Nuestro mundo no parece ir por buen camino. A pesar de la tecnología digital y de la IV Revolución Industrial, grandes amenazas se ciernen sobre su futuro: 9 naciones poseen ojivas nucleares, el cambio climático, la creciente desigualdad, la pobreza de la población mundial, el deterioro de la sanidad y la pérdida de biodiversidad. Aplaudamos pues la iniciativa del presidente Macron de Francia para promover, en la cumbre que se celebra en París esta semana, una nueva arquitectura financiera mundial y para confrontar estos desafíos. De sus resultados podría depender el cambio de rumbo.
Macron anunció su convocatoria durante una reunión del G20 en noviembre 2022. La motivó que los recursos desplegados por las instituciones de desarrollo no han producido los deseado y que el encarecimiento del financiamiento y el incremento del resultante endeudamiento frenan las inversiones de los paises en desarrollo para hacer frente a los desafios. Tambien que las respuestas a las crisis desatadas por el Covid-19 se tienen como fragmentadas, parciales e insuficientes. De ahí que la cumbre se propone “construir un nuevo contrato entre el Norte y el Sur" con el ánimo de facilitar el acceso de los países vulnerables a la financiación necesaria para hacer frente a las consecuencias de las crisis recientes y futuras.”
De una nota de la Embajada de Francia en el país y de otras fuentes se desprende la conclusión de que la agenda de la cumbre es muy ambiciosa. A continuacion se perfilan cinco grandes desafios que están siendo abordados en la búsqueda de un nuevo mundo.
Financiamiento del desarrollo. – “Se anunciaron cuatro grandes objetivos para la Cumbre, que serán seguidos por cuatro grupos de trabajo : 1) Proveer financiación y espacio fiscal en los países con dificultades a corto plazo, especialmente a los más endeudados; 2) Fomentar el desarrollo del sector privado en los países de renta baja; 3) Promover la inversión en infraestructuras "verdes" para la transición energética en los países emergentes y en desarrollo; 4) Movilizar una financiación innovadora para los países más vulnerables al cambio climático. Además, un grupo de expertos de alto nivel, el One Planet Lab, se encargará de formular propuestas para movilizar fuentes de financiación innovadoras.”
Se espera que lo anterior implique una reforma sustancial del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. De mayor trascendencia para los paises vulnerables y emergentes sería una activación del Club de Paris para condonar o reestructurar su deuda bilateral, mientras tambien se pueda considerar la deuda multilateral. Una propuesta de quien esto escribe es que las agencias multilaterales de financiación al desarrollo presten sus recursos a una tasa de interés que sea igual al promedio de las tasas activas de la banca del Primer Mundo. ¿Por qué victimizar a los paises pobres con tasas superiores?
Cambio climático. – “La transición hacia un mundo de «neutralidad climática» requiere enormes transformaciones de sectores clave de la economía. Exige financiación a largo plazo, entregada progresivamente y entraña riesgos para los inversores". “Mientras tanto, todos los países deben ser capaces de adaptarse y hacer que sus economías sean resilientes frente al cambio climático.” “Mientras la crisis climática amenaza sobre todo a los países del Sur Global (y en particular a los Estados insulares), la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, lidera desde la COP26 una iniciativa de financiación de la acción climática. Esta "Iniciativa de Bridgetown" aspira a facilitar el acceso a la financiación internacional de los países más vulnerables al cambio climático para que puedan responder mejor a los retos climáticos.”
Mottley aboga por que las condiciones de financiación se adapten a las realidades de cada pais y el nuevo presidente del Banco Mundial aboga por un acuerdo concertado entre todos los paises. En la cumbre se espera además viabilizar el cumplimiento con la financiación de 16,000 millones de dólares para el clima que se prometió a los países del Sur en 2015, en la famosa “COP 21”. En el caso de nuestro pais las infraestructuras “verdes” deberán seguir los lineamientos del Plan Nacional de Infraestructura 2020-2030 elaborado con asistencia del Banco Interamericano de Desarrollo. La RD figura entre los diez paises que mayor impacto recibirá del cambio climático.
