Antiguamente se hablaba de viajar al pasado como cosa de magia y las personas juiciosas decían que era imposible, en la actualidad se está tratando el tema con renovado interés, pero curiosamente son científicos quienes lo han estado planteando como un evento teóricamente posible, se han considerado varias teorías que podrían explicarlo, como: la teoría de la relatividad de Einstein, que plantea la interconexión del tiempo y el espacio en el llamado espacio-tiempo, también se ha señalado la posibilidad de puentes o atajos mediante los “agujeros de gusano”, que permitirían saltos en el espacio-tiempo. Sin embargo, en la actualidad se plantea como una simple posibilidad teórica, porque carecemos del desarrollo científico y tecnológico para llevarlo a la práctica. Como normalmente el pasado nos afecta, desearíamos tener algún control sobre él.

Es solamente en el presente que puedes tomar decisiones y ejecutar acciones, pero en ocasiones los elementos del pasado te bloquean o te quitan la libertad. Cuando vives en el pasado, no puedes vivir en el presente y si no vives hoy, realmente no estás viviendo.

Podría ser que consideraras algunos eventos de tu pasado como terribles y ciertamente no puedes eliminarlos, pero si te siguen afectando es porque alguna herida sigue presente en ti. El dolor del parto podría ser superior al de alguna agresión física, pero es una experiencia que normalmente no provoca síndrome de estrés postraumático, por lo que no es el dolor lo que te traumatiza, sino como tú interpretes ese dolor. Lo que te duele no es lo que pasó, sino los recuerdos, pensamientos, sentimientos y emociones que conservas de ello, cuando puedes curar esos recuerdos, aunque no olvides el evento, se convierte en una prueba superada. La tabla de multiplicar en algún momento pudo haber sido estresante, pero al dominarla ya no nos preocupa, aunque siga presente en nuestras vidas.

Algunos lamentan grandemente su pasado, considerando que los marcó para siempre de forma negativa. Solemos tener tendencias al determinismo, fatalismo y victimismo, lo cual es muy contrario a nuestras capacidades. Si crees que tu pasado fue muy negativo, sencillamente: sánalo.

La buena noticia es que siempre debemos y podemos transformar nuestra realidad. De hecho, es nuestra principal tarea en la vida. Hay algunas cosas en el Mundo que te desagradan y tal vez consideras que sólo puedes ser feliz si cambiaran. Evidentemente disfrutamos los cambios positivos en nuestro entorno, pero cuando algo nos incomoda, es importante cambiar de adentro hacia afuera. Es muy diferente confiar en que algo pase, a confiar en que algo harás. Primero debemos cambiar algo de nosotros y luego tratar de cambiar algo o alguien. Solemos pensar que es más fácil cambiar a otros que a nosotros mismos, conviene volver a considerar si eso realmente nos parece lógico.

Se ha hablado de la relatividad del tiempo y del espacio, en nuestra mente también son relativos. Si un soldado hace años experimentó en Irak una situación terrible y padece de Síndrome de Estrés Postraumático, no necesita volver a Irak para resolver su problema; en cambio debe trabajar con el Irak que sigue presente en su mente. De igual forma, aunque lo que pasó ya pasó, algo en ti podría no haber pasado y siempre podrás trabajar con eso.

Todos recibimos traumas en la niñez, de una u otra forma, no importa lo perfectos que creas que fueron tus padres. Pero algunas personas desarrollan mejor sus facultades adaptativas, permitiéndose una mejor respuesta a los retos que se les presentan y son los que llamamos resilientes, otros en cambio se rinden ante la presión. Es importante entender que los animales que logran evolucionar no son los más grandes, más fuertes ni más rápidos, sino los que tienen mejores facultades de adaptación.

Siempre podrás desplazar tu consciencia hasta los eventos negativos que experimentaste en tu vida, revivirlos, re-experimentarlos y mentalizarlos para que no te sigan dañando. La página de tu historia que te desagrade, la puedes volver a escribir.

Quizás alguna vez creíste que era el final, sin embargo, el encontrarse tu Yo del pasado con tu Yo del presente, demuestra claramente que no fue así, siendo una razón contundente de por qué no necesitas seguir preocupándote.

Para viajar a tu pasado, debes hacer un alto en tu vida, hacer un aparte, darte algo de tiempo, tranquilizarte, relajarte, concentrarte y luego desplazarte a la experiencia que te marcó. Intentar olvidar o negar la experiencia no tiene sentido, pero es importante la mentalización buscando una nueva explicación que en ese momento no estabas en condiciones de tener y el consolar directamente a tu Yo del pasado. Si el Niño Interior sigue sufriendo, necesita apoyo, orientación, consuelo y cariño. Quizás proclamemos con orgullo no necesitarlo, ignorando que podría ser la explicación de muchas de nuestras carencias y limitaciones. El apoyo de un psicoterapeuta normalmente es necesario para estos procesos.

Las anclas que te amarran al pasado, podrían impedir que, en el presente, puedas construir un mejor futuro.