principalmente en turismo, comercio e industria, minería. (El tope histórico había sido US$3,500 millones en el 2017.) Pero con la caída de la IED general en América Latina en el 2020 por la pandemia, también aquí cayó la IED en turismo a US$1,160 millones. Aun así, esta representó el 25% del total de la IED de ese año. Ya en 2022 el sector turístico captó unos US$779 millones, lo cual representa un 21% del total de la IED del año. Con brioso optimismo, ASONAHORES había pronosticado que el año cerraría con más de US$1,000 en inversión.
Tales cifras incluyen no solo las nuevas construcciones y desarrollos turísticos, sino también inversiones en la adquisición de propiedades existentes y la modernización de infraestructuras turísticas. Lo alcanzado en 2022, por ende, dista del promedio anual captado en la década anterior, sugiriendo que todavía no hemos retomado el ritmo de inversión en el sector que se daba previo a la pandemia. Sin embargo, todos los indicios son de que estamos avanzando firmemente en esa dirección. El constante crecimiento del flujo de turistas extranjeros es un elemento propiciador, pero las noticias que reportan futuras inversiones entusiasman más todavía.
Los más deslumbrantes anuncios respecto a la inversión turística en nuestro país los ha hecho el ministro de Turismo en las ediciones de FITUR de 2022 y 2023. En el 2022 anunció la captación de inversiones estimadas en US$2,000 y el presidente Abinader, por su parte, anunció entonces que seis cadenas hoteleras invertirían en el proyecto de Cabo Rojo. (Esto último parece que no se materializará, en vista de que el gobierno ha decidido la construcción por su cuenta de los tres primeros hoteles.) Por otro lado, el ministro confirmó, ya en FITUR 2023, más de US$3.645 millones de inversión en nuevas infraestructuras hoteleras y acuerdos con empresarios españoles. Según el ministro, en el presente año se invertirían US$1,645 millones que supondrán más de 3,000 nuevas habitaciones.
Entre los proyectos de mayor significación actualmente en curso se encuentra el del Grupo Punta Cana y la Marriott International con Mac Hotels para la construcción de un W Marriott en Uvero Alto. (Marriott International aporta aquí 3,744 habitaciones distribuidas en nueve marcas hoteleras.) Para Miches hay varios proyectos hoteleros en construcción, los cuales significan una inversión total de US$850 millones y 3,250 habitaciones. Por otra parte, el proyecto de ciudad turística Larimar City & Resort se construirá en Punta Cana e incluiría 25 mil apartamentos, 6 hoteles, un hospital, un casino y una universidad. Pero el más grande proyecto hasta ahora –aunque se encuentra en suspenso– es el anunciado por Annex Tour, un conglomerado turístico turco, de 11,000 habitaciones para Nisibon.
De especial significación es el compromiso de construir un primer hotel Planet Hollywood en Punta Bergantín (Puerto Plata) por parte de Blue Diamond Hotels. Digno de mención es también el proyecto para Nisibón de Air Park del Grupo Viamar que incluye el desarrollo de un aeropuerto doméstico y dos hoteles. Digno de mención también es el Hotel Hilton Garden de 127 habitaciones en La Romana, una inversión de US$17 millones del ex pelotero Edwin Encarnación. Una de las gráficas adjuntas, proveniente de un meme de las redes sociales, muestra un listado de todos los proyectos hoteleros planeados o en construcción actualmente.
El país con mayor inversión en turismo aquí es España. Para octubre 2020 las empresas españolas en nuestro país sumaban 92 hoteles, con más de 47.000 habitaciones. Las 17 empresas agrupadas en IVEROTEL, una asociación de hoteleros españoles con intereses la región, tienen 70 de esos hoteles. En noviembre 2022 se anunció que las cadenas hoteleras españolas están abocadas a “un plan de inversión de 944 millones de dólares para los próximos dos años”, es decir, en 2023-2024. (En otra fuente la inversión es solo de US$500 millones.) La cadena Bahía Príncipe invertirá US$100 millones para este y el próximo año, más US$40 millones en Cayo Levantado. Por su parte, Meliá y su socio Falcon’s Beyond esperan invertir unos US$400 millones. Para la región del Caribe y Centroamérica las cadenas españolas han anunciado una inversión total de US$3,091 millones en 2023.
