I.- Los astutos
1.- Cada día que transcurre, más me formo la creencia de que la generalidad de los que en mi país se dedican al quehacer político, además de capacidad y disposición para hacer política, saben simular.
2.- No tengo la menor duda de que la mayoría de las personas que aquí hacen de la política una actividad habitual, saben que el sistema social imperante es infucional, que no da para nada bueno para el pueblo.
3.- Hay que tener más que sentido común, para moverse dentro del sistema y sabiendo que es inútil, no dejar ver su absoluta inoperancia, lo malo que es para la sociedad humana en su conjunto.
4.- No es cualquier individuo que con la mayor tranquilidad, de la manera más normal motiva a los pobres para que sigan favoreciendo con su voto el mantenimiento de un modelo económico que le trae cada vez más hambre.
5.- Hay que estar en sano juicio, con su cabeza bien amueblada, para continuamente estar impulsando al electorado dominicano para que cada cuatro años, de la manera más sumisa, vaya y deposite un papel en un cajón para así legitimar el orden social que va a continuar hundiendo a nuestro país.
6.- Que no lo ponga nadie en duda. Hay que estar muy bien, por lo alto en sus facultades mentales, para hacer que tranquila y voluntariamente una colectividad se mantenga cautiva con una forma de organización social nada humanista, pero sí muy cruel.
7.- Es una mujer o un hombre juicioso ese que logra que quienes son las víctimas de la pobreza, no se levanten ya obstinadas de tanta miseria y opresión material y espiritual.
8.- Hay que admitir que es muy equilibrado mental, ese que arrastra a miles de pordioseros a que crean que llevan la misma vida que los ricos y poderosos, que es lo mismo ser rico que mendigo.
9.- Por cualquier lugar que usted lo analice, es astuto ese que convence a los marginados de la sociedad dominicana, para que su miseria la tomen de manera serena; como si tal cosa; lo más natural del mundo, sin darle importancia y con resignación.
II.- Los simuladores
10.- Nadie me va a convencer de que ese que ha estado de por vida en la politiquería, es un nada, un comino, que no da ni para remedio. Aunque sea un don nadie, en los hechos ha demostrado que es despierto, muy agudo y también simulador.
11.- Para que la mayoría de las dominicanas y los dominicanos acepte de manera espontánea lo que no le conviene, hay que saber simular, porque no cualquiera tiene la condición de simulador.
12.- No toda persona da para mantener contenta a la población de un país y también sufriendo hambre, porque no cuadra la pobreza con la alegría.
13.- Quién dijo que era fácil, a un mismo tiempo llorar y gozar, a la par padecer y disfrutar, a la vez sufrir el peso de un sistema y juntamente alabarlo. Semejante situación solo la puede manejar aquel que se mueve simulando.
14.- No toda persona que hace política sirve para hablar claro sin quitarse la máscara. Lo que permite mantenerse como líder del sistema es cubrirse, saber ocultar, cuándo hablar, en qué momento decir la verdad o manejar la mentira.
15.- Al pueblo dominicano lo han mantenido con el juego politiquero de ser falso, pero aparentar sinceridad; simular, pero presentarse como espontáneo. En lugar de explayarse, no decir nada.
16.- No nos engañemos. Estamos bajo un ordenamiento económico y social adecuado para que triunfen aquellos que se prestan a cubrir las apariencias para no dejar ver lo que son en el fondo, simuladores.