Hace veinte años que, organizando los preparativos para poner en circulación mi libro “Bajo la penumbra de un sueño”, publicado en el año 2003, bajo el sello de Editorial Gente, en el cual incluí un poema que le escribí a Ramón Oviedo, conocí a Omar en su plena adolescencia. Él, diligente como siempre, me llevó a la casa del gran maestro de la plástica dominicana y universal.

En esa ocasión, en la que visité al maestro, él residía en Alma Rosa. Al decir de Omar, Oviedo amaba ese nombre, tanto como al de su ciudad natal Barahona.

Recojo las palabras del maestro en la puesta en circulación de mi libro, mientras se dirigía al público: “No conocía a Nino Féliz, pero por lo que la gente dice, me parece que es un hombre bueno”.

Omar Molina Oviedo preside actualmente la respetable Fundación “Ramón Oviedo”; y desde este importante espacio de la cultura, este talentoso joven artista le rinde homenaje permanente a su querido abuelo.

Le agradezco infinitamente a Omar Molina Oviedo que, en su condición de presidente de la fundación que dirige, nos haya concedido una visita guiada a un grupo de profesores y a mis alumnos de la UASD para visitar la maravillosa exposición donde se exhiben cerca de quinientas obras del maestro Oviedo. De las más de diez mil que creó con su ingenio.

Debo decir que, a mis años, he participado en muchas exposiciones, dentro y fuera del país, pero esta es una de las de mayor dimensión. Esta exposición ocupa tres niveles del Museo de Arte Moderno, ubicado en la Plaza de la Cultura.

Delegaciones de instituciones públicas y privadas están participando y observando a través de la visita guiada que nos ofrece Omar Molina Oviedo, a fin de que podamos interpretar el contenido temático, estético e histórico de la obra del maestro de la plástica. Esta modalidad participativa, emocionante, social y creativa, constituye una gran oportunidad para visitar la exposición ¡Oviedo 100 Años!

Me permito despedirme de este artículo, casi diálogo, citando un párrafo del antológico texto de la autoría del presidente de la fundación, Omar Molina Oviedo, el cual nos recibe, y debemos leer, al inicio del recorrido que haremos en la visita al museo. Cito:

“Oviedo convirtió su taller en el templo desde el cual ejercía el sacerdocio de su oficio. Era un universo, adornado por la grandeza de lo simple…”.