Los principales pilares de la educación de niños, adolescentes y jóvenes se fundamentan en cuatro áreas clave, conocidas como los "Cuatro Pilares de la Educación," un concepto popularizado por el informe de la UNESCO titulado "La educación encierra un tesoro" (1996). Estos pilares son:
- Aprender a conocer: Este pilar se centra en el desarrollo del conocimiento y las habilidades cognitivas. Implica la capacidad de adquirir, comprender y aplicar información, promoviendo la curiosidad, el pensamiento crítico y el aprendizaje a lo largo de la vida.
- Aprender a hacer: Este pilar abarca las competencias prácticas y la capacidad de aplicar el conocimiento en situaciones reales. Incluye el desarrollo de habilidades técnicas, el trabajo en equipo, la resolución de problemas y la adaptabilidad en diferentes contextos laborales y sociales.
- Aprender a vivir juntos: Enfocado en la educación para la convivencia, este pilar busca fomentar la empatía, la comprensión intercultural, la cooperación y la resolución pacífica de conflictos. Promueve la construcción de sociedades inclusivas, respetuosas y equitativas.
- Aprender a ser: Este pilar se refiere al desarrollo integral de la persona, incluyendo el crecimiento emocional, moral y espiritual. Busca el autoconocimiento, la autoestima, la autonomía y la responsabilidad personal, permitiendo a los individuos ser plenos y autorrealizados.
Estos pilares se complementan entre sí y buscan ofrecer una educación holística que prepare a las personas para enfrentar los desafíos de la vida, tanto en lo personal como en lo social y profesional.
Los cuatro pilares de la educación según la UNESCO y los fundamentos del Movimiento Scout tienen una interrelación significativa, ya que ambos enfoques promueven el desarrollo integral de la persona y la formación de ciudadanos responsables y comprometidos con su entorno. A continuación, explico cómo se relacionan:
- Aprender a conocer: Este pilar de la UNESCO se relaciona con el "Método Scout", especialmente en el aspecto de "Aprender haciendo". Los Scouts, desde su fundación en el año 1907, fomentan el aprendizaje práctico y el descubrimiento, lo que promueve el desarrollo de habilidades cognitivas y el entendimiento del mundo. Además, la "Presencia estimulante del adulto" y el "Sistema progresivo de objetivos y actividades" son elementos que facilitan este aprendizaje continuo y adaptativo, alineado con la curiosidad y el pensamiento crítico.
- Aprender a hacer: Este pilar está directamente vinculado con el principio Scout de "Desarrollo personal" (Deberes para consigo mismo) y el método educativo de "Aprender haciendo". Los Scouts enseñan a los jóvenes a aplicar sus conocimientos en situaciones reales, desarrollando habilidades prácticas, la capacidad de resolver problemas y la adaptabilidad. Además, la "Vida en naturaleza" y el "Sistema de equipos" fomentan el trabajo en equipo y la colaboración, habilidades fundamentales para el "aprender a hacer".
- Aprender a vivir juntos: Este pilar se relaciona con los "Deberes para con los demás" del Movimiento Scout, que incluye la lealtad a su país, la promoción de la paz y la cooperación a nivel local e internacional. La "Ley Scout", que promueve la amistad, la ayuda desinteresada, y el respeto a los demás, también se alinea con este pilar, fomentando la convivencia pacífica y la comprensión mutua.
- Aprender a ser: Este pilar se conecta con los "Deberes para con Dios" y el "Desarrollo personal" en el Movimiento Scout, donde se enfatiza el crecimiento emocional, moral y espiritual. La "Promesa Scout" y la "Ley Scout" refuerzan valores como la responsabilidad, la lealtad, la honestidad y la pureza, que son esenciales para el desarrollo integral y la autorrealización del individuo.
Los fundamentos del Movimiento Scout y los cuatro pilares de la educación de la UNESCO comparten una visión común de formar individuos completos, responsables y comprometidos con ellos mismos y con la sociedad.
En la próxima entrega, analizaremos cómo los Fundamentos del Movimiento Scout se relacionan con la visión educativa que la UNESCO cuyo enfoque ha sido ampliado y evolucionado para responder a los desafíos globales emergentes y abordar las necesidades educativas del siglo XXI.