1.- Ha sido parte del historial del pueblo dominicano moverse entre la pobreza material y espiritual, la trampa y el engaño, la verdad a medias y la mentira parcial o total.

2.- A las dominicanas y a los dominicanos se les ha dicho que la existencia de una gran cantidad de partidos políticos, es signo de democracia fortalecida y contar con muchos medios de comunicación, entraña estar informado de manera adecuada.

3.- La realidad nos ha enseñado que tener infinidad de organizaciones y partidos políticos, no ha contribuido a la existencia en el país de una democracia al servicio de la mayoría de ciudadanas y ciudadanos.

4.- La abundancia de órganos informativos, no le ha proporcionado al pueblo dominicano una amplia y veraz información. Todo ha quedado en la proliferación de medios, pero no buena y correcta comunicación.

5.- En el ambiente político nacional dominicano, una gran cantidad o número significativo de partidos, lo único que ha servido es para enriquecer a grupos que han hecho de politiquear una forma de hacer dinero tomando como fuente el erario.

6.- Cambiar de nombre y color no hace a un partido diferente a otro. Procurar iguales fines, luchar por mantener el orden establecido, prueba que son los mismos, de semejantes objetivos politiqueros, sin tocar el modelo económico vigente.

7.- El hecho de reunirse varias personas que persiguen lo mismo, no es más que sumar voluntades orientadas a obtener beneficios y garantizar la preservación de lo que ya existe, sin tomar en cuenta lo nefasto que resulta su existencia.

8.- Engañar a nuestra gente, con la falsa esperanza de tener buena democracia por la presencia de cantidades industriales de partidos políticos, es otra de las tantas formas de engatusar y poner a las personas buenas para que actúen alocadamente.

9.- Trampear es sembrar en la conciencia popular la confianza de que el país conseguirá su democracia por la existencia de una amplia variedad de partidos, como también es falso alentar al pueblo de que estará correctamente enterado por disponer de infinidad de medios de comunicación.

10.- No es verdad que una sociedad humana, compuesta por diferentes clases sociales, va a estar bien informada por hacer uso de un montón de medios de difusión.

11.- El gran número de medios de difusión, no se traduce en garantía de que la noticia llegará a la gente tal como ha ocurrido, porque la misma puede o no estar sometida a la conveniencia de los más variados intereses económicos y políticos.

12.- Una noticia bomba, una primicia, un notición, el trabucazo que puede ser de sumo interés para la población, es tapado, callado y de cualquier forma silenciado, porque se impone la ocultación, el disimulo ante el legítimo deseo de la comunidad a estar debidamente enterada.

13.- Avisarle al pueblo; comunicarle lo que está ocurriendo; ponerlo en conocimiento; hacerle saber y en toda ocasión bien orientarle, no siempre es honrado por los medios noticiosos llamados a dar a conocer con sentido de honestidad.

14.- Así, por ejemplo, en el mes de febrero de 2023, la opinión pública nacional dominicana, comenzó a ser enterada de la sustracción, en una terminal marítima de aduanas, de 826, 733 libras de harina y, en un abrir y cerrar de ojos, desapareció esa noticia de los medios de comunicación. [i]

15.- Para lo que se llama pueblo dominicano, el asunto de la harina quedó como si nunca había sido informado, por lo que resultó lo mismo la existencia de muchos medios informativos, que ninguno. Porque la gente de a pie no es dueña de periódicos, emisoras, ni canales de televisión, no sabe dónde fue a parar la gran cantidad de harina.

16.- El pueblo dominicano debe aprender que la existencia de muchos partidos, no es señal de democracia, lo mismo que un abundante número de medios de comunicación, no hacen a una comunidad más y mejor informada.

[i] El Nacional, 21 de febrero de 2023.