I.- Nacer y desarrollarse para aportar a la sociedad humana
1.- A la persona física no le basta con haber salido viva del vientre de su madre. Lo que cuenta es, después de haber nacido y desarrollarse, aportarle a la sociedad humana. Aquel que se limita a producir para satisfacer sus necesidades materiales, espirituales y amplios placeres, no contribuye al progreso social.
2.- Si usted está en el medio donde vive y se contenta con producir dinero para lo que es de su gusto, no hay duda de que llegó al mundo de los vivos para ser un nada, porque ese que solo se interesa para lo que es de su conveniencia, no es otra cosa que una futilidad, una insignificancia, más o menos como si no existiera.
3.- Sin darnos cuenta, poco a poco, en el ambiente dominicano se ha desarrollado ese ciudadano que se comporta haciéndose el pendejo para no involucrarse en la brega social por un mejor país.
4.- Ese, con el cual nos encontramos a diario, es el mismo que no está contra lo que le rompe su existencia placentera y, por tanto, hay que identificarlo como una chuchería, ni más ni menos, una pequeñez.
5.- Cada vez, aquí, es más notoria la presencia de mujeres y hombres que no se conmueven, no les afecta ni la muerte de su madre. La indolencia les retrata de cuerpo entero.
II.- El modelo vigente en el país es opuesto al desarrollo humano
6.- Porque en nuestro país hay una crisis total, tanto en lo económico y social, como en lo ético y moral, cualquier idea para tímidamente modificar el orden actual resulta ineficaz.
7.- El día 9 de septiembre del pasado año 2022, con la asistencia del presidente de la República, Luis Abinader, y la vicepresidenta Raquel Peña, pusimos en circulación la obra de nuestra autoría: Mi parecer sobre la sociedad dominicana de hoy.
8.- Al momento de hacer uso de la palabra en el acto dijimos, entre otras cosas, que la sociedad dominicana está dañada por entero, y la opinión que de la misma tenemos es que no va por buen camino, sin importar que en el Palacio Nacional esté gobernando Luis Abinader Corona, el obispo Francisco Ozoría, que regrese el cardenal López Rodríguez, o que llegue la virgencita de la Altagracia, acompañada de la virgen de las Mercedes.
9.- La vicepresidenta de la República, Raquel Peña, el día jueves 16 de junio en curso, 2023, en un acto educativo efectuado en la ciudad capital, dijo: "que los hechos de violencia que se han registrado en los últimos días en los centros educativos deben llevar a la sociedad a revisarse y trabajar en conjunto con las iglesias y asociaciones de padres". [i]
10.- Los nobles sentimientos de la vicepresidenta Raquel Peña, la llevan a creer que todavía es posible someter a un nuevo examen la sociedad dominicana actual. Pero la realidad nos dice que no es cuestión de revisar.
11.- Por encima de las sanas aspiraciones de la vicepresidenta Raquel Peña, de “que como sociedad nos revisemos”, está la materialidad dominicana que nos enseña que como comunidad humana la misma no se puede salvar, porque el modelo económico y social existente está fallido.
12.- Porque conocemos de la correcta formación familiar de la vicepresidenta Raquel Peña, no nos sorprende su buen deseo de que el ambiente bajo el cual estamos viviendo cambie para hacerle menos cruel la vida a nuestro pueblo.
13.- Las añejas estructuras que sirven de sostén al régimen social vigente en nuestro país, representan una traba para cualquier cambio favorable al desarrollo humano.
Ideas finales
14.- Como en su momento dijo el doctor José Francisco Peña Gómez, “la democracia dominicana, por ser de hojalata, se dañó”. El grado de deterioro en que se encuentra el medio social nuestro, solo está para cambiarlo por otro que sea totalmente diferente.
15.- Durante nuestra existencia, jamás, nunca nos ha pasado por la mente llegar a contar con ese compatriota perfecto, pero sí aspiramos a compartir con quien, por lo menos, llegue a tener el sentido de apiadarse.
16.- Quisiéramos que en lugar de juntarnos con esa persona aborrecible, comenzar a construir un orden social nuevo en el cual surja ese ser humano hecho para tener un alto concepto de apreciar a sus semejantes.