Encontrándome en Madrid, con la intención de visitar a mi hija, quien estudiaba en la universidad de Navarra, me hospedé en un hotel a unos 20 minutos, caminando desde la plaza Mayor,  centro de encuentro de turistas y citadinos de esa gran ciudad. Ese día nos impusimos la tarea de conocer la parte más antigua de la ciudad y, vaya sorpresa, nos encontramos con el viejo, pero remozado, Mercado de San Miguel, una antigua estructura de hierro forjado por donde transitan más de siete millones de personas al año.

Este antiguo mercado de abastos está considerado uno de los principales mercados gastronómicos del mundo donde usted puede degustar desde el mejor jamón ibérico al más fresco marisco recibido todos los días desde Galicia. En el mercado de San Miguel se puede saborear, en más de viente puestos, los mejores productos españoles servidos como tapas, complementadas con las llamadas cañas de cerveza locales ofertadas en vasos desechables desde un sifón. Lo común de ese Mercado es que te permite disfrutar las tapas de todo el país con sólo cambiarse de taburete del puesto de expendio.

Cayó la noche y el lugar se tornó reluciente y concurrido por personas de todas las edades cuyo único fin era pasarla bien, según usted pudiera pagar el producto deseado y la medida de su bolsillo. Nos marchamos gratamente impresionadas por la influencia y el magnetismo que despertaba ese Mercado entre los transeúntes.

Hace unos días, ya en el plano local, mis hermanos y yo decidimos preparar unas guineas al vino, pues una de mis hermanas las prepara muy bien; pero llegó la pregunta del millón, ¿ dónde conseguir las guineas ?,  nadie sabía donde conseguirlas, hasta que uno de los tíos que más conoce la ciudad, por haber venido a estudiar cuando la Universidad se llamaba "Universidad de Santo Domingo”,  y aun no tenía autonomía, ya que esta la adquirió hace cerca de medio siglo, pero por favor, nadie le se lo diga a tío Juanito, este tipo de noticias lo deprimen. Bueno, mi tío Juanito nos recomendó el Mercado Modelo de la Mella y hacia allá nos dirigimos. En el camino mi hermana menor sugirió que en el pedacito de tierra que tiene la familia en San Cristóbal, aún aparecen guineas cimarronas, que fuéramos a buscarlas allá, le contesté en tono irónico, —si logras agarrar una, te pago su peso en oro, el otro día corrí detrás de una de ellas y terminé con un cansancio peor que si hubiera participado en las olimpiadas.

Llegamos al mercado de la Mella. Este fue construido en el año 1942, en plena era de Trujillo y diseñado por el Arquitecto Herry Garzón Bona. Este mercado tiene más de 82 años de vida y es una joya arquitectónica histórica debido al tamaño de los arcos de su bóveda. Actualmente el Mercado Modelo es un centro de baratijas, los productos más populares son los botánicos donde abundan las estampitas de todos los santos habidos y por haber, oraciones a las vírgenes, a las doce mil Virgenes, María, Santa Clara, virgen de la Mercedes, La Altagracia, Santa Rita, San Miguel, y otros. También están las  oraciones que le acompañan a dichos Santos. Hay tipo de oraciones, las compuestas para cada problema, los amorosos, los salud, dinero venganza, en fin cualquier problema, —señora,¿quiere una una poción para amarrar a su hombre?, dirigiéndose a mi.  — mi don le tengo una mamajuana que su mujer le va a agradecer,  le dijo una atrevida vendedora a mi hermano, — si no le resulta, vuelva donde mi, yo le doy su dinero pa’tra. Con preocupación sólo me fijaba si había alguna señalización que nos indicara la salida de Emergencia porque ahí todo lo que había eran laberintos.

Por qué no hacemos una campaña para el rescate de este Mercado y convertirlo no sólo en el lugar donde se vendan estampitas, oraciones y una que otra orfebrería de ámbar, larimar, y otras piezas, sino un lugar que sirva de encuentro?. Pienso que sería un atractivo que impulse a los vecinos de la zona a mejorar su oferta turística local algo que hace mucha falta, tanto a la ciudad, como al mismo Mercado.