Hemos escrito innumerables artículos sobre el tema de la movilidad y seguridad vial y particularmente cuatro de estos enfocados a los diferentes actores que participan en este escenario, El INTRANT, LA DIGESETT, LOS AYUNTAMINETOS y LOS CONDUCTORES.

Entendemos que necesariamente mientras el estado no aborde el tema de una manera integral, continua y con las ejecuciones que demanda la planificación, estaremos viviendo cada día en nuestras calles una tortura, por no decir infierno, con crecimiento exponencial que de igual forma maltrata nuestra calidad de vida y la economía de nuestro país.

Al analizar las actuaciones de todos los actores en este escenario, lo cierto es que cada uno aporta en mayor o menor grado acciones que se van sumando para convertir la movilidad y seguridad vial en el desastre que por desgracia tenemos actualmente.

La ley 63-17, crea el INTRANT, que es el organismo rector del sector y tiene como función principal cumplir y hacer cumplir esta ley y sus reglamentos y también crea la DIGESETT, que es una institución policial con funciones principalmente de viabilizar, fiscalizar, control y vigilancia en las vías públicas, labores que realizan sus agentes. Los CONDUCTORES representan la parte mas activa y neurálgica en este escenario y lo hacen mediante la utilización de los diferentes tipos de vehículos automotores en su mayoría y finalmente los AYUNTAMIENTOS que tienen la competencia para la realización de diferentes ejecuciones en las vías, como son las señalizaciones que deben jugar un papel muy importante para el control, regulación y dirección del tránsito de vehículos y peatones.

La ley 63-17 también crea la Escuela Nacional de la Educación Vial(ENEVIAL), que debe de ser el organismo con la función de educar a todos los actores del sector y particularmente pensamos que en este sentido es muy poco lo que se ha avanzado ya que en muchísimas situaciones que se presentan en las vías se manifiesta mucha falta de conocimiento y de la aplicación de esta ley.

Para adentrarnos en las acciones del escenario, planteamos solo algunas de las situaciones que a diario se presentan

Los semáforos ubicados a lo largo de la avenida 27 de febrero, supuestamente se han instalado para controlar el tráfico que se mueve fuera de los carriles expresos en dirección oeste-este y en las intersecciones norte-sur y entendemos que deben hacer su mejor trabajo en las horas de mayor tráfico. Resulta que en el perímetro Núñez de Cáceres-Abraham Lincoln, estos artefactos son sustituidos por agentes que causan un terrible taponamiento de las vías perpendiculares a la avenida 27 de febrero y los conductores reciben paradas de mas de 10 y 15 minutos, que con buenas razones los llevan a realizar violaciones que en ocasiones se convierten en accidentes no deseados. Indudablemente que estas actuaciones no obedecen a ninguna de las funciones que deben realizar estos agentes, porque no conducen a un control del tráfico, mas bien a un caos, ya que para controlar el tráfico se requiere de informaciones de intensidad de tráfico que le permitan establecer a los que controlan el tráfico, los tiempos que movilicen los vehículos de la manera mas ágil.

Este escenario se repite en muchas otras avenidas de todo el Gran Santo Domingo y asumimos que también ocurre en otras ciudades de alto tráfico, como es Santiago.

Los autobuses(CONDUCTORES) que se movilizan a lo largo de la avenida 27 de febrero, tanto los privados como los de la OMSA, lo hacen por cualquier carril, brincando de uno a otro y esto a la vista de los agentes(DIGESETT), que aparentemente no saben que deben hacerlo siempre por el carril de la derecha. Quizás el problema sea que los conductores de los autobuses no saben que deben conducir por el carril de la derecha, porque los actores INTRANT y AYUNTAMIENTO, no han colocado las señales de tránsito que indiquen que los autobuses del transporte de pasajeros deben transitar por el carril de la derecha.

Si pasamos a un escenario donde el tránsito sea dominado por el actor CONDUCTORES, correspondientes a carros públicos y guaguas voladoras, entonces aquí el grito es sálvese quien pueda. Los carros públicos y los autobuses andan detrás del pasajero y para conseguirlo cometen todas las violaciones posibles, que conllevan a producir situaciones peligrosas y taponamientos, ya que a esto se une el hecho de que una considerable cantidad de estos vehículos, no tienen la capacidad para transitar por las calles, por sus edades y condiciones mecánicas, el actor INTRANT, no cumple con lo que dispone la ley 63-17 que establece los límites de años de antigüedad con los que deben de cumplir los vehículos destinados al transporte público. Mas del 50% de los tapones en las vías del Gran Santo Domingo, obedecen a averías de estos vehículos.

Por otro lado, si el escenario es dominado por CONDUCTORES de vehículos privados, las imprudencias y violaciones de tránsito, están a la orden del día, porque mas del 90% de estos conductores regularmente no tienen la capacidad de esperar detrás del vehículo que le antecede, entienden que deben ser los primeros e invaden los carriles de la otra vía(porque no tienen educación cívica) y todo esto antes la mirada del actor DIGESETT, que no considera que estas actuaciones deben penalizarse. Sus funciones en los pocos lugares que están presentes, regularmente se reducen a observaciones sin actuaciones y en algunos casos a penalizar algunos conductores que cometen falta de poca trascendencia en la viabilidad.

Junto a todo este escenario, que solo son algunas pinceladas de todo lo que ocurre en nuestras vías, está el elemento infraestructuras viales que, en nuestro país, son obsoletas e insuficientes, ya que no se han ido ampliando y ejecutando a la par con el crecimiento de nuestro parque automotor.