El pasado 24 de abril tomaron posesión las autoridades municipales luego de unas elecciones en febrero que tuvieron una baja afluencia ciudadana, en parte por la apatía de la campaña y quizás también porque todavía no hay una consciencia colectiva muy fuerte respecto de la gran importancia que tienen los ayuntamientos en la vida cotidiana y su labor fundamental para el ejercicio de los derechos de las personas.

En el caso del Gran Santo Domingo, con excepción del Distrito Nacional, las autoridades municipales son nuevas y por tanto, pasarán por un período de adaptación a las dinámicas propias de la gestión municipal. Y si bien hubo cambio de gestión en la mayoría de los municipios y comienza un nuevo cuatrienio, los retos del Gran Santo Domingo en conjunto siguen siendo los mismos.

Como ciudadanos tenemos que empujar para que en este cuatrienio los municipios del Gran Santo Domingo comiencen a recorrer la senda de una ciudad más amigable, con servicios públicos de mejor calidad, con un tráfico más organizado y donde no agotemos nuestro tiempo en los horribles tapones que hay a todas horas. Sacar la ciudad del caos es un imperativo, una tarea urgente y muy pendiente para el ejercicio efectivo de los derechos fundamentales y el mejor desarrollo de sus habitantes.

La campaña que pasó fue demasiada insípida, tanto que parecía vacía, como si estamos ante un continuum ad nauseam de cuatro años de gestiones pobres y sin dar con soluciones sostenibles a los retos y problemas de Santo Domingo. Ejemplo de esto ya lo comenzamos a vivir desde finales de abril a la fecha con los temporales de primavera que nos recuerdan el trauma colectivo del 4 de noviembre de 2022.

Basta ya de pasarnos cuatro años con autoridades que no dan resultados concretos en el mejoramiento de la calidad de vida de la gente y por eso es vital que se exijan políticas concretas para este fin. Santo Domingo no puede pasar cuatro años sin dar saltos cualitativos para todos sus habitantes y en ese sentido es fundamental que el debate público local comience a centrar esfuerzos en la resolución de los problemas fundamentales y las acciones a tomar.

Con ello me refiero puntualmente a:

1.-Gestión de residuos sólidos: Los ayuntamientos deben dar los pasos necesarios, con el acompañamiento del gobierno central, para la implementación de un sistema integral y sostenible de gestión de residuos para el Gran Santo Domingo. La ciudad no puede seguir con un manejo propio de mitad del siglo pasado y sobre todo pobre y deficiente. Es vergonzoso el nivel de acumulación de desechos que presentan todos los municipios y especialmente, Santo Domingo Este.

2.-Ordenación del tránsito y el tráfico: Una parte importante de los problemas del malvivir en el Gran Santo Domingo tiene que ver con el desorden en el tránsito y el tráfico, la falta de aplicación de la ley y la dejadez de los ayuntamientos de asumir el control de las calles y avenidas. Mejorar la calidad de vida de la gente pasa por ser serios en la organización del tránsito vial.

3.-Recuperación y fomento de las áreas verdes y zonas recreativas: La recreación y el esparcimiento son esenciales para mejorar la vida de la gente en las ciudades. Estas actividades se fomentan con la recuperación de áreas verdes o fomentándolas a través de rehabilitaciones o adquisiciones estratégicas. Las gestiones anteriores han podido comprobar que cada vez que se habilita una nueva área verde o un parque, su uso es inmediato por una ciudadanía que busca con locura este esparcimiento.

4.-Drenaje o sistema pluvial: El cambio climático nos castiga fuertemente por la planificación urbana deficiente ante el crecimiento desordenado del Gran Santo Domingo. Las lluvias son hoy una calamidad para los habitantes y visitantes de Santo Domingo y por tanto, resulta muy urgente que los ayuntamientos impulsen las gestiones pertinentes para dar inicio al sistema pluvial que necesitamos para impedir que las inundaciones sigan cegando vidas y destruyendo propiedades.

5.-Movilidad: Atacar los tapones pasa por fomentar sistemas de movilidad alternativa y el uso de transporte colectivo. Para ello es preciso apoyar la iniciativa del sistema integrado de transporte de Santo Domingo; pero también, idear políticas públicas que incentiven el uso otros medios de transportes sostenibles.

Estos cinco puntos son esenciales en la gestión de los ayuntamientos que inician este cuatrienio y en los que los ciudadanos necesitamos avances serios. Por ello, toca a la ciudadanía ser vigilante y exigente con las autoridades para que no sigan haciendo una gestión cosmética y mediocre de la ciudad.