Desigualdad y pobreza. – A nivel mundial, una de las consecuencias del Covid-19 fue el aumento de la pobreza en mas de 120 millones de personas. “La pobreza va más allá de la falta de ingresos y recursos para garantizar unos medios de vida sostenibles. Es un problema de derechos humanos. Actualmente, alrededor del diez por ciento de la población mundial vive en la pobreza extrema y tiene dificultades para cubrir sus necesidades más básicas, como la salud, la educación y el acceso al agua y al saneamiento.” El nuevo presidente del Banco Mundial piensa que la mejor forma de combatir la pobreza es la creación de empleos, pero reconoce que los problemas de la pobreza y el cambio climático están entrelazados.
Mientras, el Secretario General de la ONU advirtió “que las múltiples crisis que asolan al planeta como las secuelas de la pandemia del COVID-19, la guerra en Ucrania y las catástrofes asociadas al cambio climático, están acelerando la desigualdad y provocando “un impacto devastador” en las personas más pobres y vulnerables.” “El crecimiento de la desigualdad, ya sea económica, de género u otra clase, está transformando la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible en un espejismo de lo que podrían haber sido.”
Biodiversidad y recursos naturales. – “El 2023 es el punto de partida para implementar el nuevo Marco Mundial sobre Biodiversidad. Adoptado en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Diversidad Biológica (COP15) en diciembre del 2022, el acuerdo establece una visión para que todos los sectores de la sociedad trabajen en conjunto para remodelar nuestra relación con la naturaleza.” Por ejemplo, “si observamos la situación de la República Dominicana en este mes de junio, que marca el inicio de la temporada de huracanes, cabe decir que el principal problema es la gestión del agua: ¿demasiada agua? ¿insuficiente? Sobre todo, el recurso azul está mal distribuido y gestionado, y podría convertirse en un grave factor de tensiones sociales.”
Situación sanitaria. – Según Naciones Unidas, “alarma el hecho de que millones de personas no tengan acceso a unas intervenciones que salvan vidas y mejoran la salud. El gasto directo en atención de salud tiene unos efectos catastróficos para más de 1000 millones de personas, y arroja a la pobreza extrema a centenares de millones. Esta situación ha empeorado a causa de la COVID-19.” Debera adoptarse un “firme compromiso para reorientar sus sistemas de salud basados en la atención primaria de salud como pilar para lograr la salud para todos y llegar en primer lugar a las personas más desatendidas. Alrededor del 90% de las intervenciones pueden realizarse utilizando un enfoque de atención primaria de salud; desde la promoción de la salud hasta la prevención, el tratamiento, la rehabilitación y los cuidados paliativos, estas intervenciones podrían salvar 60 millones de vidas para 2030.”
Resulta conveniente mirar antecedentes para evaluar las posibilidades de éxito de la ambiciosa agenda de la cumbre de Macron. Una cumbre similar celebrada en Paris en el 2005 sobre la eficacia de la ayuda al desarrollo y al logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio concluyó: “Reconocemos que si es necesario aumentar el volumen de la ayuda y de los otros recursos del desarrollo para lograr estos objetivos, también es preciso aumentar al mismo tiempo de manera significativa la eficacia de la ayuda al Desarrollo, así como respaldar el esfuerzo que realizan los países socios reforzando sus gobiernos y mejorando el desempeño del desarrollo.” Como la cumbre de Macron persigue esencialmente estos fines, hay razones para ser cautelosos con el entusiasmo sobre la cumbre de esta semana (del 20 al 22 del presente mes).
Sin embargo, Francia ha protagonizado algunos de los más grandes jalones de progreso de la humanidad. A pesar del Sermón de Montesinos y las Leyes de Burgos constituyeron una estertórea defensa de los derechos humanos, fue con el lema “Libertad, Igualdad y Fraternidad” resultante de la Revolución Francesa de 1989 que se sentaron las bases para consagrar esos valores. Esa revolución acabó con la monarquía y el sistema de clases del orden feudal y consagró la libertad y la igualdad ante la ley, bases del actual Estado de derecho. Tales valores han normado la vida democrática en muchos paises y de ahí las Naciones Unidas extrajo inspiración para entronizar la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Habrá que esperar ansiosamente los logros de Macron para determinar si su iniciativa se corona con grandes realizaciones para el desarrollo mundial. Después de todo, a las economías del Primer Mundo le conviene mucho el posible desarrollo de los paises vulnerables y emergentes y a Francia se le reconocería por su Cumbre de las Luces.