La Cumbre Iberoamericana de Santo Domingo 2023 ha sido eco en los medios digitales europeos: ¿fortalecimiento del tercer “hegemón”, la Unión Europea?

La cumbre pasó, la expectativa de que llegaba Nicolás Maduro (que al fin no llegó), canceló por un virus, AMLO y su canciller Ebrard confirmaron su inasistencia, Lula no confirmó por un cancelado viaje, por enfermedad, a la República Popular China, el enfrentamiento de Nicaragua y Chile por la denuncia de Boric de la cancelación de la ciudadanía a opositores se quedó en suspenso, además del diferendo «soto voce» entre las demandas boliviana a la salida al mar y Abinader pudo hablar de la crisis en Haití con la ayuda de Rodrigo Chaves, de Costa Rica, y usar la plataforma de la Cumbre para reclamar que la comunidad internacional pacifique a nuestros vecinos haitianos.

Ahora, hay que hablar de lo viene después de que la Cumbre Iberoamérica sea historia. Hay que tratar geopolíticamente: ¿para qué sirvió en la coyuntura actual?

La respuesta se puede comenzar a develar de acuerdo a la France24, que tituló su reporte “La Cumbre Iberoamericana exhibe las conexiones y las grietas de América Latina y Europa”, que reporta los reclamos del Mercosur por el retraso en el Acuerdo de Libre Comercio entre ellos y la Unión Europea. El reporte se encuentra en el siguiente enlace: https://www.france24.com/es/am%C3%A9rica-latina/20230326-la-cumbre-iberoamericana-exhibe-las-conexiones-y-las-grietas-de-am%C3%A9rica-latina-y-europa

Por su parte, DW presenta las resoluciones acordadas en la cumbre y analiza en el que hubo resultado: las reformas del sistema financiero internacional. El tema es importante y se encuentra en el siguiente enlace: https://www.dw.com/es/iberoam%C3%A9rica-logra-pactos-en-ambiente-finanzas-alimentos-y-derecho-digital/a-65123183

El toque sobrio nos lo ofrece CGTN, la red de China, en su sitio web: https://espanol.cgtn.com/news/2023-03-25/1639587149270568962/index.html , hasta el punto de enfatizar el establecimiento de relaciones entre Honduras y la República Popular China.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, saluda a los niños a su llegada a la sesión de la 28ª Cumbre Iberoamericana, en Santo Domingo, República Dominicana, el sábado 25 de marzo de 2023.

Pero el guiño geopolítico lo presentó VOA, la plataforma estadounidense con su reportaje: “La UE busca contrarrestar a China en Latinoamérica en cumbre con la ausencia final de Maduro”. Disponible en el siguiente enlace: https://www.vozdeamerica.com/a/ue-busca-fortalecer-presencia-en-latinoamerica-en-cumbre-con-la-incierta-presencia-de-maduro/7021327.html

En el mismo inicio VOA declara: “Se estima que, en la última década, el comercio entre China y Latinoamérica creció de manera significativa y pasó de 18.000 millones de dólares en 2002 a 318.000 millones en 2020”, como queriendo convencernos de que el problema latente es comercial y que es la urgencia que identifican como prioritario y que pretenden destacar como la “onda” de la XXVIII Cumbre Iberoamericana en Santo Domingo. Es una versión de la vieja estrategia de “Divide y Vencerás”.

La expectativa estadounidense parece querer que Europa se decida a fortalecer la presencia e inversiones europeas en la región y atender asuntos urgentes como el cambio climático y la seguridad alimentaria, frente al creciente empuje de China en la región. Crear un campo de batalla indirecto en el “Nuevo Orden Internacional”. Al igual que otros foros internacionales, en esta oportunidad sólo se alcanzaron compromisos que se esperan consolidar en la Cumbre Unión Europea-Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (Celac) prevista a celebrarse del 17 al 18 de julio en Bruselas de este mismo año.

Sobre ese punto, el rey Felipe VI anunció el viernes que en la cumbre de julio se presentará una cartera de proyectos de inversión estratégicos para la región que contará con el apoyo de la UE e instituciones financieras como el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo, Banco Interamericano de Desarrollo, Banco de Desarrollo de América Latina y el Banco Centroamericano de Integración Económica.

Primer objetivo: Contrarrestar a China

VOA afirma que “en los últimos años, la UE ha descuidado su presencia en Latinoamérica, situación que se profundizó durante los años de la pandemia y la crisis que se desató en el 2022 por la invasión rusa a Ucrania, lo que ha aprovechado China para posicionarse en la región”. Agrega: “Hasta la fecha, una veintena de países de la región han suscrito el memorando de entendimiento de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, que es una estrategia de desarrollo de infraestructura global y cooperación internacional impulsada por China desde el 2013.”

Firma de acuerdos

Durante la segunda y última jornada del foro se prevé la firma de tres acuerdos en materia medioambiental, seguridad alimentaria y derechos digitales que fueron previamente discutidos por los cancilleres.

En las reuniones previas también se evaluó una carta sobre arquitectura financiera internacional que buscaba estimular las condiciones para afrontar la recuperación en la pos pandemia, la transición energética y la adaptación climática, pero al final no se la incluyó en el paquete de acuerdos que firmarán los presidentes, informó el ministro de Relaciones Exteriores de República Dominicana, Roberto Álvarez.

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¿Pensarán España y Portugal, a nombre de la Unión Europea arrear el conjunto de excolonias fuera de la influencia y el impulso de “la Franja y la Ruta” que auspicia China?  Si Europa está pensando acercarse a China participando de “la Franja y la Ruta”, ¿Cómo podrá ser contendiente en Iberoamérica en contra el tercer “hegemón”, China? Generando un conflicto de intereses irresoluble.

Si los objetivos de establecer ¡Por fin! un primer acuerdo comercial UE-Mercosur, ¿sería éste una oportunidad de que Europa sea cooperante con la incorporación de América Latina como mercado trilateral para coadyuvar en la conservación ambiental, la producción masiva de alimentos y el desarrollo, aumentando la solidaridad en vez de obstaculizarla?

En esta perspectiva, ¿aprovecharía el cuarto en discordia, Estados Unidos, para exacerbar los diferendos históricos entre países y regiones y auspiciar una guerra de baja intensiva, pero corrosiva de este esquema de cooperación generalizada fuera de su control?

Advierto, estos pensamientos son para un horizonte a desarrollarse después del 2030, cuando se haya estabilizado el nuevo orden internacional. O, ¿tal vez antes como parte de esa misma definición? Estamos ante un dilema geopolítico…