La Navidad es época que en la cual se evoca el nacimiento de Jesús y que, a finales de diciembre, principalmente las poblaciones cuyos habitantes profesan el cristianismo y entonces se espera esa fecha, contando los meses y los días para que llegue y se aprovecha para el encuentro de las familias y amigos, para celebrar con comidas, regalos y bailes este acontecimiento, sobre todo en las dos ultimas semanas de diciembre y la primera de enero.
Es para fines de celebración de la Navidad, que se demanda de mayor cantidad de ingreso en diciembre que los restantes meses del año, es así que tanto a nivel del sector público como del privado se les entrega a los empleados la regalía pascual, a la vez se incrementa también más, ese ultimo mes del año, el envío de remesas de los residentes fuera del país a sus familiares.
Si observamos en el año 2022 el monto de la regalía pascual del sector público fue de alrededor 25,000 millones de pesos y para el 2023 será de 27,000 millones, entre el sector público y el privado fue en la Republica Dominicana de 47,000 millones de pesos y las remesas en promedio mensual de los 12 meses de ese año fueron de US$821.38 en diciembre eran de US$944.2, según informaciones del Banco Central.
Es legítimo que la población dominicana, así como de otros países, quiera celebrar a su máxima expresión el espíritu de la Navidad, con fiestas y compartir con familiares y amigos.
Debemos aprender a maximizar los bienes que adquirimos para uso y consumo, de tal manera que nos permitan obtener la máxima satisfacción en función de los recursos que destinamos para adquirirlos
Ante ese volumen cuantioso de recursos que se ponen a circular en la economía para diciembre, las empresas comerciales y de servicios se preparan para aprovechar al máximo el espíritu de la Navidad que se adueña de la mente, cuerpo y corazón de los dominicanos y así ponen en tensión todas las estrategias mercadológicas, para captar parte importante de esos recursos que gran parte de la población esta convencida que es para gastarlos en bienes de consumo o duraderos.
Es importante que se reflexione con relación a los gastos que se realizan en diciembre, que, aunque es legitimo el derecho de la población a celebrar el periodo navideño, también se debe considerar que posteriormente llega el mes de enero del próximo año, en este caso del 2024 y si se desborda el presupuesto familiar en diciembre, se comienza un año nuevo deficitario, que puede ser arrastrado por el resto del próximo año.
Así como se expresa el espíritu de la Navidad, debe mantenerse el espíritu del ahorro, para que de esa manera el año por venir lo podamos recibir con menos dificultades financieras. Es por eso necesario, que, aunque mantengamos la tradición de compartir con familiares y amigos en esta época navideña, al mismo tiempo no dejarse llevar por las tentaciones que se nos presentan por los recursos mercadológicos que utilizan las empresas, para fines maximizar sus ventas.
Así como a nivel de las empresas se maneja el criterio de la maximización de los ingresos y los beneficios, como consumidores debemos aprender a maximizar los bienes que adquirimos para uso y consumo, de tal manera que nos permitan obtener la máxima satisfacción en función de los recursos que destinamos para adquirir dichos bienes.
Es importante que se combine el criterio de comprar para celebrar y el criterio de necesidad, pues si producto de la emoción se adquieren bienes que no responden a una necesidad real, las personas que lo adquieren luego se convencen que los recursos que destinaron a comprar dichos bienes se constituyen en una pérdida, pues a fin de cuenta lo que compró no satisface sus expectativas de consumo.