Declaraciones de la Ministra Milcé dirigiéndose a las bandas criminales del vecino país, fueron presentadas por Anéudiys Santos en su canal de YouTube. Parafraseándola: «En Haití, juntos lo podemos destruir todo en un día; y también juntos no somos capaces de construir absolutamente nada». Para ver todo el comentario vayan al enlace siguiente:
El comentario lleva a culpar la indiferencia de los políticos y los empresarios que ante una crisis tienden a buscar un culpable, los vecinos dominicanos que no le han permitido desarrollarse. En otras palabras: es el victimismo del envidioso, y la carencia del emprendurismo del que hace su mejor esfuerzo. La contraparte necesaria, como dice el comentarista, es ponerse de acuerdo entre todos, y arrimar el hombro para echar hacia adelante.
Para terminar, el inefable Colombo, le dedicó uno de sus “Fogaraté” del que me hago participe, titulado “Oposición sin discurso”, que dice así: «¿Qué harían para generar empleo? ¿Para mejorar los servicios de salud? ¿Para perfeccionar la educación? ¿Qué harían con Haití y los haitianos? ¿Qué harían con todo lo demás? Nada. No ofrecen nada. No muestran dominio de nada. Los candidatos presidenciales de la oposición, en el proceso electoral más insustancial que hemos tenido, no ofrecen nada de nada. Leonel Fernández acaba de pronunciar su discurso más amplio: “Gobierno del Cambio es neveras vacías, estufas apagá y, en la mesa, ná de ná”, mientras Abel Martínez no expresa nada, porque sencillamente no tiene nada qué expresar… (Definitivamente, Luis Abinader va en coche).»
Y yo agrego que las “regularizaciones” de indocumentados fueron implementadas en los regímenes del PLD y una caterva de errores, como hacer al país sujeto de demanda ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y la defensa desacertada frente al Caso de las Niñas Yean y Bosico Vs. República Dominicana cuya ficha técnica se encuentra en el enlace siguiente de la CIDH: https://www.corteidh.or.cr/cf/jurisprudencia2/ficha_tecnica.cfm?nId_Ficha=289&lang=eshttps://www.corteidh.or.cr/cf/jurisprudencia2/ficha_tecnica.cfm?nId_Ficha=289&lang=es
Así vemos que la historia no debe silenciarse, si no, al contrario debemos acudir a ella para establecer responsabilidades, tanto de este lado del río “Dajabón” como del otro lado del río “Massacre”. Elija usted, estimado lector, el lado correcto de la ecuación.