La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (ODS), fue aprobada en la Asamblea General de la Naciones Unidas (ONU) celebrada el 15 de septiembre del año 2015 en su sede de New York. Como tal, dicha Asamblea estableció una visión transformadora hacia la sostenibilidad económica, social y ambiental de los 193 Estados miembros de dicha organización multilateral.

Como se conoce, la Agenda 2030 es el resultado de un proceso de consultas amplio y participativo nunca visto en la historia de la ONU que representa un consenso emergente multilateral, entre los gobiernos y los actores sociales claves de cada uno de los países miembros, el sector privado y las academias. No obstante, las bases normativas de dicha agenda parten de la Carta de las Naciones Unidas del año 1945, así como de las conferencias y convenciones realizadas por la ONU hasta el año 2014.

En tal sentido, la Agenda 2030 es una oportunidad histórica para América Latina y el Caribe, ya que prioriza temas sumamente importantes para la región, entre otros: (1) la erradicación de la pobreza extrema; (2) el mejoramiento de la calidad de la educación en todos los niveles; (3) la reducción de la desigualdad en todas sus dimensiones; (4) el crecimiento económico inclusivo con trabajo decente para todos/as; (5) ciudades sostenibles y, (6) la puesta en marcha de acciones para prevenir, enfrentar y mitigar el Cambio Climático.

Como tal, dicha Agenda es civilizatoria, ya que pone la dignidad y la igualdad de las personas en el centro de las políticas públicas que deben poner en marcha los Estados y los Gobiernos miembros de la ONU. Como se observa, el compromiso es universal y fue asumido por todos los países desarrollados y en vías de desarrollo por consenso. En sentido amplio, el compromiso se propone fomentar la paz, el bienestar colectivo y la prosperidad compartida, a través de la implementación de estrategias y políticas públicas nacionales, regionales y globales, con miras a lograr sociedades más justas e igualitarias.

En tal sentido, la justificación para procurar el desarrollo sostenible está sustentada en que, la especie humana habita en un Planeta que es Finito, cuyos patrones de consumo son desmedidos, depredadores e irracionales, pese a que la mayoría de las personas a nivel planetario sabemos que la Tierra dispone de recursos naturales limitados (nutrientes en el suelo, agua potable, minerales, entre otros), los cuales son susceptibles de agotarse si continuamos con el consumo y el derroche que estamos fomentando inconsciente e irresponsablemente (ONU, 2019).

Según los estudios realizados por la OMS, la OPS y la propia ONU, desde la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, se han obtenidos logros históricos en: (a) la reducción de la mortalidad infantil; (b) el mejoramiento de la salud materna y lucha contra el VIH/sida, la malaria, las enfermedades infantiles prevenibles; y, (c) la mortalidad materna y la prevención del VIH/SIDA (ONU-OMS-OPS, 2019). Sin embargo, la pandemia del Covid-19 ha dejado muy mal parados a los sistemas de salud preventivos y curativos de los países desarrollados y en vías de desarrollo en todos los Continentes.

No obstante se sabe que, pese a los avances referidos en el párrafo anterior en materia de salud preventiva y curativa, todos los años mueren más de seis (6) millones de niños antes de cumplir cinco años y dieciséis mil (16,000) menores fallecen a diario, debido a enfermedades prevenibles, tales como el sarampión y la tuberculosis. Además, se sabe que todos los días mueren cientos de mujeres durante el embarazo o en la labor de parto en las regiones pobres de los países en vías de desarrollo, ya que sólo el 56 % de los nacimientos en las zonas rurales son asistidos por profesionales de la salud capacitados (OMS, OPS, 2019). En tal sentido, el Objetivo número tres (3) de los ODS asume el compromiso de lograr una cobertura universal de salud y facilitar medicamentos y vacunas seguras y eficaces para todos (ODS, 2030).

Además, el Objetivo número tres (3) tiene como propósito apoyar la investigación y el desarrollo de vacunas. En tal sentido y para realizar las investigaciones requeridas, la ONU formó a profesionales de diversas áreas del saber científico, especialmente en el campo de la salud, la economía, la psicología, la psiquiatría, la planificación estratégica y estadísticas, período 2016-2019.

Como se sabe, los profesionales formados por las Naciones Unidas dominan los aspectos que tienen que ver con la definición, manejo, verificación y sistematización de los Indicadores de logros de cada uno de los diecisiete (17) Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), formación que tuve el privilegio de recibir  junto a otros destacados latinoamericanos y dominicanos.

“Un gobierno eficaz, transparente, responsable y confiable, que actúe bajo el predominio de la Ley, es la base de un desarrollo sostenible, no el resultado de este (Kofi Annan).