Este sábado 13 de febrero, en República Dominicana hubo muchos discursos de cumplido y ninguna reflexión sobre el Día Mundial de la Radio, tal vez por la misma ligereza que se vive la cotidianidad.

Tremendo descuido. La situación actual del uso de ese resiliente instrumento de información masiva, en el país, hace mucho que demanda una mirada crítica. Sigue acumulando déficit de calidad.

Se ha impuesto el culto a la banalidad bajo el alegato falso “eso es lo que vende, eso es lo que le gusta a la gente”. Han generalizado la bulla opinativa, discursos verbales ofensivos, canciones pervertidoras, improvisación, morbo, posverdad y chantajes, en desmedro de la producción, la información veraz, el diálogo y los temas de interés comunitario. Postura huérfana de ética que cada vez más ahuyenta a las audiencias.

Sólo voces aisladas han reparado en las consecuencias fatales para una sociedad en descomposición. Y nadie, en que la creación del Día tuvo como objetivo fundamental contribuir al prestigio de este medio. Nunca a denigrarlo hasta la vergüenza.

En RD operan 219 emisoras de FM y 150 de AM (incluidas las comunitarias apadrinadas por el Gobierno), conforme datos del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel). Pero pocas de esas estaciones instaladas en el territorio nacional estructuran sus parrillas programáticas a partir de los intereses colectivos. Las provincias, las regiones, los sin voz, apenas cuentan. Ninguna responsabilidad social para redituar al Estado como dueño espectro de las frecuencias y el que autoriza a transmitir en el éter. Algunas actividades radiofónicas de esas empresas se limitan a objetivos de responsabilidad empresarial, no a un diseño transversal a los intereses comunitarios. Distan de la urgencia de construcción de poder local para gestionar el desarrollo entendido como bienestar de la gente.

Las emisoras comunitarias están llamadas a cumplir un rol muy importante en la construcción de ciudadanía y en el servicio de información de calidad a las personas de los pueblos. Sin embargo, les cortaron las alas desde su nacimiento, asignándoles –a muchas de ellas- frecuencias al final del cuadrante y potencias de transmisión insignificantes para que no pudieran competir con las comerciales. El Gobierno debería priorizarlas; comenzar por equipamiento, aumento de la potencia e inversión sostenida en capacitación con un enfoque alternativo.

El Día Mundial de la Radio, la directora general de Unesco, Audrey Azoulay, ha dado razones para consolidar la radio en el mundo: “Porque necesitamos más que nunca este medio de comunicación universal, humanista, portador de libertad. Porque, sin la radio, el derecho a la información, la libertad de expresión y, con ella, las libertades fundamentales, se verían debilitados; también la diversidad cultural, ya que las radios comunitarias son las voces de quienes no tienen voz”.

Hace una década que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (Unesco) instituyó el Día Mundial de la Radio, tras una propuesta que había formulado en 2008 el presidente de la Academia Española de la Radio, Jorge Álvarez, al director general de la institución, Koichiro Matsuura. Propuesta formalizada por el gobierno español a través de su embajador, Ion de la Riva.

En noviembre de 2011, la 36 Conferencia General de la Unesco “impulsó la creación del Comité del Día Internacional de la Radio, para promover  las celebraciones anuales de ese día y así contribuir al prestigio de ese medio de comunicación en el mundo”.

Y la Asamblea General de la ONU, celebrada el 18 de diciembre de 2012, mediante la resolución 67/124, escogió el 13 de febrero, por ser el día en que se estableció la Radio de las Naciones Unidas, en 1946. https://es.wikipedia.org/wiki/D%C3%ADa_Mundial_de_la_Radio.

Para este 2021, bajo el lema “Un nuevo mundo, una nueva radio”, la Unesco ha querido recordar que la radio, desde su fundación, hace 110 años, ha servido para seguir los acontecimientos de la humanidad. Y ha citado la cobertura a la pandemia de SARS-CoV-2, que provoca la covid-19; los esfuerzos para disminuir la desinformación, educar y promover las medidas preventivas, entre otros aportes.

Para esta edición, el tema es: “Nuevo mundo, nueva radio”.

Se trata de un homenaje a la resistencia de ese medio, a su capacidad de adaptación permanente al ritmo de las transformaciones de la sociedad y de las nuevas necesidades de los oyentes. A su fácil acceso en cualquier lugar y en cualquier momento. Y a representar un espacio donde las voces se puedan expresar, verse representadas y sentirse escuchadas, porque la radio sigue siendo el medio más consumido en el mundo”.

Ha dividido el tema en tres:

Evolución, el mundo cambia, la radio evoluciona. Se refiere a la resistencia de la radio y su sostenibilidad.

Innovación. El mundo cambia, la radio se adapta e innova. Ha tenido que adaptarse  a las nuevas tecnologías para seguir siendo el medio de la movilidad, accesible en todas partes y para todos.

Conexión. El mundo cambia, la radio se conecta. Destaca los servicios de la radio para nuestra sociedad: desastres naturales, crisis socioeconómicas, epidemias.

https://es.unesco.org/commemorations/worldradioday.

En República Dominicana, el Día Mundial de la Radio debería ser tomado como excusa para que el Estado y la Asociación Dominicana de Radiodifusoras (Adora), sin prenociones, conversen sobre el estado actual de ese medio y las responsabilidades para contribuir a una sociedad en bienestar, basada en valores. Y Unesco, orientar su activismo y recursos hacia el impulso de una nueva radio provincial (AM, FM, Internet), mediante capacitaciones y gestión de tecnología, para que sean promotoras permanentes de la construcción del poder local.

Hay que comenzar a equilibrar la carga.

Tony Pérez, periodista, locutor, Máster en Políticas y Planificación de la Comunicación, diplomados en radio. tonypedernales@yahoo.com.ar