Conocía a Milton Ray Guevara a inicio de la década del siglo pasado. Mi primer contacto con él se originó en la proximidades de la George Washington, cerca de la actual parqueo que ocupa el Hotel Napolitano, donde en el ejercicio temprano del derecho había varias oficinas de abogados.
Anterior a eso el doctor Luis Gómez Pérez, se enfrascado en uno de los grandes proyectos de investigación en materia constitucional de la UASD. La investigación produjo un documento sumamente importante, que se conoce como Cien Puntos Para Una Reforma Constitucional. Posteriormente evolucionando hacia un proyecto de Reforma Constitucional Unificado integrado por la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, Universidad Autónoma de Santo Domingo, Pontificia Universidad Católica Madre Y Maestra y el Consejo Nacional para la Reforma el Estado (CONARE).
Con ese proyecto unificado, comenzamos junto a destacados juristas a impartir el Diplomado Constitucional, predicando la bondades de la propuesta y la necesidad de reformar la constitución vigente. La semilla sembrada comenzaba a dar sus frutos y los monográficos fuero convertidos en Monográficos Constitucionales. La visión holística del magistrado Ray Guevara comenzaba a gravitar de manera preponderante , no solo en la Comisión De Juristas para la Reformar; sino en todos los medios redes sociales, universidades, simposios, congresos y seminarios.
Se apertura el debate sobre la importancia de la creación de un Tribunal Constitucional, ya el apoyo del nuevo texto Constitucional recibía amplios parabienes; a la vez que nos desplegábamos en el territorio para concitar, explicar, el nuevo texto constitucional.
En la rectoría del licenciado Roberto Reyna, la UASD sirvió como plataforma para lanzar la reforma y la visión del texto constitucional en materia educativa. Fue este humilde servidor que le tocó el discurso de apertura, convocado a todo el sistema educativo nacional y con el Aula Magna llena a toda capacidad. Desde ese momento el compromiso con la reforma quedo sellada y el apoyo cotidiano al mismo fue febrilmente incansable.
El país se puso de pie para una consulta nacional, lo más graneado de la intelectualidad dominicana, de la élite política, de los poderes públicos, económicos y religiosos concertaron, para que por primera vez se conciliaría desde la base misma del territorio, hasta lograr lo más amplio con un consenso nacionales, erigiendo una de las constituciones más completas del continente, como lo es sin duda la Constitución del 2010.
Instaurados los primeros magistrados del Tribunal Constitucional, junto a otros directivos de la UASD, hicimos todos los esfuerzos posible para que la audiencia solemne se realizara en el Aula Magna de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Esto con el apoyo del magistrado Ray Guevara y también es de justicia decirlo de los magistrados Lino Vásquez Sámuel y Rafael Díaz Filpo.
El 27 de enero del año 2012 el Tribunal Constitucional realizó una audiencia solemne que estuvo encabezada por el presidente del Tribunal Constitucional, Milton Ray Guevara, acompañado de los magistrados Idelfonso Reyes, Katia Miguelina Jiménez, Hermógenes Acosta, Justo Pedro Castellanos, Víctor Joaquín Castellanos, Leída Piña, Lino Vásquez Sámuel, Rafael Díaz Filpo, Wilson Gómez, Ana Isabel Bonilla, Víctor Gómez Bergés, y Jottin Cury hijo, integrantes del Pleno de esta alta corte.
En su discurso en la audiencia solemne el magistrado Rey Guevara afirmo: Afirmó que en múltiples oportunidades la historia constitucional dominicana hubiese sido otra si el pensamiento duartiano hubiese primado en la elaboración de nuestra primera Constitución de San Cristóbal, del 6 de noviembre de 1844.
A partir de este momento iniciamos con el Tribunal Constitucional una cruzada nacional de diplomados, conferencias y participación en los congresos, sembrando la semilla del constitucionalismo.
Hoy el Tribunal Constitucional que dirigió Milton Ray Guevara en la institución más increíble y sólida de la Justicia Dominicana; tal y como lo apunta en su último discurso de rendición de cuentas, más del 98% de sus sentencias se han cumplido, y tiene su haber la más baja mora judicial de tribunal alguno.
Sus sentencias han sido trascendentales para garantizar los derechos fundamentales, para garantizar la convivencia colectiva, y para corregir entuertos del pasado que de alguna manera laceraron la vida de los dominicanos.
En la próximo entrega enunciare las sentencias más trascendentales del tribunal, sus aportes a la bibliografía constitucional, la capacitación constitucional y el papel destacado del magistrado presidente hasta desembarcar en la inteligencia artificial constitucional.