Introducción 

1.- Nada quita que un individuo que luce rozagante, muy vigoroso, no sea más que un débil de espíritu, con una forma senil de pensar, la de un anciano.

2.- La manera de razonar no guarda relación con la edad. Los años solo marcan los períodos de existencia, sin relación alguna con la corriente política sustentada. De ahí que para la juventud norteamericana, sería una bendición aceptar y ejecutar las ideas de Noam Chomsky, y los caribeños y latinoamericanos se sentirían ser unos benditos si siguieran y llevaran a la práctica el conjunto de ideas del uruguayo y ciudadano del mundo, José Mujica.

3.- El pensamiento político sirve para saber si un ente social está ubicado en el presente que ya es añejo, o en el porvenir que señala el futuro, lo que viene, que trae lo nuevo.

I.- La juventud dominicana que ahora se inicia en la política

4.- Con motivo de la campaña electoral que ahora se desarrolla en nuestro país, están incidiendo jóvenes que por primera vez hacen acto de presencia y exponen sus ideas políticas

5.- De las jovencitas y los jovencitos recién llegados al quehacer político nacional dominicano, no hemos escuchado ningún pronunciamiento novedoso, nada que pueda considerarse como innovador, rompedor con el statu quo.

6.- Hasta ahora, los nuevos actores políticos dominicanos, lo que han hecho es continuar con la vieja conducta de hacer politiquería, esa que se reduce a formular críticas personales al adversario, pero sin cuestionar el azaroso y deshumanizado orden social establecido ya decadente.

7.- A lo mejor tienen escondidas las opiniones que les ubican como jóvenes de ideas renovadoras, porque las que han hecho públicas son atrasadas, antiguas, muy pasadas de moda.

8.- Quisiéramos, al igual que el pueblo dominicano en general, que la nueva generación de políticos prueben que con sus ideas llegó la nueva forma de hacer política con altura, porque ha tomado preeminencia el trabajo político que busca la renovación social.

9.- Las mujeres y los hombres que en el país desde siempre han estado interesados en el progreso económico, social e institucional, esperan que los jóvenes que se inician en la política la tomen con sentido ético, democrático, cívico y social.

10.- Ojalá que la juventud que acaba de llegar a la acción política, tenga en su ideario modernizar el trabajo político, para que de su esfuerzo resulte la rehabilitación ética y moral de la vida pública que tanto se necesita.

II.- Corresponde a los jóvenes políticos nuevos, cambiar el añejo orden social dominicano

11.- Es penoso y hasta vergonzoso que estos muchachos que están haciendo por primera vez actividad política, lleguen para seguir en la actual politiquería que asquea y repugna. Es algo nauseabundo.

12.- Para las muchachas y los muchachos que con sus caras nuevecitas están haciendo politiquería sistémica, lo mejor sería que se ocupen de otra cosa útil, y no vengan a trillar el mismo camino del accionar politiquero, que para la gente buena de aquí ya resulta una actividad de baja estofa.

13.- Se hace necesario que los jóvenes se inicien en la política con ética y moral; que empiecen siendo leales con su pueblo; abriéndose camino para enseñar a hacer política con honestidad, en fin, comenzar con ideas al margen del vigente modelo económico que ya tiene hundido a nuestro país.

14.- De todo corazón, quisiéramos que la juventud que recién llega a la actividad política, no se convierta en una nueva frustración moral; desilusión de progreso y desencanto institucional.

15.- Nuestro país necesita jóvenes que, con bríos y talento, vengan a renovar la actual anciana y dañina sociedad dominicana, moralmente degradada, con un régimen social injusto, sostenido en la desigualdad y con instituciones infuncionales que solo esperan por nuestros pimpollos para que las pongan nuevas, las hagan diferentes para que sean otra cosa.

16.- Es de desear que la juventud dominicana, que comienza a activarse en la política, desarrolle su inteligencia a los fines de crear las premisas materiales de un ordenamiento económico y social que elimine el actual que hace indigno al ser humano.