Recientemente nuestro país fue sede del XXII Congreso Latinoamericano de Transporte Público Urbano(CLAPTU), evento organizado por la Fundación Latinoamericana de Transporte Público y Urbano (ALAPTU), esta última que es una organización no gubernamental con sede en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. En dicho evento, tuvieron participaciones importantes el INTRANT, la Alcaldía del Distrito, la UASD, la UNPHU principalmente.
ALAPTU, organiza estos eventos con fines de intercambiar experiencias entre los diferentes países de Latinoamérica, que contribuyan a mejorar la movilidad y seguridad vial urbana a través de una mejor planificación del tránsito y del transporte, integrando todos los actores del sector de tal manera que tengamos al final del día una movilidad sostenible y cada vez mas amigable con el medio ambiente.
De acuerdo con ALAPTU, nuestro país fue seleccionado para este evento por las siguientes razones, Citamos: “ La designación de Santo Domingo y la República Dominicana se asocia con los importantes avances administrativos, regulatorios y operativos en el desarrollo de la movilidad y la satisfacción de sus necesidades. En este sentido, Santo Domingo y el país constituyen hoy ejemplo a conocer, a comprender y a considerar en la región latinoamericana. Es de importancia señalar la creación en 2017 de un órgano que actúa en ámbito nacional, descentralizado del Estado y adscrito al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, el cual ejerce la rectoría del sistema de movilidad, del transporte terrestre, del tránsito y la seguridad vial, que además desarrolla proyectos modernos de transporte como corredores de autobuses, metro y metrocable”.
No tenemos ninguna duda sobre los importantes avances administrativos y sobre todo regulatorios que se han obtenido, como es el caso del INTRANT(Ley 63-17), como ente regulador y supervisor del transporte terrestre y de la seguridad vial. Esta Ley fue aprobada después de cinco años de debates en el congreso, a lo que se añadió un proceso de mas de 10 años de estudios e innumerables consultas con diferentes instituciones y organismos relacionados con este sector. Este largo proceso, que parió esta ley podría decirse que constituyó un gran avance dejando atrás muchas otras instituciones y organismos que no pudieron realizar verdaderos avances en cuanto a la regulación del transporte terrestre y la seguridad vial.
Parece ser que lo traumático del proceso de aprobación de la ley 63-17 fue traspasado al camino que debía recorrerse para su aplicación, lo que necesariamente debe ser evaluado por los resultados que se han obtenido en el país, cuando se miden los diferentes parámetros, índices y factores que se toman como referencia para tales fines.
En cuanto al parque automotor del país, ya hemos escrito al respecto, concluyendo que el nuestro, resulta “ altamente inadecuado “ en el que han estado ausentes los medios de transporte colectivos lo que ha determinado que nuestras calles y avenidas sean verdaderos infiernos y de una gran alta peligrosidad, situándonos como el país con el índice mas alto de muertes por accidentes de tránsito del mundo.
Por otro lado, la aplicación de la ley en nuestras calles y avenidas es nula, ya que los organismos encargados no realizan ninguna labor en este sentido y sus principales actuaciones se enfocan en favorecer el tránsito de conductores “agraciados”, que contribuye a la creación y aumento de verdaderos caos para la ciudadanía.
Esperamos que el recién terminado congreso indicado arriba, sea de gran ayuda para nuestro país y que los dominicanos expusieron los temas que nos afectan con la debida profundidad y objetividad, con miras a ir aplicando las medidas que puedan mejorar nuestro transporte terrestre, ya que, sin lugar a dudas, nuestro transito tiene características muy particulares lo que ha determinado que en los últimos 20 años cada día la movilidad y la seguridad vial se ha ido agravando y somos de opinión que las mejoras y soluciones correspondientes parecen estar muy lejos, por lo menos en el corto plazo.
Independientemente de la diversificación de los medios de transporte que se está llevando a cabo en el país, se requiere de medidas muy drásticas y poco graciosas, sobre todo en países populistas como el nuestro, pero hay que pensar en que esta situación afecta a una gran mayoría de los habitantes, por lo que las actuaciones necesarias al final serán bien recibidas por los ciudadanos perjudicados.
Las soluciones a los problemas del transporte público urbano deben estar siempre atadas o ir de las manos con el transporte privado que interactúa en todas sus manifestaciones con el primero y por tanto se podría concluir que ambos deben buscar soluciones que tomen en cuenta los factores propios de cada parte.