1.- Las veces que pienso, hablo o escribo pueblo dominicano, en mi mente está la mayoría de los que estamos unidos por toda una serie de conceptos, tales como lengua y culturas comunes, pero, fundamentalmente, pienso en esa colectividad de pobres que constituye la mayoría de la población.

 

2.- La mayor parte de nuestros connacionales está en los pobres, que son aquellos que carecen de lo indispensable para tener una existencia digna, es decir, decente, decorosa.

 

3.- ¿Qué cantidad, a cuánto asciende el número de pobres que sale cada día a batallar para cambiar su condición de vida material y espiritual? De seguro que muy pocos, para no decir ninguno.

 

4.- En nuestro medio, los desamparados, la gran masa de infelices, se levantan cada día a buscársela como sea para estando hambriento, no morir de inanición.

 

5.- La necesidad de subsistir, limita a las víctimas de la pobreza a dirigir su juicio a la lucha del día a día, a la obligatoria jornada por la chaucha, por un bocado de comida.

 

6.- Entonces, resulta que el pueblo dominicano, la mayoría pobre de nuestros coterráneos se encuentra en un verdadero dilema.

 

7.- Las masas populares, no están, hoy, en condiciones, por sus propias fuerzas, de resolver la dificultad económica, política y social por la cual están atravesando.

 

8.- Es limitado el nivel de conciencia política en las grandes mayorías nacionales para comprender la causa generadora de sus males y la necesidad de luchar contra ella para liberarse de todos sus pesares.

 

9.- Ahí está la realidad objetiva nacional dominicana. La mayoría del pueblo hundida en la pobreza; desamparados por pipa; menesterosos por todas partes y sufriendo la pobretería de manera notoria.

 

10.- En el país están presentes contradicciones que solamente se superan mediante el choque, la rivalidad de oprimidos y opresores, entre el pueblo y sus adversarios.

 

11.- La debilidad de la clase obrera en número y conciencia representa una barrera para el desarrollo de la lucha social y alcanzar legítimas reivindicaciones.

 

12.- Siempre serán las masas populares las encargadas de marcar y trillar el camino para el pueblo llevar a feliz término su batalla por un futuro mejor.

 

13.- En las condiciones actuales, lo que en conjunto representa pueblo dominicano, no le es dable superar la situación de penurias que lesiona a los pobres.

 

14.- El trabajo consciente y constante debe estar dirigido a unir a hombres y mujeres del país, con sensibilidad y en disposición de accionar políticamente, a fin de haciendo una labor de masas, movilizar a los que aquí no están de acuerdo en seguir viviendo como hasta ahora.

 

15.- En cualquier análisis que se haga para comprender el rezago que existe hoy en nuestro país en el orden del accionar social y político, hay que tomar en cuenta la formación económico-social, la diversidad de clases sociales y fragmentación de las mismas.

 

16.- Se hace necesario un salto cuantitativo, caracterizado por grandes luchas de masas, con el fin de que profundice la conciencia y la necesidad de organización, con la clara visión de instaurar un nuevo ordenamiento económico y social, el cual ha de hacer posible una nueva vida para nuestro pueblo.