No me refiero a amenazas de cambios en el Código Penal con respecto a este tipo de abuso llamado en psiquiatría como Pedofilia. Me refiero a las duras palabras de Jesús sobre un vicio que ya existía en su tiempo: el escándalo que destruye la inocencia infantil a temprana edad. No es lo mismo descubrir poco a poco y evolutivamente el sexo a través de encuentros normales con grupo de pares y diálogo (preguntas y respuestas) con padres, profesores, etc. que encontrar esas realidades en forma abrupta, imprudente e impropia, y hasta violenta en forma de amenazas en épocas tempranas de la vida y todavía peor aún ser víctima de abuso por parte de quien debería cuidar y proteger como es el caso de padres, padrastros, tíos, parientes mayores y de personas cuyo papel es iluminar el camino de la vida como profesores, guías espirituales, etc. Y eso es precisamente a lo que me refiero en esta reflexión de hoy publicada en este prestigioso periódico digital basado en respetar valores éticos, familiares y patrióticos.

En el Evangelio de San Mateo 18, 1-10 Jesús hace una advertencia durísima en contra de los que se atreven a escandalizar a un niño: “Pero a quien escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgasen al cuello una piedra de molino y lo arrojen al fondo del mar. ¡Ay del mundo por los escándalos! Es inevitable que sucedan escándalos. Pero ¡ay del hombre por quien viene el escándalo. Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños. Pues os digo que sus ángeles en el cielo contemplan continuamente el rostro de mi PADRE del cielo”.

En el marco de un Jesús caracterizado por la dulzura, la mansedumbre y el perdón setenta veces siete, este lenguaje se sale del patrón normal del Divino Maestro, en su paso por este mundo.

Recientemente y en repetidas ocasiones el Papa Francisco ha sido muy tajante con los casos de pedofilia en sacerdotes y religiosos y ha dirigido sus dardos al negocio de la PORNOGRAFIA INFANTIL, considerada como uno de los crímenes peores en la industria moderna y en los negocios hoy en día.

Considero que este sucio y asqueroso negocio va a la par del narcotráfico y de la corrupción en el Estado y en el sector Privado.