A propósito de la celebración el día del economista el pasado 18 de julio, es oportuna la ocasión para recordar cual es el papel del profesional de la economía en la sociedad.

Podríamos afirmar de forma simple que el economista, en sentido general, es para la sociedad lo que es el médico para los individuos: diagnostica enfermedades y a la vez recomienda medidas de prevención y curación. El profesional de la economía realiza diagnóstico y receta medidas para afrontar problemas económicos, como la escasez y la necesidad de maximizar los recursos económicos, para satisfacer necesidades humanas.

El primer economista, según considera los escritores de la historia económica, fue Adam Smith, escocés de origen, que se destaca en el siglo XVIII. Algunos lo nombran como padre de la economía y otros como padre del capitalismo, a partir de que en sus formulaciones teóricas plateó como principio la libertad individual en las decisiones económicas y la libertad desde el punto de vista de la oferta y la demanda en el mercado; es por esto que a su pensamiento se le ha considerado como liberalismo económico.

Luego a Adam Smith lo siguen otros economistas como David Ricardo y John Stuart Mill. Estos dos economistas, junto a Smith, son considerados como los tres principales clásicos de la economía.

Más adelante se destacan Robert Malthus, con su teoría sobre el crecimiento de la población. Posteriormente, Carlos Marx, con sus formulaciones teóricas de crítica la forma de distribución de la riqueza en el capitalismo y la explotación de los trabajadores por los capitalistas y su planteamiento de una sociedad más justa, para cual usó el nombre de socialismo.

Si un médico se equivoca puede morir una persona o algunas más, pero si un economista recomienda medidas equivocadas pueden morir cientos, miles y hasta millones de personas

Con la primera crisis del capitalismo entre las décadas 1020-1930, se destaca el economista inglés John Maynard Keynes, el cuál plantea la intervención del Estado para reactivar los mercados tanto de bienes, como el mercado laboral y financiero, como alternativa para enfrentar la crisis y reactivar la economía de los países capitalistas.

Posteriormente a la Segunda Guerra Mundial se manifiesta otra crisis mundial y los estados, sobre todo europeos, estaban en bancarrota como resultado de la destrucción, y en medio de esa situación se destaca un economista austriaco de nombre Friedrich August von Hayek, que en sus planteamientos señaló que el estado debía reducir su injerencia en los mercados, dejando que los mismos operen de forma libre, teoría que llamó pensamiento austríaco de la economía, y que posteriormente sus críticos lo bautizaran como “neoliberalismo”.

La teoría de Hayes impulsó a que los países potencias capitalistas, sobre todo Estados Unidos e Inglaterra, iniciaran acciones de política económica que estaban dirigidas a reducir la intervención de los gobiernos en la economía y a la vez reducir los programas sociales y de bienestar laboral y promovieron a nivel global este modelo, promoviendo también la privatización de las empresas públicas.

Como hemos podido observar de forma sintética, los economistas a través de la historia han jugado un papel estelar, pues sus recomendaciones han sido asumidas por los gobiernos, en sus políticas económicas, así como por las empresas en sus planes de inversión, producción y distribución para bien o para mal.

Ciertamente en ocasiones las recomendaciones de economistas han contribuido a aumentos de las riquezas, el empleo y el bienestar material de las personas, aunque otras ocasiones medidas recomendadas han contribuido a aumentos de la pobreza, la desigualdad y el desempleo; eso va a depender de la posición política e ideológica a que se aferren dichos profesionales.

Por esto que decimos que si un médico se equivoca puede morir una persona o algunas más, pero si un economista recomienda medidas equivocadas pueden morir cientos, miles y hasta millones de personas, por una recomendación equivocada.

Los economistas tienen una gran responsabilidad en la dirección que debe hacer recomendaciones, que contribuyan al bienestar colectivo.