Jesús tu historia siempre me conmueve. Tu mensaje de amor es revolucionario y trascendente, por eso acudo a ti, envuélvenos en tu gracia, para que desde la misericordia aprehendamos la compasión que nos impulse a aliviar y evitar el dolor que produce el abuso a personas en absoluta vulnerabilidad.

El papa Francisco ha expresado que[1]: "donde haya exclusión, florezca la fraternidad" seamos "constructores de tu Reino", junto a "todos los habitantes de las periferias". "Si queremos cooperar con nuestro Padre celestial en la construcción del futuro, hagámoslo junto con nuestros hermanos y hermanas migrantes y refugiados”.

El representante máximo de la iglesia católica ha afirmado, “la presencia de los migrantes y refugiados representa un enorme reto", pero también es "una oportunidad de crecimiento cultural y espiritual para todos". Gracias a ellos "podemos madurar en humanidad y construir juntos un ‘nosotros’ más grande". Esto genera "espacios de confrontación fecunda entre visiones y tradiciones diferentes" y descubrimos "la riqueza que encierran religiones y espiritualidades desconocidas para nosotros". ¨No son invasores, no son destructores, no son usurpadores, sino trabajadores bien dispuestos, instrumentos para "conocer mejor el mundo y la belleza de su diversidad", portadores de "dinámicas revitalizantes y animadores de celebraciones vibrantes"¨.

Corona su discurso cuando expresa: "Su trabajo, su capacidad de sacrificio, su juventud y su entusiasmo enriquecen a las comunidades que los acogen". “La inclusión de los más vulnerables es una condición necesaria para el Reino de Dios”.

Te ruego, que así sean acogidos y acogidas los cientos de personas que están saliendo ahora y han salido antes desde República Dominicana a buscar opciones de mejoría económica en otros países. Y, que así trate este país que amo, a las personas que llegan a nuestro territorio en busca de mejores condiciones de vida.

Ruego que nuestras autoridades recuerden que los Estados tienen derecho a ejercer jurisdicción en sus fronteras internacionales, pero deben hacerlo de conformidad con sus obligaciones en materia de derechos humanos. Y que como país podamos trabajar para crear el mundo que queremos en dignidad y equidad. Migración organizada no puede ser óbice para la discriminación, muy por el contrario, significa ausencia de corrupción, organización funcional de la administración pública a cargo, y una adecuada política de seguridad y defensa.

Te pido, que podamos proteger a todas las personas que habitan nuestro territorio, que seamos capaces de construir una sociedad en donde sea posible trabajar en condiciones seguras y enriquecedoras.

Por una sociedad que sea capaz de escuchar las historias de vida de las mujeres, los hombres, las niñas y los niños migrantes y generar empatía. Que tenga capacidad de comprender que los motivos para migrar de quien llega al país no se diferencian de los de nuestra diáspora; y desde ahí, podamos construir espacios de organización y buen trato.

Que consigamos alternativas adecuadas para organizar la migración sin maltratar a las personas más desvalidas. Y que erradiquemos toda la corrupción, tráfico y abuso que esta situación genera. Que podamos asignar las “culpas” a quienes la merecen y no a quienes nos sentimos con el poder de maltratar, porque en su condición de pobreza y marginalidad consideramos que no pueden, ni deben defenderse. Te pido también, no generar tanta desesperanza, desesperación y dolor que a quienes estamos tratando tan mal sientan que ya no tienen nada que perder y actúen en consecuencia…

Ruego por la comprensión de que las narrativas dañinas contra personas migrantes no solo les afecta a ellas, sino a toda la sociedad, ya que corroe y exaspera preocupaciones y ansiedades sociales subyacentes. Ruego porque recordemos que no hacer daño, es un fin primordial del Estado.

Jesucristo, en este día, para terminar esta oración, te pido que todas las autoridades dominicanas lean el artículo del querido y admirado César Pérez titulado “De Mano de Obra Haitiana y Objetividad[2]” para que así adquieran la capacidad y la conciencia necesaria para construir un discurso que nos salve de la vergüenza.

Amén.

[1]Los tres primeros párrafos son casi íntegros de la noticia en este enlace, sobre el mensaje para el 108º Día Mundial del Migrante y del Refugiado, el 25 de septiembre:  https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2022-05/papa-migrantes-no-invasores-su-aportacion-enriquece-humanidad.html

[2] https://acento.com.do/editorial/de-mano-de-obra-haitiana-y-objetividad-9138881.html?fbclid=IwAR20A-uf6gOsV1PeLHGilJZxE2JFmHavITappR2zHFRjUfpC4-_Yxctkl_E