Independientemente de los resultados de las elecciones de este próximo domingo 19 de mayo, el presente proceso electoral ha generado cuatro grandes ganadores: Luis Abinader y Carolina Mejía en el PRM; Omar Fernández en la Fuerza del Pueblo y Zoraima Cuello en el PLD.
Luis Abinader: porque pasa de ser un dirigente político a quien de forma despectiva, se le comparaba con una tayota, y de quien se decía que logró ganar las elecciones de 2020 por un “accidente de la historia”, a raíz de la pandemia, o desmeritar su triunfo, diciendo que, “no fue que Luis ganó, sino que el PLD perdió”, por la división de Leonel y Danilo, a convertirse en un líder absoluto en su partido, consagrarse como un producto bien terminado, que ha demostrado carácter, calidad gerencial, una gran capacidad de trabajo, habilidades, y un tigueraje político que pocos le suponían. La verdad es que ha sorprendido a muchos y se ha consagrado como un Presidente trabajador, que habla y da la cara, que responde Whatsapp, que es accesible y escucha el sentir de la población.
El domingo podrá convertirse en el primer presidente de origen perredeísta que logra la reelección para un segundo mandato y si gana en primera vuelta, sería una hazaña mayor, además de que su triunfo, representaría un referéndum aprobatorio para las ejecutorias de su primer periodo de gobierno.
Omar Fernández: porque con apenas 33 años, y habiendo concluido su primer periodo como diputado, el joven abogado ha despertado una pasión e interés en sus aspiraciones, que lo proyectan como un líder político con mucho futuro en nuestro país, además de que ha llevado una campaña decente, bonita, amigable, joven, moderna, con propuestas, y sin ofender a nadie.
Si gana, será el líder de la oposición desde el Senado y el referente para enfrentar al PRM en el 2028. Si pierde, todos sabrán que no perdió de Guillermo Moreno, sino de Luis Abinader, de todo el PRM y que aunque él mismo no lo diga, el pueblo dirá que lo venció el Estado. Logre ganar o no la senaduría, ya Omar ganó y su imagen seguirá consolidándose en el imaginario del electorado dominicano, como un futuro presidente.
Zoraima Cuello: porque pasó de ser una semi desconocida profesional tecnócrata, con vasta experiencia en asuntos de estado, a demostrar de forma clara, contundente e indefectible, como la mujer dominicana se ha ido preparando y desarrollando en las lides políticas, y se dio a conocer ante el país, por su excelente participación en el debate vicepresidencial.
Las mujeres, aún no vayan a votar por ella, se sintieron identificadas e inspiradas por su perfil y demostración de condiciones. Los hombres, se sorprendieron por su elocuencia y capacidad. Y aunque ahora no vayan a votar por ella, ya la conocen, la tienen pendiente y saben, que seguirá estando presente en el escenario político y no descartan apoyarla en una elección futura.
Carolina Mejía: porque emerge al ruedo político, viniendo de ser una mujer, hija de un ex presidente, a construir y desarrollar un perfil político con luz propia. Primero como secretaria general del PRM y ahora como la primera mujer alcaldesa del distrito nacional.
Su reelección la catapulta y su amor por santo domingo ya se está esparciendo por todo el país. A tal punto, que se proyecta como una de las eventuales figuras, a lo interno de su partido, para competir por la candidatura presidencial en las elecciones de 2028 y sustituir a Luis Abinader en la presidencia.
Luis, Omar, Zoraima y Carolina son hoy en día, los grandes ganadores del proceso electoral del 2024 y se proyectan desde ya, como las figuras mejor valoradas a lo interno de sus respectivas organizaciones políticas y ante el electorado dominicano, en sentido general.
¿Se imaginan ustedes que para las elecciones del 2028, tengamos por primera vez en la historia, un enfrentamiento político entre dos hijos de dos ex presidentes?