El exitoso empresario turístico Frank Rainieri recién se reunió con la directiva del Clúster Turistico y Productivo de Bani en Puntarena, un proyecto pionero ubicado en Los Corbanitos del cual él es socio. Rainieri destacó que las condiciones esenciales para el éxito turístico son visión, perseverancia y trabajo arduo. Y especificó que el potencial turístico de la zona sería el velerismo y la pesca. Según los reportes de prensa, la playa y el pueblito de Salinas aparentemente no se incluyeron en esa visión.
Rainieri dió en la diana al mencionar el velerismo. El regalo mayor de la naturaleza de la zona es precisamente esa inigualable y preciosa Bahia de Las Calderas, un refugio seguro para resguardar a veleros y yates. La afluencia de estos botes trae consigo una demanda de productos locales con que abastecerse y hasta de alojamiento en tierra. No cabe duda de que esa Bahia atraerá la atención de ese mercado, especialmente si algún promotor logra conectarla con entidades como el Mónaco Yatch Club. El lugar podría atraer tantos botes que supere a Fort Lauderdale de la Florida. Y ni hablar de los billonarios rusos que deambulan por el mundo.
Según Wikipedia: “La Bahía de Las Calderas fue descubierta en 1502. Cristóbal Colón se refugió para protegerse del paso de un huracán tropical en 1502 dónde la llamó Puerto Hermoso de los españoles. En 1505 el gobernador Nicolás de Ovando ordenó la explotación de las minas de sal, convirtiéndose la bahía en un puerto de protección contra huracanes.” Hoy día es hogar de la Base Naval que lleva su nombre y de un astillero privado donde se reparan barcos. El Club Náutico de la Armada, ubicado a la entrada de la base naval, ya de hecho atrae algunos pequeños yates cuyos pasajeros se deleitan con los suculentos platos de su restaurant. El deporte de la navegación a vela, sin embargo, no ha hecho su aparición por ahí.
El otro atractivo que mencionó Rainieri es el de la Bahia de Ocoa. Esta figura como uno de los cotos pesqueros más productivo del pais. De hecho, cerca de Puntarena ya existen los proyectos turísticos Finquitas Bahia de Ocoa y Caney Beach Home que se prestan para ser, junto a Puntarena, la punta de lanza para el desarrollo pesquero. Un proyecto vitivinícola llamado Ocoa Bay, el cual prometía atraer un tropel de aficionados a la pesca y la tranquilidad de la Bahia, lamentablemente sucumbió por razones desconocidas (para quien escribe). No se sabe si las emanaciones de polvo y gases provenientes de Punta Catalina, la cementera de Hatillo y la generadora Monte Río Power de Pueblo Viejo han tenido que ver.
Al incluir entre los atractivos del área al velerismo y la pesca se entiende que esa evaluacion abarcó tanto lo perteneciente a la provincia Peravia como al litoral de Azua. Lo extraño es que no abarcara el enorme potencial de la playa de la Bahia de Las Calderas (Salinas), los terrenos de las terrazas salinas de Puerto Hermoso y los encantos y embrujos bucólicos del pueblito de Salinas. En las gráficas aparecen otras tres playas (Derrumbao, Meganito y Las Calderas) en el costado sur de esa Bahia que tambien tienen potencial de desarrollo turístico. Otro atractivo singular está el área protegida adyacente Monumento Natural de las Dunas de Las Calderas.
En el pueblito de Salinas está surgiendo un número de residencias veraniegas y un crecimiento de la visitación en los fines de semana por parte de los dominicanos, lo cual presagia un desarrollo mayor para esa parte de la zona. Sin embargo, una cosa es que el desarrollo sea espontaneo y lento y otra que se conciba un gran proyecto que utilice las 4 playas mencionadas y el terreno de las terrazas salinas (de varios millones de metros cuadrados). Si bien estas playas no son de arena blanca –como lo prefiere el turista extranjero que viene al Caribe—y si las mismas no tienen cocales como los de Bávaro, una buena forestación y las instalaciones a desarrollar podrían compensar adecuadamente para hacer rentable la inversion.
Solo el desarrollo de villas en los cientos de miles de metros cuadrados ocupados por las terrazas salinas puede ser muy rentable. El Clúster puede conseguir que una firma calificada le haga los estudios y diseñe el proyecto. (El caso de Pedernales es muy buen ejemplo del trabajo que hizo una firma colombiana.) Tambien las savias orientaciones del empresario Rainieri pueden ayudar a conceptualizar el gran proyecto.
La principal razón por la cual esa comarca no se ha incendiado con el desarrollo del turismo internacional es la distancia entre Salinas y el Aeropuerto Internacional de Barahona. El recorrido por tierra es de casi dos horas. Pero afortunadamente existe la alternativa de un barco hidroala (“hydrofoil” en inglés) que lleve los turistas desde el Aeropuerto hasta Salinas por mar, una experiencia que podría resultar muy agradable para los turistas. Son solo 56 kilómetros de distancia en línea recta (ver gráfico) y esas embarcaciones pueden desplazarse a entre 50 y 60 nudos por hora (A 50 nudos la velocidad seria 75 kilómetros por hora, pero los hidroalas eléctricos pueden ser más rápidos). Eso acortaría el tiempo a la mitad, lo cual lo hace comparable al tiempo que se requiere para transportar los turistas por autobús desde, por ejemplo, el Aeropuerto de Punta Cana hasta los hoteles de Bávaro y Macao.
Si bien es cierto que el precio de un hidroala de 200 pasajeros puede oscilar entre US$5 y US$15 millones, todo depende de si es nuevo o usado y de sus características Con tres de estos aparatos se puede invertir en desarrollar la infraestructura turística no solo de Peravia sino tambien de Azua. Es una alternativa que, de comprobarse su factibilidad, puede ayudar al más rápido desarrollo de Puntarena y enriquecer a esas dos provincias. ¿Podrían los socios de Puntarena acometer el proyecto en alianza con el Ayuntamiento y/o el Ministerio de Turismo?