¨Para una nación la libertad es más importante que la riqueza, y, en la vida política, esta es una condición indispensable para vivir al menos humanamente¨. Karl Popper
En el contexto actual de globalización, las sociedades del mundo están activamente alineadas participando de cerca en el manejo de la información y comprometidas en desvestir a los políticos farsantes y embusteros. El político hoy en día tiene que tener mucho cuidado en tratar de atajar el conocimiento de la verdad mediante la utilización de sutiliza, sofismo o por medio de argucias falsear y manipular datos publicados por la Contraloría General [Independiente] de la República y/o Cámara de Cuentas y cuestionados previamente también por la sociedad civil. Porque, intentar detener su expresión es inútil.
La gente quiere cambio, no disculpas, ni peros. El ciudadano quiere sentir realmente los beneficios que le proporciona vivir en un Estado de Derecho. Armonizando con partidos políticos que luchan por el bien común, no como la gran mayoría de los partidos del sistema en América Latina que están descompuestos por dentro y se espera, un día cualquiera, la muerte de ideologías reprimidas por más de 60 años disfrazadas por consignas populistas; y, por supuesto, el pueblo dominicano anhela con ansias que por lo menos al día siguiente de la muerte de la demagogia, viva la razón de libertad.
Por eso el adagio de que los hechos hablan más que un millón de palabras. La acción es un lenguaje social inequívoco materializado por la función de querer y hacer; y para ello bastaría hablar sólo con el ejemplo. Ya que con el ejemplo el receptor no tiene más opciones que decodificar el mensaje a través de distintos mecanismos unificados y ordenados útil para comunicar el dato sin que sufra alteraciones o desviaciones.
Para poner en contexto, el presidente Luis Abinader tras subir al podio y dirigirse a cientos de dirigentes en la Gran Asamblea PRM – 2022, en el Palacio de los Deportes ¨Virgilio Travieso Soto¨ pidió al público tolerancia para la transformación, porque los cambios requieren de tiempo y de paciencia. Esa mañana, con Luis subió un conjunto de acciones inequívocas que inspira con él y su equipo de Gobierno la materialización eficaz de contar en la administración pública con buena ética, efecto de transparencia y el cuidado de la institucionalidad.
Por ejemplo, la independencia de Ministerio Publico, la reforma a la Ley de Seguros y Fianzas a los fines de reparación de los daños; la reforma Policial; la propuesta Ley de extensión de dominio; entre otros proyectos económico, social, religioso y cultural. Lo cierto es que a la sazón, mientras el presidente actúa mantiene despierta la esperanza que por momento tuvo sin ánimo ni aliento durmiendo en el crepúsculo de la libertad al pueblo dominicano.
De tal manera así se expresó el Presidente, ¨ya no ocupamos los primeros lugares de la corrupción -en el ranking- mundial; sino los del crecimiento [económico] y la igualdad. (…) porque somos el partido que representa a todos los dominicanos¨ miles de personas comenzaron a cifrarse en la mente el desarrollo que consigo trae al país cuando no se dilapida, ni se sustrae o no se desvían los fondos del erario. Dicho de otra manera, cuando se habla de un país desarrollado, organizado y socialmente libre, según John Locke (1704) se habla de: vida, libertad y propiedad privada. Y el trabajo de Abinader indiscutiblemente lo sitúa en ese camino hacia un liderazgo transformacional.
Al mismo tiempo, hace el llamado a las sociedades a ponerse en pie y salir a las calles a trabajar con la frente en alto, con pudor y transparencia. En este sentido ponerse en pies tiene un océano de buenos recursos a observarse en su aplicación y usabilidad en el campo de la diversidad política, economía y espiritualidad.¨
¡Póngase en pie!¨ quizá, uno de tantos significados de esta poderosa frase podría ser, levantarse del suelo o de su asiento y poner en marcha algo; o no se acurruque, ni se encuclille. También podría ser, no se aturda, ni se atemorice, ni mucho menos se sienta opacado por los fracasos, desaciertos y derrotas de otros, y trabaje. Sin olvidar que aquellos sucumbieron ante la tentación de la avaricia en el ejercicio del poder.
En tal sentido los hechos del presidente ponen en marcha la transformación de un Gobierno decente a través de ese lenguaje de renovación y de un grito de restauración hacia lo ético–moral. Su higienización permitiría regresar al origen de nuestra bandera fundamentada en el versículo bíblico de Juan 8:32 ¨Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres¨ por individualismo político con igualdad jurídica y libertad personal.