Como ya he planteado, las mujeres no solo somos víctimas de la violencia sino también crueles victimarias. Aunque la participación en el crimen organizado es mayormente en los eslabones bajos, hay quienes, como Griselda, se convierten en ejemplos de extrema violencia.

La vida de Nishimura Mako, la “maestra del corte de dedos”, es intrigante. Fue la única integrante de pleno derecho de la yakuza japonesa, mostrando desde muy joven un interés marcado por lo violento que la llevó a formar parte de distintas pandillas de motociclistas (conocidas como bōsozoku).

Más adelante, ya vinculada a la mafia, su oyabun (jefe) toma la decisión inédita de hacerla miembro formal llevando a cabo la ceremonia de sakazuki, que simboliza la lealtad y el compromiso con el grupo. Con el tiempo, la pertenencia le cobró factura al volverse adicta a la metanfetamina, negocio que manejaba.

El vínculo de la mujer con la mafia nipona, la más antigua del mundo, suele darse a través de una relación o matrimonio, y, aunque las parejas no son parte, sí cumplen algunos roles. Por ejemplo, si eres la esposa de un jefe se espera que hagas el papel de mediadora entre él y los miembros jóvenes que recién ingresan.

En la organización se mantiene un código de honor que exalta la masculinidad tradicional. Su espíritu gira en torno a la idea de vivir y morir como hombres’ [1], sostiene el sociólogo Noboru Hirosue, estudioso y autor sobre el tema, lo que explica que ninguna mujer antes había tenido un espacio para más que funciones estereotipadas.

Sin embargo, Nishimura logra su plaza por mérito propio y participa activamente de las actividades más deleznables. Al operar la yakuza en su época dorada en los mercados de la explotación sexual y el porno, colabora con el reclutamiento y la explotación de decenas de víctimas. No es extraño que las mujeres con poder en el crimen asuman por igual posiciones de opresión y humillación contra aquellas más vulnerables.

Era muy buena peleando, nunca perdí contra un hombre”: Nishimura fue reconocida como un miembro masculino y se retiró como tal. Hoy día se dedica a apoyar la reintegración a la sociedad de ex pertenecientes a la organización.

[1] https://www.bbc.com/mundo/articles/cw59p11n1ywo