Hace ya 30 años, la sociedad estadounidense y el resto del mundo observaba con horror y espanto la culminación del asedio al Centro Monte Carmelo, recinto donde se encontraban alojados los miembros de la secta Rama Daviviana encabezada por el lider David Koresh.

La saga empezó el día 28 de febrero del 1993 cuando efectivos del departamento de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF) estadounidense intentaron ejecutar una orden de cateo en una propiedad situada en Monte Carmelo, 16 kilómetros al este de Waco, Texas tras diversas pistas que indicaban que el grupo estaba de manera ilegal almacenando armas de grueso calibre. Los agentes intentaron ejecutar la orden de arresto y así apresar a su líder Koresh bajo los cargos de violación relacionados con porte y tenencia de armas de fuego y abuso de menores.

La secta, la Rama Davidiana se había formado tras una ruptura con su iglesia la Adventista del 7mo día.  Los feligreses creían en la inminencia del apocalipsis y su líder, un autoproclamado profeta quien según él poseía el don de la interpretación de los oráculos bíblicos, la predicación y la misión de preparar el grupo para la última confrontación. Koresh además, se arrogaba el derecho de sostener relaciones sexuales con las esposas de sus feligreses.

Durante la toma sorpresa del 28 de febrero, los miembros reacios de la secta empezaron una balacera con los efectivos del ATF que culminó con la muerte de cuatro oficiales y seis miembros de la organización.  Luego del fallido cateo, 51 días de tensas negociaciones en donde Koresh accedió dejar libre varios niños, a cambio de que sus sermones fuesen diseminados en la radio.  La saga culmino el 19 de abril cuando las autoridades tomaron por asalto una vez más el centro.  Efectivos del FBI esta vez utilizaron gases lacrimógenos, un tanque de guerra rompió un ala del edificio con la idea de que los miembros pudieran salir más rápido, pero sucedió lo inesperado. Un voraz incendio envolvió de inmediato las instalaciones dejando un saldo de 76 feligreses muertos incluyendo 25 niños.  Varias de las víctimas fueron muertas por heridas de balas infligidas por ellos mismos.

Tanto el presidente Bill Clinton como la fiscal general Janet Reno fueron acusados de negligencia en los medios. Posteriormente, en el año 2000, un reporte del departamento de justicia exculpo tanto a las autoridades federales y al FBI, indicando que el fuego fue provocado por los mismos feligreses.  30 años después, la tragedia del Monte Carmelo en Waco, Texas continua propagando su mensaje con todo un sinnúmero de cábalas, especies y teorías conspirativas aquí en EE. UU.

Muchos inclusive creen que los agentes federales incendiaron adrede el recinto lo que, a su vez a encontrado eco en numerosas teorías y explicaciones disparatadas sobre una conjura global, la super imposición de un “Nuevo Orden Global” en el cual George Soros, Hillary Clinton entre otros están siempre presente.  La especie de que el gobierno federal planea destruir las libertades individuales, confiscar las armas de fuego y hacer EE. UU. parte de un gobierno global tampoco se quedan atrás. Durante el segundo aniversario del funesto acontecimiento, Timothy McVeigh y su socio Terry Nichols perpetraron el atentado en Oklahoma, en el año de 1995 causando la muerte a 168 personas. En entrevista, luego de su apresamiento; McVeigh indico que la rabia que le produjo el sitio al rancho de Monte Carmelo, lo motivo perpetrar este atentado.

A tres décadas del trágico desenlace, EEUU continúa sumergido en el abismo de las cábalas, teorías conspirativas, la normalización de la mentira y un sin número más de creencias absurdas y demenciales diseminadas entre un creciente segmento poblacional.  La expansión de las redes sociales, el rol de Fox News, la proliferación de actores como Glen Beck, Tucker Carlson, Sean Hannity y otros como Alex Jones, fundador de Infowars en 1999. La aparición de diversos grupos/milicias (75 documentados en el 2021); la generosidad de multimillonarios como los hermanos Cooks quienes han aportado ciento de millones, el surgimiento de grupos como los Qanon, los preservadores del juramento, los muchachos Bugaloos y políticos como Trump, Marjorie Greene han sido en gran medida los responsables de dar continuidad a estas ideas y creencias. William Cooper, un teórico de dichas ideas emerge en los 90s y logro diseminar sus ideas en torno a “Un Gobierno Global” en la radio. Linda D. Thompson, abogada y miembro de una milicia disemino un video sobre el asedio al complejo “Waco: La Gran Mentira “que sirvió de inspiración a decenas de milicias anti-gobiernos que surgieron durante los 90s y primera década del nuevo siglo. Guiados por ideas apocalípticas y maniqueas, estos grupos se formaron alrededor de la defensa de las comunidades, protección familiar, y en defensa de los valores Judeo cristianos, la tenencia de armas y la sospecha hacia el gobierno federal.

Con la llegada de Trump, este ecosistema encontró un líder empático. Su desdén hacia las minorías, sus expresiones misóginas, homofóbicas, antisemitas entre otros; lograron amplificar el miedo subyacente en una población blanca que progresivamente reciente los vaivenes económicos y culturales resultantes del dogma neoliberal. Las continuas oleadas migratorias por inmigrantes del tercer mundo hambrientos y de tez oscura. La desaparición de puestos de trabajo, la deuda nacional, el terrorismo islámico, etc; han generado diversos estragos dentro de una población tradicionalmente beneficiada del estatus quo.

Todo lo anteriormente dicho, unido a la creciente polarización que experimenta el país, la falta de un liderazgo robusto y capaz de concitar una propuesta de nación efectiva, continúa siendo el caldo de cultivo al virus del radicalismo que continúa extendiéndose por diversos sectores de la sociedad. A 30 años de los sucesos del Centro del Monte Carmelo, EEUU parece sumergirse más y más en las cábalas, la normalización de la mentira, la movilización del racismo, la xenofobia, el culto a la virilidad y la hombría en un contexto histórico de amplia desigualdad social, y crisis global de legitimidad aun en las democracias establecidas, siendo esto aprovechado por figuras que como  ayer con Koresch y hoy  con Trump continúan capitalizando sus imágenes a base de la ignorancia  el miedo y la incertidumbre reinante entre sus seguidores. .