-Porque: Si tienen impunidad, poco puedes hacer antes que tus deseos se conviertan en bilis.

“Si alguien se disculpa y
no cambia, no era disculpa,
era manipulación”.

Si dijese que en estos tiempos donde no salimos del asombro ante los “progresos” que día a día acontecen y que, por demás, consideramos extremadamente modernos, todo en favor del desarrollo de la humanidad, el salir con una expresión de que en muchos casos parecemos estar viviendo en los tiempos del viejo Oeste o del medioevo, sin alguna duda, sería tachado de un orate peligroso, que vive enclaustrado en el pasado.

Sí señor, aun y parezca una locura, vivimos igual que hace siglos, donde solo ha cambiado el uso de las armas, unas muy modernas y otras que aún se sustentan en el acero, Pero, dentro de todas y quizás la más perniciosa, asesina y criminal, que en estos tiempos es usada indiscriminadamente sin que justicia alguna le haga frente o castigue su uso, se llama la lengua.

Y es que, como parte de esta modernidad, se le ha facilitado el uso de esta arma a todo aquel que desee hacer uso de esta, sin que prime algún tipo de penalidad por las muertes y heridas, tanto morales como físicas, es decir, aquellas que devienen de la primera, como producto de la degradación de la dignidad de la persona a quien, cualquier lengua envenenada, tomó como presa.

Vivimos acosados por una miseria humana que domina los llamados “Medios” que, ante la impunidad brindada por una justicia y una sociedad temerosa de caer en esas fauces malditas, cede ante los chantajes de toda una chusma que ha tenido el descaro de hasta autoproclamarse “periodistas-analistas”, aunque dentro de su involución, han creado la profesión de “Creadores de Contenidos”, donde muchos, sin importarles un bledo el hedor, alimentan su contenido, de inmundas letrinas bucales.

Estos elementos son peores en su pensar y accionar que los propios “interventores” que, a base de utilizar la modernidad de las IA, se han sofisticado de manera tal que ya se hace casi imposible determinar si lo que te ponen a escuchar se produjo en algún momento o lugar, o, simplemente, es una ingeniosa compaginación de diferentes momentos y hechos con el fin de producir un tipo de producto, que les permita chantajear a todo tipo de autoridad u real empresario.

Disfrutan, en estos momentos, de la libertad del loco, o del necio, en donde la frase; él es así, lo permite todo y la gran pregunta sería, ¿hasta cuándo? Qué podría curar esta locura o desfachatez hacia las honras de los demás y ante el silencio cómplice de la justicia, que, para condenar a uno que se roba un racimo de plátanos o asesina a otro pobre padre de familia, con una celeridad que asombra, son condenados rápidamente con la pena máxima, todo esto sin aceptar las incontables suspensiones de audiencias y artimañas que utilizan los grandes depredadores, tanto del erario como de las honras de, en realidad, honorables ciudadanos. ¿Hasta cuándo?

Siquiera en el sucio negocio de las drogas, puramente hablando, se había dado el caso de estos presentarse a puro pecho ante la sociedad, pero, la apertura de los “Medios” ha permitido la proliferación de los asesinatos morales; los cuestionamientos manipulados con fines aviesos y, sobre todo, la aparición de multimillonarios comunicadores, que, en base a la difamación y manipulación de informaciones y hechos, falsos y reales, han hecho de la extorsión su modus vivendi.

Todo esto sin dejar fuera, la inmensidad cantidad de estos esperpentos, convertidos en reales lavadores de dinero sucio sin que, hasta el momento, hayan podido ser tocados por la justicia, más bien, se codean de tú a tú con los políticos, ya que sus “aportes”, se han convertido en uno de los mejores soportes para determinadas campañas políticas, que luego los gobiernos se encargan de devolver esos “favores” a puro “papeletazos” que salen del erario. ¡Sí señor!