La discapacidad como conjunto de condiciones especiales, en un momento de desastres, necesita ser atendida de forma inclusiva.

Son muchas las personas que viven con condiciones especiales y, en un contexto de emergencia, sufren doblemente por el impacto del fenómeno que acontece y la exclusión social a la que tienen que someterse.

La falta de programas que comuniquen y pongan al día a los discapacitados, sobre uno u otros eventos en desarrollo, es una necesidad del sistema de emergencias en el país y otras partes del mundo.

Conozco a personas que no ven, no escuchan y no caminan, y siempre que se aproxima una vaguada o huracán tienen que auxiliarse de sus familiares para que le narren y lo guíen a lugares seguros.

Con la asistencia que le ofrecen sus vecinos y familiares pueden enterarse de lo que está por ocurrir y sucede. Y luego del impacto, cuando tienen que convivir con otras personas en centros colectivos (albergues) o recibir ayudas humanitarias (alimentos, medicamentos, ropas, atención médica u otros aportes), sufren de exclusión.

En el momento de estar en alojamiento, cuando tienen que hacer uso de las áreas de servicios como dormitorios, baños y comedores la situación se torna frustrante en las personas que viven en esas condiciones especiales.

Las discapacidades se expresan en deficiencias físicas, intelectuales o sensoriales que afectan la forma de interactuar y participar de los que padecen esta condición, y se empeora al momento de querer interactuar plenamente con el entorno que casi siempre no les incluye en lo que hace el grupo.

Los desastres, por ejemplo, perturban el funcionamiento de una sociedad al ser impactada por un fenómeno humano o natural que hace perder la capacidad de hacer frente a los daños ocasionados.

Como respuesta a esa población, la Defensa Civil ha iniciado una jornada de formación del personal de la entidad, la cual, junto a personas con discapacidad auditiva, se están preparando para diseñar protocolos que permitan atenderlos de forma adecuada e inclusiva a esa población olvidada.

La formación tiene como objeto “proveer herramientas básicas para una efectiva comunicación en información en situaciones de emergencias y/o desastres, entre el personal de la Defensa Civil y el Instituto de Formación para Intérpretes de lenguas de señas (INFOILES)”.

La inclusión social se define como “el acceso a personas a la educación, servicios de salud, oportunidades de trabajo, vivienda, seguridad, atención en emergencias, entre otras”.    “Sin importar origen, religión, etnia, orientación sexual, capacidad intelectual, género, situación financiera, o si tiene alguna condición física, visual, auditiva, etc.”.