Una detenida mirada al entorno en que vivimos al interior de la casa y fuera de ella, es suficiente para comprender la importancia de la minería. También una simple reflexión sobre su impacto ambiental demanda una actitud de gran responsabilidad y exigencia.

Con lo ya afirmado es fácil llegar a la conclusión de lo compleja que es la actividad minera, mas no se queda ahí. En el interesante proceso educativo que impulsan las actuales autoridades del Estado en relación con la minería se explica lo siguiente. Que, desde la fase de exploración a la fase de construcción, sin llegar aun a la de explotación se requiere de 5 a 10 años. Lo que significa que antes de la probable rentabilidad ya se podría haber invertido varios millones de dólares. A lo que además se agrega el estimado de que solo el 2% de tales iniciativas llegan a la fase de explotación.

Se suma a lo anterior otro factor de complejidad, al mismo tiempo de gran valor democrático: el protagonismo de las comunidades.

No se trata de meras disquisiciones sobre las complejidades de las que hablamos. El país lo ha podido comprobar en los últimos tres años con el oro como principal producto de exportación a través de la empresa Pueblo Viejo Dominicana Jersey 2 Limited, mejor conocida como Barrick Pueblo Viejo.

Ante un proceso previsto en cuanto a la reducción gradual de la proporción del oro obtenido por tonelada de material extraído, Barrick Pueblo Viejo ha requerido para volver a su máximo nivel de producción de un área adicional de almacenamiento de relaves y rocas sin valor comercial, presa de colas; de lo contrario se produciría -se había proyectado mucho tiempo antes- una reducción del nivel de producción a partir del año 2022, como ha ocurrido.

Se había considerado como alternativa para la presa de colas adicional con mucha diligencia de parte de las autoridades y la empresa, un área en Guance, Yamasá, provincia de Monte Plata.  Sucede que aun sin haber hecho los estudios medioambientales correspondientes y como resultado de la oposición de miembros de la comunidad, se cambió para la Reserva Fiscal en Montenegro en el mismo Cotuí; emitiendo el decreto 270-22, el cual le invitamos a estudiar por lo bien logrado, que autoriza la presa de colas otorgando un plazo de 36 meses para los estudios de impacto ambiental y factibilidad.

La gerencia del Estado se ha correspondido con efectivas respuestas aun en tales complejidades. Asegurando así grandes perspectivas en la producción por al menos 20 años más de oro, principal producto de exportación.