Expuse en la entrega anterior sobre las debilidades en la tesis de Milei sobre la incidencia prácticamente exclusiva del capitalismo en la reducción de la pobreza mundial, con la cual pretendió convencer a su audiencia en el Foro Económico Mundial en Davos (“FEM o Davos”) de un corolario en tal escenario: las bondades del capitalismo.
Antes de introducir el bisturí en sus criterios sobre el funcionamiento de los mercados, pienso que es de interés conocer algunos de aquellos a quienes Milei considera equivocados con tanta vehemencia en su retórica.
El presidente Milei atacó directo en su discurso de Davos el pensamiento de la escuela de los “neoclásicos” sobre el funcionamiento de los mercados. Cito al presidente Milei:
“El problema esencial de occidente hoy (…) siguen bregando por el socialismo empobrecedor; sino también a nuestros propios líderes, pensadores y académicos que, amparados en un marco teórico equivocado, socavan los fundamentos del sistema que nos ha dado la mayor expansión de riqueza y prosperidad de nuestra historia. El marco teórico al que me refiero es el de la teoría económica neoclásica (…)”.
Ante todo, fijemos algunos bornes. Los equivocados del Presidente Milei, podrían ser dos sub-grupos del neoclacisimo, el primero, que engloba el pensamiento económico de fines del siglo XIX y comienzos del XX antes de la caída del Wall Street en 1929; el segundo se refiere a la escuela de pensamiento económico dominante de la actualidad (“mainstream”), la Escuela de Chicago. Aun cuando no se refiere directo a una tercera escuela, su tesis sugiere que también dirige su ataque contra los keynesianos.
El primer grupo de equivocados son responsables del sustento lógico y matemático de los análisis económicos en la actualidad. Entre los más destacados se nombran a:
Alfred Marshall, economista británico. Su mayor contribución a la Economía fue sistematizar las teorías económicas clásicas como el equilibrio económico, y el desarrollo del concepto de utilidad marginal.
Marie-Ésprit-Léon Walras, economista francés, considerado el fundador de la economía matemática. Walras fue el primero en analizar y describir como un problema matemático el equilibrio general de la competencia perfecta, para explicar cómo los precios se pueden determinar por las interacciones entre los mercados, para diversas mercancías. León Walras también desarrolló la teoría marginal del valor con William Stanley Jevons y Carl Menger, y ayudó a lanzar la escuela neoclásica en la economía.
Vilfredo Federico Pareto, fue ingeniero, sociólogo, economista y filósofo italiano. Dio fundamento científico a la economía matemática, concepto antes introducido por los marginalistas, entre ellos Léon Walras. Formuló su teoría del equilibrio económico. Creo el concepto eficiencia de Pareto, y contribuyó, con ideas como la de las curvas de indiferencia, al desarrollo de la microeconomía. (Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Econom%C3%ADa_neocl%C3%A1sica)
Como suele ocurrir, la realidad supera y sorprende. Sin que ninguna escuela económica ni gobierno pudiera evitarlo, se produjo un paréntesis en el predominio de la escuela neoclásica y su principio de libre mercado, al ocurrir la caída de la bolsa de valores en Wall Street New York. El “martes negro”, el 29 de octubre de 1929, dando origen a la Gran Depresión, que se extendió rápidamente a todo el mundo durante la década del 1930.
Como respuesta a la Gran Depresión del 1929, John Maynard Keynes, economista británico, profesor de Cambridge, considerado como el más influyente del siglo XX, daría inicio a una nueva teoría económica, conocida como el keynesianismo, que pondría en pausa a la escuela neoclásica, y daría respuestas a las necesidades de recuperación económica de los Estados Unidos y Europa.
El Keynesianismo refutó que la economía se autorregulaba y que tendía automáticamente al pleno uso de los factores productivos y medios de producción. Keynes defendió que son múltiples los factores que permiten el equilibrio económico que sostendría el libre mercado. Esta nueva escuela se convirtió en predominante, y muchos de sus preceptos aún se encuentran vigentes, especialmente en materia monetaria.
Para los Acuerdos de Bretton Woods después de la Segunda Guerra Mundial se constituyeron tres comisiones que orientaron la creación del FMI, el Banco Mundial, y el GATT. Los otros presidentes de comisión fueron el estadounidense el ministro de Finanzas mexicano, Eduardo Suárez, junto con el secretario adjunto del Tesoro estadounidense, Harry Dexter White, y el asesor económico del ministro de Hacienda británico, John Maynard Keynes. (Fuente: https://www.ieb.es/un-nuevo-sistema-monetario-y-financiero-internacional-bretton-woods-iii/)
Analizando las medidas del Presidente Milei y sus propuestas, se podría entender que él apuesta más contra el keynesianismo, que contra el neoclasicismo, aunque él exprese otra cosa. Entre las propuestas anti keynesianas del gobierno de Milei, se encuentra la abolición del Banco Central de Argentina, y asumir el dólar como moneda de cambio oficial.
Tal medida asume que en lo adelante todo lo referente a políticas monetarias, y tasas de interés argentinas será fijado por la Reserva Federal (equivalente a banco central) de los Estados Unidos de América, nada libertaria resulta la medida.
La gran lección de este período entre los neoclásicos y los keynesianos es que la Gran Depresión, originada por un mercado financiero que funcionaba con total libertad, predominantemente rentista, justificó la intervención estatal en la economía en todos los órdenes para regular el mercado, desde la moneda hasta los bienes y servicios. A pesar de Milei, no se puede calificar a Keynes como un comunista o socialista.
El balance sobre las propuestas de Milei para una Argentina sumida en una gran crisis económica, similar a la Gran Depresión, es que son antikeynesianas más que todo, aunque venda más para los votantes argentinos, que no para Davos, decir que son antisocialistas. El tiempo dirá que tan acertado ha sido el modelo económico asumido por Milei, y qué tanto podrá implementar.