En un mundo dominado cada vez más por la comunicación digital y la velocidad de la información, el acto de escribir y de leer pudiera parecer un arte perdido para algunos. Sin embargo, la escritura y la lectura siguen siendo una herramienta poderosa para expresar ideas, transmitir conocimientos y conectar a las personas a través de generaciones.

Reconocer el mérito de la escritura y la lectura es, por lo tanto, una celebración del esfuerzo, la creatividad y la habilidad que se invierten en dar forma a las palabras que pueden transformar modo de vivir, el hombre y la sociedad.  La Biblioteca Miguel Ángel Muñiz Arias reconoció al mérito de la escritura a Julio César Disla, Aquiles Castro a la lectura, mientras que a Fernando Morillo a la promoción del Arte y la cultura.

Esta premiación se produce en un contexto en que el capitalismo ha desplegado, en muy poco tiempo, una ofensiva inclemente; donde se apoderó de la producción de sentido, de los medios para la propagación de su ideología, de la estética y de la producción creadora. Reina a su antojo en su calidad de “ideología de la clase dominante”, el repertorio de aberraciones que cree necesarias para mantenernos explotados, sometidos, mansos, ignorantes, asustados y agradecidos frente a un arsenal descomunal de municiones mass media.

Vivimos bajo el fuego de una guerra mediática asimétrica que nos obliga a desarrollar, en calidad y cantidad, herramienta de combate científica producida por nosotros mismos. Y eso es solo posible a través de la escritura y la lectura. Se sabe muy bien que los grupos dominantes han gastado mucho dinero, tiempo e imaginación para fabricar noticieros dispuestos, minutos a minutos, a deformar la realidad, a mentir y a calumniar a todos aquellos que, por designio de los amos, se consideren enemigos del sistema…

Sabemos también que ellos se han devanado los sesos para desarrollar maquinarias de “entretenimiento” que, al mismo tiempo que “divierten”, son negocios redondos con calidad paupérrima, a lo que Rafael Chaljub Mejía le llama “parafernalia”.

El Contenido de la Escritura.

La escritura no es solo una forma de comunicación, sino además un reflejo de cómo se percibe la realidad, la sociedad, la identidad, la cultura, el proceso social y como se cuenta la historia. A lo largo de los siglos, ha sido el medio a través del cual las ideas han perdurado, los movimientos libertarios han nacido y las voces han encontrado su eco en la humanidad. Reconocer a quienes se destacan en el arte de escribir es un acto de respeto hacia aquellos que dedican tiempo y energía a perfeccionar una habilidad que requiere paciencia, reflexión y pasión.

El Proceso Creativo de Escribir

Escribir es un proceso que va más allá de simplemente colocar palabras en una página. Involucra la planificación, la investigación, la estructuración de las ideas, formular un muñeco de palabras y la revisión constante. Es un viaje que puede ser solicitario, donde escribir se enfrenta a sus propios pensamientos y emociones. Sin embargo, es también un proceso profundamente gratificante, donde la satisfacción de encontrar la frase perfecta o desarrollar una idea compleja puede ser inmensa.

Los premios y reconocimientos en la escritura no solo celebran el producto final, sino también el arduo trabajo y la dedicación que conlleva. Al honrar a los escritores, en este caso a quien suscribe, modestamente, se reconoce su capacidad para transformar el lenguaje en una herramienta que puede inspirar, educar y entretener.

La Diversidad en la Escritura.

El mérito a la escritura no se limita a un solo estilo o género. Desde la producción literaria, poesía hasta la narrativa, el periodismo, los ensayos académicos y las obras de teatro, la escritura adopta muchas formas. Cada una de ellas requiere un conjunto único de habilidades y aporta una perspectiva diferente al panorama literario.

El reconocimiento al merito de la escritura debe, por lo tanto, ser inclusivo y considerar la diversidad de voces y estilos que enriquecen nuestro mundo. Los escritores que logran capturar la esencia de una época, dar voz a los de abajo (marginados y oprimidos) o iluminar aspectos ocultos de la experiencia humana merecen ser celebrados por su contribución al enriquecimiento cultural de la humanidad.

Concluyo indicando que el reconocimiento a la escritura, lectura y producción teatral y cultural por parte de la Biblioteca “Miguel Ángel Muñiz Arias” es más que un premio; es un homenaje a la dedicación, la pasión y el talento que los escritores, lectores y promotores culturales aportan al mundo. En tiempo en que la información es abundante pero la verdadera comunicación es escasa, honrar a aquellos que han dominado el arte de la escritura es un recordatorio de la importancia de la palabra bien elegidas y del impacto duradero que puede tener. Premiar a los escritores es, en última instancia, premiar la capacidad humana de soñar, de reflexionar y de compartir historias que trascienden el tiempo y el espacio.