El medio electrónico El Español presenta un artículo con un título dramático: Pelé, el rey sin pueblo que cambió el fútbol para siempre, disponible en el siguiente enlace:
La foto con que ilustro estas “Divagaciones” muestra la grandeza que no admite comparación: es el único que ha obtenido tres copas mundiales. Desde que apareció en el Mundial de 1958 celebrado en Suecia, inició la racha mundialista que siguió en el Mundial de 1962 en Chile –aunque con problemas musculares de Pelé– fueron campeones por segunda vez. La tercera llegó en el Mundial en México de 1970.
Luego del Mundial de 1974, se retiró… por el momento, porque a causa de inversiones malas, decidió recuperarse financieramente, y volver al fútbol. Recibió ofertas millonarias del Real Madrid y de Juventus. Pero se fue al Cosmos de New York en la North American Soccer League –predecesora de la actual Major League Soccer– y que se desmanteló a los pocos años.
Sirvió para que los dominicanos pudiéramos apreciar al Rei do Futbol –como este escribidor– en la visita del Cosmos al Estadio Olímpico “Juan Pablo Duarte y Díez” en la gira realizada en 1975. Una pasión arraigada por mi estancia en Perú, años antes, en la Escuela de Graduados en Administración de Negocios (ESAN) y gané con otros compañeros la apuesta que ellos le llaman “polla” a que ganaba Alemania Federal. Recuerdos que alimentaron mi identidad con el fútbol cuando llevaba a mi hijo Miguel Sulion Sang a La Salle a que Pascasio Mendoza le insuflará la pasión futbolera.
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¿Podría Pelé incentivar el fútbol dominicano, hoy con su recuerdo, como quiso hacerlo en New York con el Cosmos en los años 70 del siglo pasado? En Brasil, principalmente en el Santos, equipo donde militó toda su carrera futbolística, donde la niñez juega con el ideal de que Pelé salió de la pobreza. Algo así pasa aquí con el baseball, pero la diferencia es que Pelé fue siempre solidario con el brasileño común y hombre de la calle.
Podríamos esperar la Copa del 2026 que tendrá como sede a la América del Norte y con 48 selecciones, lo que nos promete más sorpresas y un aumento exponencial de las probabilidades.
México, Canadá y Estados Unidos tienen el encargo de proveernos muchas y nuevas novedades en el planeta “fútbol”.
Hasta una selección dominicana podría colarse para el Mundial de 2026 si es que la Liga Dominicana de Fútbol, la Federación Dominicana de Fútbol (Fedofútbol) y el Ministerio de Deporte se dispongan en programa de largo plazo y gran aliento como ¿lo hicieron Marruecos, Camerún, y Senegal?
Hablando con mi nieto Andrés McFarlane, de nueve años, discutimos sobre los dominicanos en la “Gran Carpa futbolística” de la UEFA, paralela a la otra “Gran Carpa beisbolística de la MLB”, donde somos campeones vigente en el Clásico Mundial del Béisbol, como para contar con una selección de dominicanos estrellas en las ligas de estandarte en el mundo.
Creo que soy exagerado, para el 2026 es muy pronto para pretender ir a un mundial, pero Trinidad-Tobago lo hizo igual que Costa Rica. ¿Por qué no pensar que los jóvenes que están clasificando para torneos internacionales sub- 16 y hasta sub-20 estarían listos para ser opción en el Mundial del 2030, que Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay aspiran a ser la sede por cumplirse el primer centenario del Mundial de 1930 celebrado en Montevideo?
Entonces, sería una sorpresa que falta… ya que tuvimos un domínico-suizo, el centrocampista Rubén Vargas (jugador del Augsburgo en Alemania, hijo de padre dominicano y madre suiza) en Qatar. Es como para seguir el ejemplo del surgimiento de las selecciones africanas con jugadores migrantes o hijos de migrantes. Un ejemplo: Mbappé.
Para terminar con una nota optimista: recomendamos leer en el enlace siguiente: https://futboldominicano.net/futbolistas-de-origen-dominicano-destacados-en-el-extranjero/
Nos presenta la militancia de futbolistas dominicanos en el extranjero, una posible cantera de nuestra selección junto con el material humano forjados en una Liga Dominicana de Fútbol más ambiciosa.
Apelo a la intercesión del “Rei Pelé”, quien reside en los cielos dónde se juega balompié, soccer o fútbol, como lo hemos hecho durante los últimos treinta años y avanzando.