Nuestra existencia suele ser el simple resultado de fuerzas externas que actúan sobre nosotros, pero, aunque es lo normal en el humano promedio, algunas personas logran lo opuesto, es decir controlando su realidad interior transforman su mundo exterior. De manera ideal, todos deberíamos vivir nuestras propias vidas y no ser marionetas de la “suerte” o de otras personas. A continuación, hablaremos de una de las claves más importantes para vivir la vida con real autonomía.
Habitualmente se decide lo que decida el grupo, se corre en la dirección que corran los otros, resultando bastante fácil el ser manipulado. A veces es conveniente ser dirigido por alguien, pero siempre es necesario que te des cuenta y lo apruebes.
Son muy valiosas las personas con la capacidad de seguir en el rebaño, pero sin perder su identidad, pudiendo dirigir a los que evitan “la fatiga de pensar”, que se reconocen fácilmente porque son los que dicen: “no pienses tanto”.
Motivación se relaciona con motivo y con movimiento, normalmente lo vemos como un sentimiento o sensación pasivo, pero realmente es dinámica, atrae, organiza y encauza nuestras actividades.
Motivación no es lo mismo que ilusión, ya que es activa y la ilusión, pasiva.
Con los aparatos que utilizamos, procuramos conocer el manual de instrucciones del funcionamiento, pero sabemos poco del funcionamiento de nuestra propia mente (instrumento fundamental con el que contamos) y peor aún, consideramos que es innecesario conocerla. Pero es simple, saber como piensas te permite pensar mejor.
En condiciones normales, nuestros movimientos no son involuntarios. Todo nuestro ser tiende a estar en reposo y solamente rompemos esa inercia cuando algún estímulo nos motiva a movernos. Los estímulos de los seres poco racionales son fácilmente predecibles (alimento, bebida, sexo, miedo) por lo que, tanto a los animales como a los seres humanos de poco desarrollo intelectual, manipularlos resulta sencillo. Podría ser más simple domar a un león que a un filósofo. A través de la historia, políticos inescrupulosos han sabido imponerse a las masas no pensantes con “pan y circo”. Es un punto débil de nuestros pueblos latinoamericanos y la Historia muestra claramente las consecuencias cuando intercambiamos con quienes sí procuran pensar.
En ocasiones se ha cultivado por intereses políticos el resentimiento de la masa pobre contra los ricos, hundiendo una nación.
Un estímulo es algo que provoca en nosotros una respuesta, pero no es suficiente, se necesita la motivación y ésta es interna. Si alguien utiliza la carnada correcta, podría lograr manipularte, pero si controlas tus motivaciones no sería tan fácil. Las modas, megatendencias y la presión de los medios utilizan estos principios a gran escala y mucho de lo que hacemos está dirigido por el mercado.
Si conoces tus propias motivaciones y trabajas con ellas, te resultará posible emprender proyectos a largo plazo, por ejemplo: desarrollo interior, negocios, estudios, rebajar de peso, formar una familia, ser independiente, etc.
Algunas personas solamente están capacitadas para lograr metas a corto plazo, las que usualmente proporcionan satisfacción también por tiempos cortos.
Necesitamos conocer nuestras verdaderas motivaciones. Es importante no permitir que otros decidan qué es lo que quieres, porque a menudo lo que ellos creen que quieres es una simple proyección de sus preferencias.
Mientras avanzamos tras nuestras metas personales es recomendable dar apoyo a nuestro Niño Interior, ya que la esperanza de que al final tendremos lo que anhelamos no siempre es suficiente para mantenernos motivados. Si no logras disfrutar del camino, tal vez no llegues a la meta o aunque llegaras, podría no valer la pena. Cuando te impulsan tus propias motivaciones, el avanzar te resulta más fácil y agradable
Hay varias opciones para descubrir lo que verdaderamente te motiva: aquello que te produce bienestar, en lo que muestras más habilidad, lo que usualmente atrae tu atención, lo que te integra mejor socialmente, lo más cercano a tus sueños, etc. Si tienes la capacidad de escuchar tu voz interior, evidentemente facilitará el proceso.
Para algunos la automotivación puede resultar más fácil que para otros y solamente quienes logran motivarse a sí mismos, tienen el control de sus vidas. Sin motivación no hay movimiento.
Para tener motivaciones adecuadas necesitamos conocer el sentido de nuestra existencia, no vivir de forma inconsciente únicamente respondiendo a estímulos básicos. Es muy difícil conducir en una ciudad desconocida si no tienes un mapa o GPS, de igual forma si vives sin saber adonde vas, tal vez tus pasos te están alejando de tus metas. No te engañes, una vaca puede caminar sin rumbo, pero tú generalmente no.
En las generaciones actuales es frecuente percibir la falta de motivación, posiblemente debido a la pérdida de valores referenciales. Si no ves la luz es lógico que no quieras caminar. Mientras más clara sea la visión de lo que quieres, más probablemente se liberará en ti la energía para lograrlo. Pero si no te estás moviendo hacia lo que quieres, posiblemente en verdad no sea lo que quieres.