Si bien los dominicanos podemos no haber superado el trauma electoral de las elecciones municipales del 2020, la persistencia de niveles significativos de abstención para el plano municipal revela un problema más profundo que va más allá del simple desencanto político: la falta de educación y conciencia ciudadana.

La participación ciudadana es el motor de la democracia. Es fundamental para la mejora continua de la calidad de vida, las propuestas y ejecución de políticas públicas, y la reducción de la corrupción. La verdadera esencia de una democracia fuerte y saludable reside en su capacidad para involucrar activamente a sus ciudadanos en el proceso electoral.

Sin embargo, es evidente la falta que nos hace la materia de educación cívica en las escuelas dominicanas. Esta carencia se refleja no solo en el caos del tránsito y la apatía electoral, sino también en la falta de preparación y conciencia de los ciudadanos para ejercer un voto informado, no comprado, y participar activamente en la solución de problemas sociales sin intervención de los políticos. La educación cívica desde la infancia es clave para desarrollar votantes informados, críticos, empáticos y capaces de dialogar y colaborar con diferentes perspectivas.

La educación cívica trasciende el conocimiento de los mecanismos del sistema político y electoral; es el fundamento para cultivar una cultura de participación y responsabilidad compartida por el bienestar de la comunidad y la nación. Es imperativo reintegrar la educación cívica en nuestro sistema educativo, promoviendo programas que fomenten la participación activa desde la infancia.

Reinsertar la educación cívica en nuestras escuelas es fundamental para abordar el problema de la participación ciudadana de manera efectiva y a futuro. No se trata solo de aumentar la participación electoral, sino de formar ciudadanos conscientes, críticos y participativos, capaces y ansiosos por contribuir a la construcción de un mejor país. La democracia se nutre no solo de votos, sino de la calidad de la ciudadanía que ejerce su pueblo.