Los conflictos sociales, políticos y desastres de origen natural están llevando a que personas de los países de la región se vean forzadas a migrar a otras naciones.
Esa situación de inestabilidad alerta a las autoridades de los países que “reciben” a esas poblaciones, y están pensando, también, integrar en los planes de preparación, respuesta y recuperación de emergencias a esos grupos humanos en movimiento.
Los organismos de emergencias de los países de acogida deberán diseñar planes con el propósito de proteger a las poblaciones originarias y a las que se encuentren en movilidad, sin vulnerar los derechos de ambos grupos en momentos de crisis ambientales, políticas y sociales.
Estas temáticas fueron tratadas por los países de la región centroamericana y el caribe que participaron del curso especializado sobre “abordaje integral de la migración en situaciones de crisis y migración por cambio climático”, realizado la tercera semana de mayo de 2023 en la ciudad de Panamá.
Durante el desarrollo del programa formativo se vieron las diferentes directrices que orientan las técnicas para proteger e integrar a las personas migrantes por situaciones de emergencias a los procesos de planeación de la respuesta y recuperación del país que le acoge.
El curso ayuda al “fortalecimiento de las capacidades del personal competente de gobierno y de los organismos regionales en los aspectos relacionados a la migración impulsada por el cambio climático y a la incorporación de las personas migrantes en la preparación y respuesta a emergencias”.
La capacitación profundizó sobre la comprensión de estos contenidos que abordan la población migrante, la reducción de riesgo y atención a emergencias. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres en América Central y República Dominicana (CEPREDENAC) y el Sistema para la Integración Centroamericana (SICA) sumaron sus esfuerzos para el desarrollo de la actividad.
Al final se pretende “generar una guía de facilitación sobre migración en contextos de emergencias y desplazamiento por motivos ambientales y cambio climático, de manera que pueda replicarse”. Y algo interesante, el espacio llama a continuar el diálogo entre los actores de protección civil de la región y miembros del SICA y CEPREDENAC relacionados con estas áreas.
Las razones que obligan a poblaciones especificas a migrar evolucionan en el tiempo conforme los contextos ambientales se desconfiguran por situaciones internas de desastres o conflictos.
Las amenazas ambientales, climáticas, epidemiológicas y humanas provocan la movilidad humana, y según datos levantados en la región, la tendencia va en aumento. Por ejemplo, “las condiciones de vulnerabilidad y exposición a las amenazas climáticas, asociadas con eventos extremos, son impulsores directos de las migraciones”. (IPCC 2022).
El total de nuevos desplazamientos por desastres en México, Centroamérica y República Dominicana, desde el 2017 al 2022, fue de 2 millones 600 mil personas, quedando nuestro país como el número 5 en donde se han movido mayor número de personas por eventos adversos. (Amenazas ambientales, climáticas y movilidad humana, OIM, 2023).
Establecer formas de inclusión de la población migrante, o personas en movilidad, en las agendas nacionales de protección civil permite garantizar los derechos fundamentales; con esa integración se hace posible que los recursos destinados a la preparación y respuesta se aprovechen de forma adecuada.
Al momento de organizarnos para hacer frente a la temporada ciclónica 2023 nos encontramos con datos reales sobre poblaciones de extranjeros en tránsito, permanentes u otras situaciones que deberán ser contempladas en los planes de emergencias.
Una muestra sencilla es la que tiene que ver con la administración de los albergues cuando las familias albergadas sean de nacionalidad distintas (dominicana, haitiana, venezolana, ecuatoriana, entre otras), y el lugar sea un espacio donde se tengan adolescentes, niñez, mayores adultos, envejecientes y discapacitados.
Ese escenario es complicado para manejar las ayudas, sobre todo cuando la comunicación, la convivencia en ese mismo sitio se vea estresada por idiomas distintos, creencias religiosas y esquemas culturales diferentes.
La planificación estratégica para responder en un contexto de emergencia y atención a la población es un desafío y una tarea por completar. Los derechos fundamentales expresan que las personas deben ser protegidas siempre; en un contexto de emergencia la protección y cuidado se observan con un mayor rigor.