Indudablemente el mercado laboral en la República Dominicana presenta algunas características propias de la región y otras que se podrían atribuirse a condiciones muy particulares del país en cuanto a la composición de este mercado unido a la baja educación y formación técnica del trabajador dominicano.

Cada día el sector manufacturero requiere de una mano de obra de mayor calidad que pueda insertarse a las nuevas exigencias de procesos mas automatizados, ya que la industria necesita un nivel de competencia mas exigente y acorde con una globalización que demanda mayor eficiencia, calidad y competencia en precios. Esta mano de obra debería encontrarse en las escuelas de Educación Técnica Profesional (ETP), que en nuestro país ha tenido un desarrollo muy limitado, ya que el estado dominicano ha venido interviniendo muy tímidamente y ha sido el sector privado que ha tenido una mayor participación en los últimos 40 años. Esto contrasta con lo que ha venido sucediendo en la mayoría de los países de la región en donde el mayor porcentaje de ETP ha venido siendo cubierto por el sector público.

A nivel de América latina y el Caribe, el mercado laboral ha venido perdiendo calidad y señala la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), en su estudio comparado de programas técnicos escolares (2010) que la calidad del personal docente y de los propios formadores es crítica en el aseguramiento de la efectividad de la ETP e indica que la misma enfrenta dos grandes problemas, que son el envejecimiento de los docentes que el sistema no ha sido capaz de reciclar adecuadamente y por otro lado, la rápida obsolescencia en cuanto a la competencia de los docentes.

Aunque la demanda de técnicos en las diferentes áreas que se sirven en las distintas escuelas de formación técnico profesional ha ido en aumento, resulta que el panorama en América Latina y el Caribe ha sido otro, para varios de los países, incluyendo la República Dominicana tal como se aprecia en el siguiente cuadro:

En el país, el sector público, dispone de la Dirección de Educación Técnico Profesional, como una dependencia del Ministerio de Educación que tiene a su cargo la gestión de la Educación Técnico-Profesional en todo el territorio nacional y se sabe que tienen una variada oferta curricular y la pregunta sería ¿por qué los resultados que producen no llenan las expectativas de la demanda de los diferentes sectores de la actividad económica del país? Se podrían señalar algunas de las causas que creemos que contribuyen al vacío que existe en el mercado laboral dominicano, específicamente el correspondiente a las diferentes carreras técnicas que son requeridas a diario por el sector manufacturero.

Sistemas de formación para el trabajo alejados de las reales necesidades de la actividad económica del país, lo que termina en que estos resulten impropios para el sector productivo.

Falta de integración de los sectores involucrados que permitan definir las carreras técnica que se requieren y las modalidades que producen los mejores resultados. Particularmente entendemos que la educación dual (de gran tradición y magníficos resultados en países como Alemania, Austria y Suiza), que permite la formación teórica y práctica simultáneamente, parecería una buena alternativa. Para ello se hace necesario un plan bien orquestado entre los sectores empresariales y el gobierno, ya que el éxito de estos programas en gran parte radica en la absorción e inserción de los estudiantes en los diferentes sectores de la actividad económica de tal manera que eventualmente estos son finalmente contratados por las empresas participantes en los mismos.

Hay que destacar que la agenda 2030 para el desarrollo sostenible, que rige los programas mundiales de desarrollo durante los próximos 15 años, estipula un papel de primera importancia a la ETP, ya que estimulan a los Estados a impulsar a una cantidad cada día mayor de jóvenes que salgan al mercado laboral con una mayor educación, competencia técnica y profesional, así mismo al acceso igualitario y de calidad a esta educación.

Finalmente desatacar que el Estado dominicano, al unísono con todos los sectores involucrados en esta actividad, debería desarrollar programas a mediano y largo plazo que sean capaz de producir los técnicos y profesionales que realmente requiere nuestro país.

“La educación y el trabajo pilares del desarrollo de los pueblos”