A partir del próximo jueves 11 de mayo, las autoridades del estado de Nueva York se preparan para recibir un promedio de mil inmigrantes indocumentados por día.
Para esa fecha concluye la vigencia del Título 42, medida migratoria impulsada por el gobierno del expresidente Donald Trump en 2020, relativa a la expulsión de inmigrantes indocumentados.
Esa narrativa antiinmigrante de Trump, con el apoyo de los ultraderechistas republicanos, le dio resultados positivos en su conquista de votos para llegar a la Presidencia en enero de 2017.
Más de 36 mil emigrantes esperan en albergues, calles y campamentos improvisados al norte de México y cerca de San Diego, California, esperando ese momento para cruzar la frontera hacia los Estados Unidos.
Otros 16 mil refugiados se encuentran en la misma situación en el área de Reinosa, en el estado mexicano de Tamaulipas.
A pesar de los controles y vigilancias fronterizas existentes entre México y EE.UU., cientos de ellos han logrado burlar la vigilancia de la patrulla fronteriza en la zona Sur entre ambos países, y continúan llegando en autobuses desde Texas a la ciudad de Nueva York y otros estados de la Unión Americana.
Con la entrada en vigor del Título 42 en 2020, se buscaba frenar el ingreso de miles de extranjeros de forma ilegal por las zonas fronterizas y proteger a la población en los EE.UU. de un posible incremento del contagio del virus de la COVID-19.
Al concluir esta disposición, es una preocupación para el expresidente Trump, quien aspira regresar al poder en 2024, que miles de extranjeros ingresen a EE.UU. de forma ilegal sin saber su estado de salud física, mental o delincuencial.
De acuerdo con el número de repatriados desde que entró en vigor esta disposición en 2020 bajo la administración republicana, más de 2.5 millones de indocumentados han sido deportados a sus países de origen.
¿Significa esto que los EE.UU. abrirán sus fronteras para la entrada de emigrantes de todo el mundo?
El presidente Joe Biden, temeroso de que una “invasión pacífica” de indocumentados intente penetrar a territorio estadounidense, como presagia Trump, dispuso el envío de 1,500 soldados a la frontera con México, para reforzar la patrulla fronteriza de EE.UU.
Recientemente, el secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, aseguró que, si bien el Título 42 termina esta semana, otra vieja disposición migratoria se activará de inmediato, conocida como el Título 8.
Esta vieja medida ha dado potestad a los miembros de la patrulla fronteriza para apresar y deportar de forma rápida a inmigrantes indocumentados que huyen de sus países a esta región por razones económicas, y en busca de asilo por persecución política.
La ciudad de Nueva York, considerada el mejor destino para los inmigrantes indocumentados, tenía una tasa de desempleo de 4.1% a marzo de este año, lo que podría incrementarse significativamente si las autoridades no logran frenar la avalancha de inmigrantes que pretenden ingresar a EE.UU en busca de “el sueño americano”.
Sueño que muchas veces se convierte en pesadilla al enfrentar los múltiples inconvenientes que genera vivir en un país extraño, con idioma y costumbres diferentes.
La ciudad de Nueva York y sus cinco condados (Bronx, Brooklyn, Manhattan, Queens y Staten Island) está sumergida en una grave crisis económica la cual se ha agravó a partir de la llegada de la pandemia de la COVID-19, en la que se perdieron miles de empleos no recuperados por el cierre definitivo de empresas y negocios.
Con el salario mínimo de $15 dólares la hora, se le hace imposible a los residentes legales enfrentar los altos precios de los productos básicos para la alimentación, los excesivos costos de renta de casas, apartamentos ($1,600 mensuales por una habitación) o un cuarto para dormir “roomates” independiente ($800 mensuales).
Muchos emigrantes abandonan sus países huyéndole al crimen y la inseguridad ciudadana creyendo que, en los Estados Unidos, especialmente en la ciudad de Nueva York, no existen tales males.
Pero los reportes policiales sobre la criminalidad indican que esta es tan violenta como las que quieren abandonar en sus países de origen. Y ni hablar del tráfico y consumo de drogas narcóticas que no han podido controlar las autoridades.
La Gran Manzana, como popularmente se le conoce, tiene sus encantos y atractivos que, a pesar de sus males e inconvenientes, sigue siendo la más visitada por millones de turistas anualmente.
No más restricciones
El 11 de mayo también concluye la emergencia de Salud Pública para frenar la propagación de la COVID-19 que se dispuso en el gobierno del expresidente Trump, en enero de 2020.
Ante el declive dramático del contagio y muerte por causa del coronavirus, las autoridades de salud de EE.UU. levantarán las restricciones de 14 días de cuarentena a ciudadanos extranjeros por no tener pruebas de vacunación contra el virus de la COVID.
Esta y otras medidas fueron recomendadas por Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE.UU. justo cuando el virus de la COVID se expandía en 21 países.