Ha pasado a la eternidad un modelo de maestro, mi profesor, Luis Federico Castillo Sánchez, de quien pude aprender en 1958 un poquito de álgebra, pues ya había tenido en breves meses dos profesores de quienes no pude aprender nada. Él fue y seguirá siéndolo uno de esos seres dotados de especiales condiciones: humilde, pero enérgico; silencioso, pero calculador; recto y firme, pero lleno de condescendencia y justicia; y un comportamiento ejemplar. Al partir, deja un valioso legado a los que sigan con respeto y admiración tus pasos. Nunca buscó reconocimiento aunque es y será merecedor dentro de su familia como trabajador infatigable, así como en los lugares donde ejerció con aptitudes virtuosas su profesión de maestro.
Fue entero, sincero, buen amigo entregado con suma integridad a sus obligaciones. Vivió fuera de los vicios y de actuaciones dudosas y sin atentar nunca contra la honestidad a la que vivía aferrado. Abrazó las ideas redentoras, por eso, el nombre del Colegio fundado por ti, la Profesora Doña Carmen García de Rosario y Adolfo Antonio Jimenez Polanco (Negrito) para recordar al primer maestro dominicano, el fundador de la República, Juan Pablo Duarte y Diez. Unico colegio privado que ha durado más de 50 años sin cerrar sus puertas sirviendo educación a la comunidad.
Esposo sin rechazos. Padre amoroso y bondadoso. Animado siempre, por una digna preocupación. Era chocante tu forma de vivir en un ambiente repleto de tantas debilidades. Sacrificaste tu existencia haciendo lo que creía era bueno para la sociedad, Bonao pierde, y más que Bonao, el país pierde a un digno y fiel representante de la educación dominicana; quien accionó sin dobleces su abnegada profesión magisterial, siguiendo los más elevados intereses a la sociedad; ahora aquejada extremadamente por las más lamentables indelicadezas morales y espirituales, las que sufría interiormente, casi siempre en silencio, como era tu manera de ser.
Excúsame, si no le he hecho como tú te merece, este humilde pero sincero recuerdo a tu vida, y si no he podido dar satisfacción con él; que el Señor que sabe recompensar y pagar justamente; te lo de en el paraíso.
Tu alumno y amigo. JAGT y familia.
Lesbia Brea de Castillo, el dolor y la tristeza, no solo son tuya y de sus hijos, también nosotros, los sentimos profundamente, y lo sienten todos los ex-agradecidos. Profe, que el Señor te haya dado el premio que da a los elegidos, después que María te haya llevado a su presencia. E.P.D. egregio profesor.