Antecedentes: Luiz Inácio Lula da Silva Ex Presidente de la República Federativa de Brasil
Más conocido como Lula da Silva o simplemente Lula. Siendo obrero metalúrgico entró a la historia de Brasil cuando como sindicalista realizó la primera huelga de obreros en plena dictadura militar, y al ser astuto y buen negociador los metalúrgicos obtuvieron ganancia de causa en marzo de 1979, y poco tiempo después funda el Partido de los Trabajadores en febrero de 1980.
Como político progresista brasileño ejerció las funciones de 35° presidente de la República Federativa del Brasil entre el 1 de enero de 2003 y el 31 de diciembre de 2010.
En el 2017 fue apresado y condenado sin pruebas. Luego de casi dos años fue absuelto y el juez que lo mantuvo en prisión declarado en falta grave y punible. Ese juez fue ministro de Justicia del actual presidente ultraderechista Bolsonaro.
El próximo domingo 30 de octubre Lula será elegido con más del 50 por ciento de los votos válidos en la contienda electoral para presidente y su partido ganará varias plazas para sus correligionarios y miembros del frente amplio de coaliciones que busca enterrar el fascismo y la extrema derecha brasileira. No lo digo yo que no soy pitoniso, lo afirman las encuestas al respecto.
La suciedad del bolsonarismo se expresa de forma deshonesta buscando motivos para dar un golpe a la democracia y las instituciones que velan por la constitución. Se han empleado a fondo en acciones impúdicas intimidando e influenciando el voto a favor de la derecha neoliberal.
Este a continuación es apenas un prototipo en una noticia firmada por el periodista Pablo Víctor Ribeiro.
“Empresa bolsonarista es multada tras denuncia de The Intercept”
Schadek Automotive, una industria de la ciudad de Porto Feliz, en el interior de São Paulo, firmó el viernes pasado un Término de Ajuste de Conducta del Ministerio Público del Trabajo de São Paulo por una carta que alienta a sus 800 empleados a apoyar a Bolsonaro. La denuncia, publicada en Intercept el 7 de octubre, sirvió de base para las acciones del MPT.
Firmada por el directorio de la empresa, el texto de la carta destaca el número 22, decía que "este no es el momento para el ocultismo" y que la empresa cree que "el mejor camino político en este momento es mantener el gobierno actual", utilizando sus datos de crecimiento en los últimos cuatro años para justificar el posicionamiento. “No queremos un país como Venezuela o Cuba”, decía el documento.
En el TAC, Schadek se compromete a abstenerse de “adoptar cualquier conducta que, mediante acoso moral, discriminación, violación de la intimidad o abuso del poder directivo, pretenda coaccionar, intimidar, amonestar y/o influir en el voto de cualquiera de sus empleados”. empleados en las elecciones”, así como abstenerse de “obligar, exigir, imponer, inducir o presionar a los trabajadores” para manifestaciones o actividades políticas en contra o a favor de cualquier candidato. La empresa también debe evitar que terceros realicen esta conducta en sus instalaciones.
Schadek también se vio obligada a publicar en las redes sociales, en la página web y en los muros de su sede física un comunicado declarando que respetará “el derecho de sus empleados a elegir libremente a sus candidatos en las elecciones, independientemente de su partido político o ideología, garantizando a todos sus empleados que no se adoptarán medidas de represalia si votan por candidatos distintos a los preferidos por los dueños de la empresa”. Los avisos deben estar visibles antes del 30 de octubre.
La empresa fue multada con BRL 50.000 por daño moral colectivo y, en caso de incumplimiento de alguna cláusula -son 13 en total-, será multada con BRL 10.000 por cláusula y por trabajador lesionado.
Este año, hasta el 20 de octubre, el MPT ya ha recibido 903 denuncias de acoso electoral al interior de las empresas. En solo diez días, el número de empresas denunciadas saltó de 197 a 750.”