El déficit financiero de las Empresas Distribuidoras, que hemos visto incrementar en los años 2022 y 2023 a niveles que sobrepasan los mil quinientos millones de dólares y que se proyecta con igual tendencia para este año 2024, no se explica exclusivamente por el aumento marginal en las pérdidas de energía. El aumento del déficit financiero, comparado al año 2019 prepandemia, se debe fundamentalmente a las variaciones en el precio de los combustibles y su consiguiente impacto en el Costo de Abastecimiento de la energía que distribuyen las EDEs. Dicho costo se ha visto pasar desde los 12.89 centavos de dólar por KWh en el año 2019, a 17.1 centavos (33% más) en 2022 y 16.0 centavos (24.4% más) en 2023. Un centavo de diferencia en el costo de abastecimiento de estas empresas, por el volumen de energía que se compra, le representa a las mismas unos $160 millones de dólares. Estas empresas, que por su situación de pérdidas de energía han sido tradicionalmente deficitarias, no han visto otra cosa que agravarse más su ya delicada situación de déficit financiero al no poder traspasar esos costos al consumidor final.   

Dicho lo anterior, nos permitimos plantear algunas recomendaciones a las autoridades competentes del Gabinete Eléctrico, Ministerio de Energía, CNE, SIE y demás entidades con responsabilidad en el sector eléctrico para que, desde sus respectivas funciones, colaboren y le evalúen al pais otras formas de abastecimiento tendentes a optimizar, al tiempo de diversificar, las actuales fuentes de suministro de la energía a las EDEs. En la medida que se logre reducir el costo de abastecimiento de la energía que distribuyen las EDEs, en esa misma medida mejorará su margen de intermediación y con ello el frustrante déficit financiero que a todos nos lastima. No es una propuesta a descuidar el control de las pérdidas de energía, sino otro aspecto relevante a considerar y que complementaria los esfuerzos tendentes a mejorar el déficit financiero.

  1. Hacer los estudios de factibilidad correspondientes a los fines de lograr una interconexión eléctrica de RD con los Estados Unidos de Norteamérica (EUA), específicamente con la península de la Florida. Dicha interconexión posibilitaría la compra de energía eléctrica en EUA y transferirla al pais de manera más eficiente que la obtenida en base al modelo tradicional de importación de combustibles para generación local. Estas interconexiones, totalmente factibles hoy día con instalaciones en operación en varios países del mundo entre estos Inglaterra, que vale citar a modo de referencia por ser una isla como nosotros, tiene en operación seis interconexiones eléctricas con países vecinos a través de las cuales compra y vende energía. Para el caso de RD, hablamos de una interconexión de 1,400 MW de potencia (aprox. dos plantas Punta Catalina) que serviría para abastecer un 30% de la demanda de energía eléctrica del pais para el año 2030, tiempo estimado que tardaría su construcción y puesta en servicio.
  2. No obstaculizar el despliegue de Generación Distribuida (GD) en forma de Paneles Solares. Aun cuando este tipo de recurso plantea una serie de retos técnicos para la red de distribución, sus beneficios compensaran los retos y propiciarían a largo plazo una mayor independencia energética, amén de los beneficios ambientales; objetivos estratégicos que no debemos perder de vista en RD por nuestra condición de isla y realidad de no disponer de fuentes de energía explotables distintas al Sol y al Viento.  Una de las virtudes importantes de la GD es que la energía se produce en el mismo lugar donde se consume, reduciendo así las pérdidas técnicas que implica la generación a distancia, transmisión y distribución de la energía hacia los puntos de consumo, como ha sido tradicionalmente.
  3. Apoyar el proyecto de interconexión eléctrica con EUA. En estudios preliminares se considera factible comprar energía eléctrica en la Florida y recibirla aquí a mitad del precio que hoy día pagan las EDEs, lo que representaría ahorros en el orden de unos $500 millones de dólares al año en costos de abastecimiento para esas empresas.  La interconexión es también fundamental como apoyo a un mayor despliegue y penetración de generación solar, ya que se trata de energía firme de calidad; entre otros beneficios importantes para el avance en el proceso de transición energética hacia fuentes renovables, al que nos hemos comprometido como pais.
  4. Continuar con los planes de reducción de pérdidas de energía que incluyen las adecuaciones y arreglos a las redes de distribución y medidores, necesarios para una eficiente entrega y facturación de la energía; aunque no solo limitados a eso. Deben también apoyarse de análisis basados en inteligencia de datos y otros medios disponibles que hoy día ofrece la tecnología para identificar errores u omisiones de cualquier naturaleza, susceptibles de ocurrir en todo el andamiaje de las instalaciones, lo que al final impacta en una precisa y oportuna facturación de la energía, y su correspondiente cobro.
  5. Y, por último, pero no menos importante: lograr que la autoridad competente entienda que las EDEs no deben ser dirigidas por personas con perfil o agendas de carácter político. Son empresas que requieren de mucho enfoque, recursos y competencias técnicas para su adecuada operación y administración. Empresas cuyas deficiencias operativas se traducen en grandes pérdidas económicas que al final debemos pagar todos ante la ineludible necesidad de sus servicios, por lo fundamental del mismo para la vida y desarrollo del pais en todas sus actividades.

La planificación y diseño del sistema de abastecimiento eléctrico de un pais es una tarea de envergadura que requiere de visión, competencias y determinación. Los retrasos en la toma de decisiones tradicionalmente han sido más costosos en cualquier pais. El nuestro afortunadamente está en crecimiento. Actuemos diligentemente ante lo evidente.