Ante que todo quiero pedir excusas por adentrarme en un tema que, primeramente, no es de mi dominio y, segundo, que también resulta un poco desafiante y hasta con dosis de aventurero de mi parte porque el tema no ha sido muy abordado -según mis investigaciones, porque la propia fuente lo asume como una cuestionante bajo el subtítulo ¿Mito o realidad?.
Estuvimos hojeando el nuevo testamento que aborda todos los episodios de la vida de Jesús, cabe decir, lo componen 27 libros, entre los que destacan, San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan, por ser más específico, se conocen como los cuatro (4) evangelios, y en efecto, estructurado por; evangelios, epístola de Pablo, las epístolas universales y, el libro del Apocalipsis.
Según la propia fuente citada como soporte de este artículo, fuera de estas escrituras sí existen literaturas al respecto; están muy pocos exploradas. En honor a la verdad, todo saben que mi "especialidad" desarrollada como articulista se orienta a temas sobre análisis políticos, electorales y aspectos de democracia. Sin embargo, tiempo de hacer un alto en los momentos convulsos de los temas políticos de la pasada y la presente semana, por lo que he querido, esta vez, dedicar algunos comentarios al tema de referencia, un poco esotérico, filosófico o místico.
Y para proseguir, quiero antes decir que el tema que les comparto no me ha surgido por mi vínculo de militante eclesiástico, sino por desprendimiento de unos diálogos que he tenido con una contertulia y seguidora de mis escritos, que en todo accionar de su vida, por lo menos en su adultez, lo ha dedicado a la fe cristiana y a servir al prójimo porque asume que eso es honrar a Dios.
Pero sin embargo, aunque no figura en ningunos de los testimonios de los 12 apóstoles, resulta obvio que María, por ejemplo, fue un ser humano terrenal, que debió tener sus padres de carne y hueso, y por lo tanto, tuvo sus abuelos, un poco anónimos, pero sin lugar a duda, los tuvo. Y en consecuencia, a este vacío documental desde la óptica de la historia eclesiástica, es que nos inspira en esta entrega. Y supe, por una conocedora del tema, que los creyentes militantes le llaman a Santa Ana, la abuelita de Jesús.
En conexidad con lo ambientado más arriba, la fuente citada nos recrea que en términos históricos, se sabe muy poco sobre quiénes fueron estos dos personajes místicos de la fe cristiana, nos referimos a Joaquín y Ana, pero en especial, a esta última, como la madre biológica de la Virgen María, la que más luego fuera canonizada como Santa Ana, por ser la abuela de Jesús, y lo propio sucedió también con don Joaquín. Y prosiguiendo, cabe resaltar, según sentencia la fuente, resulta obvio que Jesús tuvo abuelos, incluso pudo haberlos conocido. Pero las breves menciones sobre esta pareja, considerados santos por la Iglesia católica, aparecieron mucho después de su época y parecen haber sido escritas más para justificar los mitos que para relatar hechos históricos. (BBC New Mundo, de la Redacción publicado el 25-12-2022)
Ahora bien, donde el asunto asume profundidad creíble es cuando refiere que; existe una fuente biográfica principal que es para BBC resulta fidedigna, sobre dichos padres, que dan cuenta que se dispone de una información biográfica sobre ellos, que se recoge en un evangelio apócrifo, (Los evangelios apócrifos son textos, en su mayoría fragmentarios, que narran hechos de la historia de Jesús y de las personas que lo rodeaban, pero que no han sido aceptados como canónicos por el magisterio de la Iglesia. https>home ›religión (6-7-2022). Y esa fuente, vuelvo a repetir, refiere un texto conocido como el Protoevangelio de Santiago. Y establece que como problema, fue escrito mucho después de la muerte de estos personajes, probablemente alrededor del año 150 d. C. Y, por supuesto, se hizo en un contexto de afirmación de los valores sostenidos por esos primeros cristianos, empezando por la necesidad de justificar el origen de María, la madre de Jesús, como para reforzar que ella no provenía de una familia cualquiera. (Ibídem S/P), a todo lo cual se agrega-refiriéndose al Protoevangelio, cuando textualiza: que es un texto no canónico del siglo II", corrobora el vaticanista Filipe Domínguez, doctor en Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Gregoriana y subdirector del Centro Laico de Roma. (Fuente citada)
Y como bien había dicho inicialmente, por ejemplo, los apóstoles, que eran 12, como se ha escrito, fueron los copistas de su vida para luego de su muerte siguieran su labor (365 días para ser 31 más culto, David S. Kidder y Noam D. Oppenheim, pag. 187, 2013, primera edición), cabe decir, aprovechando el tema, el número de seguidores, en primer lugar, era un reflejo de las 12 tribus de Israel. Y en correspondencia con lo dicho, cabe prácticamente asegurar que estos misioneros, no refieren testimonio o mención alguna de la existencia de los padres de María. Por lo tanto, ya volviendo al tema principal de los abuelos de Jesucristo,-repito-, es necesario destacar que los apóstoles, crearon el nuevo testamento, prácticamente por sus relatos, pero sin embargo, no refirieron la existencia de estos parientes progenitores, pero sin embargo, por la fuente ya citada, se da testimonio que estos padres biológicos, llamados; Joaquín y Ana, "entonces, según lo expuesto en la fuente citada (BBC), lo que sabemos sobre ellos es lo que terminó en la tradición, o sea; historias basadas en relatos que circularon desde el comienzo del cristianismo, y muchas de ellas terminaron manteniéndose".
Esta pintura que muestra los padres referenciados, la fuente aunque la usa, no da crédito a quien le toca la autoría de la misma, solo que lo dicho por la fuente, solo refiere, ¨Mito o realidad ¿Qué se sabe de Joaquín y Ana. (Tomado el 26-5-2023, de BBC New Mundo, de la Redacción publicado el 25-12-2022)
Ya como colofón, según la fuente, se hace necesario resaltar lo siguiente: El historiador André Leonardo Chevitarese, autor de "Jesús de Nazaret: lo que la historia tiene que decir sobre él" y profesor del Instituto de Historia de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) señala que todas las "cuestiones relativas a la infancia de Jesús", incluidos los relacionados con sus padres, abuelos y otros familiares, se resolvieron "mucho después de Jesús"., por lo que, en consecuencia, nos permitimos cerrar esta entrega de hoy, planteando que aunque estos dos personajes no se registraran en los evangelios, o en el nuevo testamento, ni en ninguna parte que no sea la que referenciamos, o sea en el Protoevangelio de Santiago, no hay duda que la virgen María tuvo sus padres biológicos, lo que en efecto Jesús tuvo sus abuelitos, y hasta prueba en contrario, asumiéndolo como un hecho, se llaman; San Joaquín y Santa Ana.