1.- La vida de los pueblos pasa por diferentes etapas, las cuales están determinadas por un régimen económico peculiar, fundamentado en un modo de producción de bienes materiales.

2.- De igual manera, en los distintos espacios de tiempo que las mujeres y los hombres de un país cualquiera se dedican a luchar, lo hacen en procura del bienestar general.

3.- Cualquiera que sea el método utilizado en la brega política y social, requiere de un esfuerzo de parte de sus actores.

4.- El pueblo dominicano, para hacer realidad sus derechos y libertades, ha combatido en el campo político, batallado en el terreno cívico, disputado en lo militar y, de manera permanente, ha debatido en lo ideológico.

5.-  A las masas populares dominicanas, no importa su ideario, el resultado de sus combates les ha sido escamoteado por sus adversarios tradicionales.

6.- No importa que las mujeres y los hombres del pueblo tengan éxitos en los fines perseguidos, porque al final sus legítimas aspiraciones han resultado frustradas.

7.- La realidad está ahí. Nuestro pueblo ha sido batallador, combatiente, peleador, un guerrero, pero ¿qué ha logrado como consecuencia de su accionar?

8.- Los pobres de aquí han sido actores principales de todas las contiendas políticas, sociales, cívicas y militares que históricamente han sucedido, pero muy poco o nada han obtenido.

9.- La gente buena del país, en la brega por el bienestar colectivo, nada positivo ha visto materializado. En lugar de alegría, lo que ha recogido es tristeza.

10.- En cada ocasión, de la lucha del pueblo dominicano han resultado beneficiados sus adversarios. Los hechos están ahí: placeres para los opresores, angustia para los oprimidos.

11.- No hay que estar imaginando, fantaseando o fabulando. Los hechos hablan por sí solos. Los marginados de la sociedad dominicana han puesto, desde su energía, hasta sus muertos, pero nunca han estado presentes ni representados en el gobierno, ni en el Estado.

12.- Para lo que se llama pueblo dominicano, afanarse, desvelarse, forcejear, batirse y partirse el pecho, todo ha sido improductivo, estéril. Un eterno luchar para favorecer a otros.

13.- Conviene exponerlo de viva voz, y también que conste por escrito: la mayoría de la población dominicana ha luchado en lo político y social, pero su duro batallar ha beneficiado a sus contrarios de siempre.

14.- La realidad, lo cierto, lo verdadero es que lo identificado como el pueblo dominicano de carne y hueso, hasta ahora ha sido víctima de las maquinaciones de los mismos que dicen ser sus defensores.

15.- Desde cualquier ángulo político que se analice, la gente de aquí, como contendora, adversaria o contrincante, no ha sido más que una peleadora leal, pero no beneficiada.

16.- Desde la lucha política hasta la ideológica, las dominicanas y los dominicanos de a pie no han sido más que el medio adecuado para que la minoría nacional satisfaga deseos de toda índole.