Hay numerosas expediciones en el aire todo el tiempo. Van desde una simple estación o transmisión por pocas horas durante un viaje de vacaciones o trabajo, hasta múltiples estaciones por períodos largos de tiempo, con múltiples equipos, antenas, generadores de electricidad, etc.
Por lo general se trata de lugares inhóspitos, como Bouvet Island, o con muchas restricciones de operación, como Yemen.
Las expediciones están planificadas y organizadas para ayudar a los radioaficionados que necesitan contactar esa área para obtener un premio de radioaficionado.
Hay varios diplomas o premios, patrocinados por organizaciones basadas en el contacto con muchos países diferentes. Quizás el más famoso de ellos es el DX Century Club (o DXCC) patrocinado por la American Radio Relay League (ARRL). El nivel básico de esta adjudicación implica contactar y confirmar 100 entidades geográficas distintas definidas por la ARRL, generalmente países políticamente distintos y, a veces, regiones administrativas o geográficas bien separadas dentro de ellos, como las islas periféricas.
En la actualidad hay 340 entidades distintas reconocidas a efectos de adjudicación. Una "entidad" para tales fines es cualquier ubicación que esté políticamente separada o físicamente alejada (o ambas) de otras jurisdicciones o ubicaciones. Por ejemplo:
- Alaska y Hawái pertenecen a Estados Unidos, sin embargo, son entidades DX separadas.
- Países pequeños e independientes, incluso los que están integrados dentro de los más grandes, como Vaticano y Mónaco.
- Por último, se han incluido algunas zonas de relevancia histórica, como la Soberana Orden Militar de Malta y la Antártida.
Otras expediciones se centran también en la operación desde islas con poca o ninguna actividad de radioaficionados locales y que son válidas también para el premio Islands on the Air (IOTA).
Muchas expediciones se llevan a cabo desde lugares con acceso adecuado a la energía y los suministros, a menudo donde el país tiene una pequeña población de aficionados residentes o donde la concesión de licencias no es muy difícil.
Muchas naciones insulares del Caribe y el Pacífico, así como los microestados europeos, tienen poblaciones muy pequeñas, pero tienen hoteles, energía y suministros confiables, y es fácil obtener permisos de operación. Por lo tanto, estos estados son activados regularmente por los aficionados, a menudo en combinación con unas vacaciones familiares.
Otras jurisdicciones tienen una visión más estricta del acceso individual a los equipos de comunicaciones, y son raras porque muy pocos radioaficionados tienen licencia en esos países y a los visitantes les resulta difícil o imposible obtener permisos de operación o importar equipos de radioaficionados. Algunos ejemplos son Corea del Norte, y Yemen. Algunos lugares también son raros debido a su extrema inaccesibilidad, por ejemplo, Isla de Pedro I, Isla Campbell, Isla de Clipperton, Isla de Navassa o Desecheo Island.
Cuando los aficionados viajan a lugares remotos como estos, primero deben obtener permiso para operar desde ese lugar, desde cualquier jurisdicción política que rija el área a la que desean viajar. Una vez que se asegura el permiso de operación, se debe organizar el transporte. Esto puede ser costoso y peligroso.
Algunos lugares son atolones de coral que están casi sumergidos con la marea alta, como el arrecife de Scarborough; otros son islas subpolares con climas inhóspitos, como la isla de Pedro I., por lo que el radioaficionado también debe ocuparse de las necesidades básicas como la comida, el agua y la energía.
La tecnología como siempre tiene un rol protagónico en las expediciones más complejas y actualmente se está aprovechando una tecnología emergente para lo que se conoce como Radio in a Box (RIB) o Radio en una caja, que consiste en una estación completa (radios, fuentes de energía, etc.) que puede ser operada de forma remota (por cable de red o por un link inalámbrico) desde un bote, las afueras del área, hasta desde otro país, permitiendo una operación más eficiente y más segura para los radioaficionados.
A nivel local, radioaficionados dominicanos e invitados internacionales han realizado expediciones a lugares como Isla Alto Velo, Isla Beata, Isla Cabra e Isla Saona.
Sea durante unas vacaciones o con el fin exclusivo de activar una entidad exótica o poco común, sin dudas, las expediciones de radioaficionados representan una parte relevante de la radioafición y sin dudas despierta el interés de toda la comunidad de radioaficionados del mundo.
Para conocer más sobre las expediciones, el mundo de la radioafición o si quieres iniciar el proceso de convertirte en uno, acércate a nuestra agrupación, Sociedad Dominicana de Radioaficionados (www.sdra.do) o escribiendo a nuestro correo info@sdra.do