I.- Lo que dice la Unicef
1.- El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en toda su existencia, en ningún tiempo ni ocasión, nunca, de ningún modo ha sido señalada como vinculada con el comunismo, ni con el movimiento progresista y revolucionario a nivel mundial, regional o local. Por tanto, lo dicho por la Unicef está libre de toda sospecha o tinte ideológico. Sus opiniones no motivan desconfianza; son creíbles.
2.- Porque lo expuesto por la Unicef, es totalmente fidedigno, le doy crédito a sus opiniones. No tengo ninguna duda para no aceptar como expresión de la verdad cualquier dato proveniente de ese organismo.
3.- El día sábado, 1 de abril de 2023, en su versión digital, el periódico Listín Diario, publicó un cable de la agencia EFE, procedente de Asunción, el cual recoge opiniones de Mónica Rubio, asesora regional de política social para América Latina y el Caribe de la Unicef.
4.- La señora Rubio, declaró: “Que en 2018 había una incidencia del 38,2 % de pobreza en la población entre 0 y 18 años, que se elevó a 46,5 % como consecuencia de la crisis de la covid-19. Existen aproximadamente 87 millones de niños, niñas y adolescentes pobres en América Latina y el Caribe”.
5.- La citada señora Rubio, habló de niños, niñas y adolescentes, es decir, de seres humanos que están en el primer período de la vida y si logran alcanzar el mayor grado de crecimiento están llamados a ser adultos.
6.- La asesora, ligada a la Unicef, también se refirió a la pobreza, es decir, a grupos humanos que no tienen lo necesario para vivir. Ellos son los desamparados que permanecen en la indigencia.
7.- Entonces, procede aclarar la causa generadora, lo que motiva la pobreza, la infelicidad de millones de niños, niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe.
8.- Debemos de reconocer que no ha sido un asunto de castigo celestial, el fenómeno de la pobreza y la mendicidad de que son víctimas en América Latina y el Caribe, niñas, niños y adolescentes.
9.- Si el sufrimiento de millones de menores de edad en América Latina y el Caribe, no tiene ninguna relación con santos, ni con el cielo, entonces debemos admitir que el problema está aquí, en la tierra.
10.- Además, ocurre que los millones de niños, niñas y adolescentes, latinoamericanos y caribeños, que padecen hambre, no viven bajo un sistema socialista real, porque el socialismo es extraño a pobreza y mendicidad.
11.- El causante, el culpable, el que motoriza pobreza en América Latina y el Caribe, es el sistema social que descansa en la desigualdad de oportunidades, y trae como consecuencia opulencia para una minoría y miseria para la mayoría de la población.
12.- Sin ninguna clase de hipocresía, hay que decirlo con claridad: "87 millones de niños, niñas y adolescentes pobres en América Latina y el Caribe, y durante la pandemia de la covid-19 se han podido adicionar a la fila de la pobreza 15.5% millones más.
13.- Mujeres y hombres sensibles del mundo, por convicción, están en la obligación de levantar su voz reclamando el derecho de las niñas, niños y adolescentes, a tener acceso al pan.
14.- La desigualdad hay que erradicarla, no por necesidad personal o individual, sino por el derecho a la subsistencia de la especie humana. La disparidad de vida crea incertidumbre para una existencia digna.
15.- Porque en la República Dominicana, predomina un modelo económico agotado, que no sirve para nada humano, en el conjunto de las niñas, niños y adolescentes que suman millones en América Latina y el Caribe, hay millones de la niñez de nuestro país que pasan hambre.
16.- Hay que ser muy frío, algo apático, insensible, para no conmoverse ante el hecho de que, según la Unicef, “la pobreza se elevó a 46% como consecuencia de la covid-19”.
17.- La pobreza tiene como componentes fenómenos sociales nocivos, los cuales están vivamente presentes en la agrietada sociedad dominicana: corrupción, criminalidad, prostitución, narcotráfico y otras lacras inherentes al sistema.
18.- No es para celebrar saber que formamos parte de una región del mundo que la pandemia de la covid-19 dejó 16 millones de niños y jóvenes pobres en Latinoamérica y causó un retroceso de 20 años en los indicadores de la pobreza.
19.- Ante la dramática situación de pobreza causada por la desigualdad, no es cuestión de ser progresista, revolucionario, socialista, castrista, chavista o sandinista. Basta con poner por delante el sentido de justicia, la solidaridad y estar de acuerdo con la necesidad del desarrollo humano.
20.- Ahí están los datos estadísticos que hacen posible que hasta a cualquier persona insensible se le ablande el corazón, apiadándose de los niños, las niñas y adolescentes que padecen hambre en América Latina y el Caribe, como consecuencia del sistema capitalista y su democracia.