Haz de tu alimentación tu mejor medicina” –Hipócrates.

Los aumentos en las raciones, detallados en el artículo anterior, pueden atribuirse a diversos factores. En primer lugar, la incorporación de nuevos beneficiarios y centros educativos a los programas tiene una contribución significativa a este incremento. Es notable que el alcance del Programa de Alimentación Escolar (PAE) experimentó un considerable crecimiento en los últimos meses del año, impulsado por la reciente inclusión del 100% de los jóvenes del Programa Oportunidad 14/24 y más de 100,000 adultos mayores del programa PREPARA a nivel nacional. Este aumento en la demanda llevó al INABIE a mantener un ritmo de suministros sin precedentes, operando siete días a la semana durante todo el año, excluyendo los feriados.

Otro factor destacado es el impacto positivo de una mayor eficacia en las entregas por parte de los proveedores, resultado de mejoras sustanciales implementadas en las actividades de control y monitoreo en el terreno. En respuesta a los problemas de retraso en las entregas y con el objetivo de garantizar la calidad e inocuidad alimentaria, la dirección ejecutiva optó por fortalecer las inspecciones en todo el territorio nacional. Durante el período 2022-23, se realizaron un total de 6.337 inspecciones para todas las modalidades del PAE, con una variación absoluta interanual del 119.2%.

En lo que va del año, se ejecutaron más de 40,000 intervenciones efectivas en escuelas, cocinas, panaderías, procesadoras de leche y almacenes, asegurando la calidad de los alimentos servidos. Además, el instituto está llevando a cabo iniciativas específicas, participativas e inclusivas de capacitación para los proveedores, con el fin de fomentar por convicción un compromiso permanente con la calidad e inocuidad alimentaria.

El Programa de Alimentación Escolar (PAE), al proporcionar alimentos, tiene como objetivo directo satisfacer las necesidades nutricionales diarias, un derecho fundamental vedado por décadas para los estudiantes de familias en situación de pobreza. Además, el PAE desempeña un papel crucial en mantener la atención en el aula, reducir la deserción escolar y mejorar el rendimiento en el proceso de aprendizaje.

En muchos casos, el almuerzo, la merienda y la ingesta de productos líquidos y frutas representan la única o principal fuente de alimento en 24 horas para una cantidad insospechada de estudiantes.

La falta de estos suministros puede dar lugar a problemas de salud como desmayos, mareos, falta de concentración y recurrentes ausentismos, especialmente en las regiones más pobres del país. No es casual que el PAE haya sido incluido recientemente en la metodología de medición de la pobreza monetaria, aliviando el costo de la canasta alimentaria e impactando los niveles prevalentes de pobreza en el país. De acuerdo con el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD):

En este boletín (2023), podemos observar que la pobreza aumentará en un 4.3% si se eliminan el PAE y las transferencias monetarias, desarrolladas principalmente por Supérate; la tasa de pobreza pasaría de 27.7% a 32.0%. Esto significa que, en 2022, más de 455 mil personas dejaron de estar en situación de pobreza monetaria debido al efecto del PAE y las transferencias monetarias".

Esta revelación pone de manifiesto el impacto de la política social más importante del gobierno en la reducción de la pobreza monetaria mediante el suministro gratuito de alimentos, servicios de salud y útiles escolares.

Otra dimensión en la que el instituto incursiona es la reducción de la desnutrición en miles de estudiantes dominicanos. Esto solo podría lograrse proporcionando los nutrientes necesarios mediante una alimentación gratuita, equilibrada, nutritiva y de calidad, así como a través de intervenciones focalizadas para elevar los conocimientos sobre nutrición de las autoridades escolares, estudiantes, organizaciones comunitarias y padres y amigos de la escuela.

El INABIE ya está cosechando frutos con su programa de salud bucal, visual, auditiva y medicina preventiva. La idea es impactar ciertos indicadores de salud que también influyen significativamente en el aprendizaje y la calidad de la enseñanza. No es lo mismo un niño o joven con problemas de salud bucal, auditiva o visual, con parásitos o padeciendo una enfermedad que amerita tratamiento, que un niño o joven saludable. La conducta de unos y otros en el aula será diferente y los resultados en los procesos de aprendizaje también.