Por alguna razón “kármica”, yo en tanto domínico-chino, he tenido relaciones cercanas con miembros de la colonia domínico-japonesa. Recuerdo de mi infancia en los sesenta que en mi casa colgaba un cuadro de Santiago con la silueta de la Fortaleza San Luis, obra de un “issei” de apellido Kawabata, muy amigo de mi familia y que luego me enteré, siguió su rumbo hacia Brasil, “lugar de concentración de los nipones fuera de las islas japonesas”.

 

Más tarde, ya metido en actividades de la Acción Católica, entablo amistad con un seminarista “issei”, Yoshiro Ganai, que veinte años después encuentro como secretario de la Embajada Dominicana en Tokio. Las vueltas que da la vida. 

Otro fruto del azar con que me ha premiado la vida, es que la familia política de una de mis hijas viene a ser Hiromitsu, de donde proviene que tenga un nieto “sansei”, Kenzo. Más complejidad es posible, cuando mi consuegro Zensuke me hace llegar un tomo sobre la inmigración japonesa de la pos Segunda Guerra Mundial, de la firma de… Valentina Peguero, mi compañera de generación cuando en la “ucamaima”, sin p,  éramos sólo un puñado de estudiantes. (Yo era matrícula 1300 y de la 3ra. promoción de Economía.)

Valentina fue de las que salió a buscar su doctorado temprano y lo consiguió en Columbia y se mantuvo dando clases en la  Universidad de Wisconsin en Stevens Point. Pero, aún no perdió sus raíces con República Dominicana ni con los “isseis” dominicanos que ella inició su visibilización con su obra, que años después estoy escribiendo sobre ella…

Valentina Peguero es profesora emérita del Departamento de Historia de la Universidad de Wisconsin en Stevens Point. Obtuvo el grado de Ph.D. en historia por la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York (1993). Entre las publicaciones de Peguero se encuentran Colonización y política: los japoneses y otros inmigrantes en la República Dominicana (2005) y Inmigration and Politics in the Caribbean: Japanese and Other Immigrants in the Dominican Republic (2008).

“Colonización y política” fue una obra pionera en la investigación sobre las migraciones, allá cuando salió la primera edición en 2005. Poco sabemos de hechos tras bastidores qué ha sucedido con la colonia japonesa, que deberían documentarse y salir a la luz pública: ¿Hubo engaños entre lo prometido y lo recibido? 

No debemos contentarnos con los partes noticiosos congratulatorios con el régimen trujillistas. ¿Hubo re-migración masiva a Brasil por incumplimientos de las promesas hechas por el Gobierno Dominicano?

¿Desembocó el malestar de los remanentes de la inmigración japonesa en una acción de demanda judicial colectiva contra las autoridades gubernamentales japonesas? ¿Resultó con ganancia de causa?

Estas preguntas se esbozan en artículos posteriores de la misma Valentina Peguero. Sin embargo, deben aparecer los investigadores que recojan el guante de una de comunidades más impresionante del crisol de razas y culturas que es la moderna República Dominicana.  Una tarea adicional para el Dr. Wilfredo Lozano, Director del Instituto Dominicano de Migración.