También significativo fue el anuncio de que Ritz Carlton, una cadena hotelera de muy alta gama, plantara sus raíces en el país con dos hoteles de lujo. El promotor es el dominicano Yamil Isaías y la inversión se estima en unos US$250 millones por parte del fondo de inversiones Pioneer, con apoyo de las AFP y otros fondos de inversión. Además, el fondo Excel compró los hoteles Silver Sun Gallery y Hotel Embassy Suites by Hilton y su presidente afirma que “el mercado de valores tiene la posibilidad de contribuir con un 20 a 30% con las necesidades de inversión del sector turístico en los próximos 5 a 7 años, entendiendo que habrá una demanda estimada de 10 mil a 11 mil millones de dólares.” Tal participación será facilitada por la ley aprobada en el 2021 que permite la creación de empresas públicas.
Los fondos de pensiones, por su parte, están también entrando al juego. De acuerdo con “el superintendente de Pensiones, Francisco Torres, el 33.8% de los RD$65,838.8 millones de la administradora de fondos de inversión (AFI) lo consolida el turismo. Esto significa RD$22,250 millones hasta febrero del 2023, monto dirigido a apoyar el desarrollo de los sectores productivos.” Por su lado, los bancos múltiples han incrementado su cartera de crédito para el sector turístico. “Entre 2020 y 2022 la ABA ha observado que el incremento ha sido de un 127%, al pasar de 42.808 millones de pesos dominicanos (cerca de 720 millones de euros) a los 97.131 millones (más de 1.600 millones de euros). La ABA ha resaltado que el crecimiento en la cartera de Turismo entre los años 2016 y 2022 duplicó el incremento registrado en la cartera total de créditos comerciales.”
Las inversiones turísticas de la bolsa de valores, fondos de pensiones y bancos múltiples dan cuenta de que la participación nacional en el sector está creciendo. Obviamente prevalece un clima de mayor confianza para estos entes inversores y se otea que las inversiones seguirán creciendo. Sin embargo, el gobierno auspicia el desarrollo de dos grandes proyectos que hasta ahora no están recibiendo apoyo de los inversores nacionales: Cabo Rojo y Punta Bergantín. Para Cabo Rojo se busca un “socio estratégico” que invierta unos US$600 millones, mientras el Plan Integral de Desarrollo Turístico de Miches supone “una inversión público-privada de US$1,000 millones para desarrollar 3,128habitaciones hoteleras y 1,423 en complejos residenciales.”
En el corto y mediano plazos la anterior reseña sugiere un halagüeño panorama de inversión para el sector turístico. (Basta ver el listado de proyectos aprobados en este año solamente.) También sugiere que los pros de esa inversión, ceteris paribus, son mucho mayores que sus contras. Para fortalecer sus análisis y conclusiones los inversores potenciales pueden consultar la excelente “Guia de Inversión en la República Dominicana” que recién publicó (sept.2022) PRODOMINICANA. También pueden consultar la Guía de Inversión Turística que desarrollara antes la OMT para nuestro país con auspicios del MITUR.
MITUR.file:///C:/Users/Juan%20Llado/Downloads/LISTADO%20DE%20PROYECTOS%20CONOCIDOS%20POR%20CONFOTUR%20EN%20VIRTUD%20DE%20LA%20LEY%20158-01%20SOBRE%20FOMENTO%20AL%20DESARROLLO%20TURISTICO%20DESDE%20EL%202002%20HASTA%20MARZO%20-%202023.pdf